El antídoto es peor que la enfermedad

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Ahí estaba yo en mi cuarto siendo observada con atención por mis hermanos y es que en el momento en el que me desperté ellos me miraban tan fijamente que por un instante me asusté, imaginé que tendrían que decirme algo horrible y por eso habían entrado a mi habitación  sin permiso pero resultó no ser así.

— ¿Izzy ya te sientes mejor? — preguntó Alec, me sorprendió que estuviera aquí ya que el pasaba más tiempo en casa de Magnus.
Me disponía a hablar pero me vi interrumpida por Jace...
— Izzy sé que estas triste pero no puedes seguir así, mamá nos llamó porque esta muy preocupada por ti, créeme que se lo que sientes porque tengo que consolar a Clary todas las noches ya que ha perdido a su amigo de toda la vida — en el momento en que mencionó a Clary pude ver en sus ojos mucha tristeza y es que si Clary sufría, Jace también.
— ¡Nos acompañarás a cazar demonios esta noche! — dijo Alec, su tono era firme y al parecer no le podría contradecir... — ahora lo que harás es bajar a desayunar, bañarte, alistarte y saldremos apenas se oculte el sol y no aceptaré un no Izzy.
— Vamos hermanita tu bello y sexy hermano te llevará hasta el comedor — murmuró Jace con una enorme sonrisa seductora mientras me alzaba en brazos.
Me permití reír por primera vez en semanas, definitivamente tengo a los mejores hermanos del mundo.
Después desayunar con mamá, Jace y Alec subí a mi habitación a darme un largo baño...al salir me dí cuenta de que todas estas semanas he estado viviendo en medio de la basura, sentí horror y me dispuse a arreglar un poco después de todo todavía me quedaba mucho tiempo para que el sol se ocultara.
Cuando estaba por terminar me di cuenta de que ya era tarde, busqué en mi armario mi equipo y me vestí rápidamente. Al bajar Alec y Jace ya me estaban esperando, salimos del instituto con paso apresurado hacia la oscuridad de la noche a cazar demonios, tenía el presentimiento de que esto me ayudaría un poco.

Después de haber patrullado por varias calles, decidieron seguir a Jace, Clary le había informado que la manada de Luke notó demonios rapiñadores en unos túneles no muy lejos de donde se encontraban. Al bajar a estos pudieron sentir el olor a podredumbre y la suciedad bajo sus pies. Al parecer a Izzy no le molestaba estaba tan concentrada en encontrar a los demonios y descargar toda su rabia y frustración. En cambio Jace y Alec se veían asqueados, más Jace que Alec, el no quería ensuciarse...era un cazador de sombras demasiado perfecto como para salir hecho un asco luego de aplastar a unos cuantos demonios insignificantes. 
En el segundo en que encontraron al primero de los rapiñadores Jace se dispuso a atacar pero fué interrumpido por un Isabelle llena de rabia que desenrosco su látigo y castigo a todos los demonios que se acercaban, aniquilandolos de un solo golpe, no le importó ensuciarse y llenarse de lodo y quien sabe que otra cosa, ningún demonio pudo llego a tocarla antes de que estos lo hicieran ella los enviaba a la dimensión a la que pertenecian. Jace y Alec miraban sorprendidos la escena al parecer su hermanita pequeña no necesitaba de su ayuda y eso pensaron hasta que la vieron acabar con todo a su paso y acto seguido derrumbarse.

— Tranquila Izzy estamos contigo— susurró Alec en su oído mientras que el y Jace la encerraban en un fuerte abrazo. 
Ella gritó de rabia preguntándose "¿Por qué?" una y otra vez, golpeando al aire a veces llegaba a darle a sus hermanos pero ellos no se alejaron de ella, al contrario la abrazaban con mayor fuerza, le repetían que la querían y estaban con ella...entendió que el dolor que sentía hubiera sido peor si no hubiera tenido a sus hermanos y su madre seguramente se hubiera dado por vencida, nunca podrá olvidar el amor que le daban, menos en este preciso momento.

Al llegar al instituto les agradeció a sus hermanos con un beso en la mejilla mientras les decía que iba a estar entrenando y que no vayan a interrumpirla. 
Practico con su látigo, cuchillos serafines y espadas que no se le daban tan bien se aseguro de estar tan agotada para poder parar, ciertamente la caza de esa noche y todo el esfuerzo físico provocaba que su mente se olvidara de él, era bueno... en cierto modo. Entró a su habitación casi por inercia se sentía demasiado cansada pero aun así decidió darse una ducha rápida, el sudor y suciedad eran demasiados. Después de esto se adentró en un vacio tan profundo, no pudo ver a nadie en sus sueños y eso la aterraba mas, si embargo se aferró a esa oscuridad atemorizante.
Supo que había encontrado un antídoto a tu tristeza.

Fuera de mi ligaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora