Capítulo 5

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Al parecer aunque yo quería lejos a Asa, el universo hacía lo posible para ponerlo en mi camino, era como si las estrellas se avinieran y se rieran de mi en la cara, creo que tenia que llamar a Dean y Sam porque esto tenia que ser un suceso sobrenatural. Asa estaba conmigo en clases de matemática, medio ambiente y español y justamente en las tres materias nos pusieron en pareja para que hiciéramos el proyecto de verano el cual siempre hacíamos y siempre elegíamos con quien hacer el proyecto, pero este año los profesores decidieron y justamente nos juntaron a mi y a Asa, que fortuna, y Asa solo sonreía, sabia que por dentro se estaba burlando de mi. En serio esto tenia que ser obra paranormal, algún fantasma logro persuadir a los profesores de ponernos juntos, un brujo o algo así, porque me adoraban ver sufrir.

-Opal ¿Me estas escuchando?-Pregunto Ámbar pasando una mano frente a mi cara lo que me hizo reaccionar y mirarla.-Pareces el personaje villano de alguna película retorcida.-Yo hice una mueca como si me resultara gracioso lo que dijera aunque no era así y ella se dio cuenta.

-Es que no puede ser verdad Ámbar. Por años no coincidimos, por años no hablamos, por años hacemos como si el otro no existiera y de repente ¡BUM! Cualquier cosa por patética que sea hace que tengamos que interactuar, no lo entiendo. Pareciera que el universo estuviera conspirando en mi contra.-Ámbar rodó los ojos.

-Deja el drama Opal, siempre estuvo ahí, solo que tu no te dabas cuenta. Siempre estuvo en el mismo gimnasio que tú, estudia en el mismo colegio que tu, el mismo año, vive justo al lado de tu casa y es amigo de Omar tu hermano, en algún momento tenían que coincidir.-Yo asentí y pase la mano por mi cabello.

-Pero eso no paso por años, tiene que pasar...

-Se llama destino, tenían que cruzarse, y al no hacerlo por tanto tiempo  se están cruzando las veces que se tenían que cruzar pero de un solo golpe.-Me queje y puse la barbilla en la mesa.

-Necesito que Sam y Dean vengan a resolver este misterio paranormal.-Ámbar rio y despeluco mi cabello.

-Eres increíble Opal. Cuando termines clases de boxeo pasa por la casa, veamos alguna película.-Yo me levante y mire a Ámbar y negué.

-Hoy regresa mi padre y vamos a tener una noche de películas en familia. Como antes.-Ella sonrió.

-Espero y algún día puedas decirme porque se fue tu madre por tanto tiempo.-Yo abrí los ojos y la mire.-Te conozco desde que tengo seis años Opal, y pude darme cuenta cuando iba a tu casa y tu madre no aparecía en todo el día. Sin mencionar que nunca vino a las reuniones de representantes cuando no se perdía una.-Yo la mire triste, no me sentía lista para hablar de eso con nadie.-Pero tranquila, si no puedes, quieres o no te sale decírmelo lo entiendo.-La abrace con fuerza.

-Gracias por siempre estar para mi Ámbar.-Ella acaricio mi cabello.

-Siempre, aunque a veces tu no quieras.-Reí, ella me soltó.-Ahora me tienes que decir que planeas hacer con Asa.-Pode los ojos.

-Lo que pienso hacer es estar lo mas alejada de él posible.-Ámbar hizo una mueca y alzo los hombros.

-Dudo mucho que puedas hacer eso. Las dos sabemos que cuando Asa te dejo de hablar había un sentimiento...

-Esta muerto, disecado, ni toda el agua y sol del mundo lo hará florecer de nuevo.

-¿Estas segura?-Asentí frenéticamente varias veces.

-Mas que segura.-Ella alzo los hombros mientras reprima una sonrisa, yo rodé los ojos e iba a decir algo cuando vi al equipo de Omar acercarse a nuestra mesa, cuando decía equipo me refería a su equipo de baloncesto; trate de no volver a rodar los ojos.

Perfectos erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora