Perfectos errores

Capítulo 23

Asa me había dejado unos cuantos chupones en el cuello y tenia que taparlos, agradecí a David por regalarme ese gran maquillaje que logro taparme los chupones porque no quería que mi padre viera esos chupones, mataría a Asa y Omar también lo haría porque aunque este de acuerdo con nuestra relación sigo siendo su hermanita. Estaba tan feliz, cuando me levante pensé que había sido un sueño pero no lo había sido, era real; lo que paso anoche pudo terminar en mas si no fuera por los padres de Asa y se que si hubiera pasado, no me arrepentiría. Ahora era novia de Asa y era tan feliz, si unos meses atrás me hubieran dicho esto no les hubiera creído y me hubiera reído en sus caras pero lo que puede hacer el tiempo; alguien toco la puerta de mi habitación y entro Omar.

-Los padres de Asa llegaron anoche.-Yo alce las cejas mostrándome sorprendida cuando ya lo sabia.-Y nos van a invitar el desayuno, así que vístete para que veas a tus suegros.-Me guiño el ojo y se fue, era verdad los padres de Asa son mis suegros y ahora simplemente me puse nerviosa, tenia que vestirme bonita, ¿Qué dirán de mi cabello? Dirán que estoy loca y que una loca no puede salir con su hijo; respire profundo y abri mi closet y saque el vestido floreado que me había regalo la mamá de Asa en uno de mis cumpleaños, no lo usaba casi porque era muy hermoso y sentía que no hacia justicia que yo me lo pusiera, porque era cierto aunque Asa no venia para mis cumpleaños ella era mi madrina así que ella si lo hacia; me puse el vestido y tuve que ponerme otro sostén porque el que me quedaba bien con este vestido estaba en alguna parte de la habitación de Asa, me mire al espejo y peine mi cabello, eche un poco de perfume y eche brillo en mis labios.

Cuando baje los padres de Asa dejaron de hablar para mirarme sonriendo, había olvidado lo amorosos que eran ellos conmigo, la Sra. Stele se acerco a mi y me abrazo, su perfume inundo mis fosas nasales y recordé todos los momentos que pase junto a ella y su hijo, porque cuando me aleje de Asa no solo me aleje de él, también me aleje de su familia que tanto me amaba.

-Como te extrañe manzanita.-Me miro y acaricio mi cabello.-Ese color te queda muy bien.

-Gracias Sra. Stele.-Ella negó.

-Sabes que me puedes decir madrina o Dona.-Asentí y el Sr. Stele me saludo.

-¿Dónde esta Asa?-Pregunte y ellos sonrieron.

-Ya me dijeron que ahora ustedes volvieron a ser amigos.-Dijo el Sr. Steele, yo me ruborice y asentí, sentí una mano en mi cintura y vi a Asa.

-Novios para ser mas claro.-Escuche un grito en la cocina proveniente de mi madre y todos reímos, esa mujer siempre esta en la cocina aunque no vaya a cocinar, nos miro emocionada.

-¡Lo sabia! Sabia que ustedes terminarían siendo novios.-Parecía una niña, miro a Dona y enarco una ceja.-Ahora tu me debes diez dólares.-Mire a mi madre y Asa hizo lo mismo con la suya y las dos hicieron una mueca.

-No se que es peor, que apostaron por nosotros o que tu madre no creías que esto fuera posible.-Dona le dio los diez dólares a mi madre y alzo los hombros.

-No creí que esta niña fuera a admitir que babea por ti.-Me ruborice aun mas si se podía y escuche la risa de Asa.-Pero dense un beso, quiero ver nuestro sueño hecho real.-Yo negué y mire a Asa y el estaba rojo lo que me causo ternura.

-¡Ma!-Ella rió y salieron mi padre y Omar y nos fuimos al restaurant.

Yo estaba en el carro con nuestros padres aunque Dona había insistido en que me montara con ellos, mi padre había dicho que no, que tenia algo que decirme y por su cara no parecía bueno.

-Están castigados, los dos.-Yo mire a Omar enarcando una ceja.-Agradezcan que esto nada mas lo sabemos su madre y yo.

-¿De que estás hablando papá?-Pregunto Omar mirándolo por el retrovisor.