El nuevo tu

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Este día fue demasiado agitado. Demasiados demonios y mucho icor. Me tomo horas bañarme para quitármelo todo, mundanos tontos...no saben con lo que se meten y terminan invocando cosas que no deben. Por suerte no tuvimos que presenciar la muerte de ninguno.
Ya que Alec estaba ocupado con Magnus y la madre de Clary no quiso dejar a su bebé venir porque aparentemente ahora se anda besuqueando con Jace en cada esquina. Estuvimos solo Jace y yo en esto, a pesar de ser buenos en lo que hacemos eso no nos impidió terminar cansados y sucios, esta invocación fue grande...ni todo el esplendor de Jace pudo con tantos demonios.
De repente recordé a Max, lo mucho que le hubiera gustado luchar junto a nosotros. Aún no conseguía olvidar lo que sucedió. Y es que... ¿Como logras superar la muerte de tu hermano pequeño? Sobre todo en la manera en que murió, mas  bien en como fue asesinado. La muerte de Sebastian no fue suficiente para mi, debió hacer sufrido mas yo debí hacer que pagara pero ya es tarde. Nadie podrá devolverme a mi hermanito y nunca me dejara de doler.
El cansancio me gana y logro quedarme dormida.




No podía respirar. Todo estaba oscuro y mi cuerpo se sentía muy pesado. En el momento en el que abrí mis ojos reconocí el lugar inmediatamente. ¿Edom? Este lugar me producía escalofríos. No había nadie a mi alrededor, solo una tierra seca y este aire tan pesado solo me traía malos recuerdos. Podría decir que caminé un buen rato que se me hizo eterno, sin rumbo fijo...¿donde demonios se había metido todo el mundo?. Entonces lo escuche...gritos, sonidos de espadas y demonios. Pude divisar los demonios a lo lejos. Saque mi estela y rápidamente logra trazar las runas de agilidad y velocidad. 
Al llegar a pocos metros del lugar donde se producía la batalla, mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo...eran muchos cazadores oscuros y varios demonios liderados por Sebastian contra cazadores de sombras, hombres lobos, vampiros y brujos. No alcanzaba ver a Alec, Jace, a mis padres o a mis amigos, realmente no podía reconocer a nadie. Y a pesar de que estaba lejos con solo algunos movimientos podría verme sumergida en la batalla, no conseguía moverme, era desesperante. Tenia a Sebastian a metros de mi y no podía clavarle un puñal como se lo merecía me hacia sentir inútil.
Poco a poco la batalla se hacia mas sangrienta, los cazadores oscuros eran demasiados y muy pocos de ellos caían, por no decir ninguno. Se escuchaban aullidos a lo lejos, por los hombres lobos que perecían. Ver todo esta masacre y sin poder hacer nada, dolía...
Un ruido que no consigo lograr describir capto mi atención, era un demonio... volaba por encima mio y extrañamente no parecía verme. Este ser de aspecto grotesco entro al campo de batalla y logró acabar con varios cazadores. Una flecha atravesó todo el campo y alcanzo a  clavarse en el hombro de Sebastian quien sin esfuerzo consiguió sacársela y aplastarla en el suelo. ¿Alec? Por el Ángel mi hermano se encontraba aquí, tenia que estar a su lado para protegerlo. No lo dejaría solo en este momento, desde pequeños siempre fuimos los tres contra el mundo. Y eso no cambiaría ni ahora ni nunca.
Al momento en que pude liberarme y empecé a correr, Sebastian dirigió su mirada hacia mi como si tratara de decirme algo, con un solo gesto todos los que peleaban a su favor se detuvieron dándole paso a su líder. Los subterráneos y los cazadores poco a poco fueron retrocediendo para darle paso a la persona que se enfrentaría a Sebastian.
¿Alec o Jace? Tenia que ser uno de los dos, nadie era tan valiente y estúpido a la vez.
A medida que me iba acercando mas pude ver la diferencia entre los dos bandos, siendo el de nosotros muy escaso y el de ellos inmenso. Quedaban pocos pero muy pocos de los nuestros. ¿Íbamos a perder? Entonces su líder se hizo presente...
Simon.
Dejé de correr, me faltaba la respiración y un viento helado me golpeaba de pies a cabeza. ¿Que hace Simon aquí? ¿Por que tiene runas? No entiendo nada...
Antes de que pudiera dar un solo paso los dos empezaron a luchar. Todo sucede tan rápido, Sebastian como la rata asquerosa que es engaña a Simon y mientras uno lo distrae el le clava la espada en el corazón. Grito porque duele, me derrumbo porque no puedo mas...y dos runas empiezan a arder. No lo soporto, en ninguna batalla cuando fui herida sentí tanto dolor, era como si un pedazo de mi alma fuera arrancada de mi. En mi pecho cerca del corazón esta Agape y en mi brazo esta la runa del matrimonio. Intento arrastrarme para estar cerca de Simon pero no puedo, el dolor no me deja...cuando levanto mi cabeza el me esta mirando, su mirada es tan dulce y eso me parte el corazón, también intenta llegar a mi pero Sebastian se lo impide y antes de que me abandone para siempre susurra una palabra. Lo he perdido de nuevo, pero esta vez me dejo ir con el...

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2018 ⏰

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