Capítulo 12 (Primera parte)

19 3 2
                                    


Cuando Asa al principio me dijo que Gabriela se vengaría de mi, nunca imagine que haría algo así.

 Se había juntado con las novias de mis exes, y ahora todas me rodeaban al parecer sus novios nunca me superaron o por lo menos ellas no superaron que fueron su plato de segunda mesa, eso claro sin contar a la chica que había irrumpido en la casa de Asa el lunes; yo las miraba a todas esperando ver que tenia para decir, estar en el baño mucho tiempo no es divertido.

-Entonces...-Dije enarcando una ceja.-Si no tienen nada que decir necesito un permiso, tengo cosas que hacer.-Camine hacia la puerta pero ella me la bloquearon.

-¿Sabias que eres la chica mas odiada del instituto?-Pregunto Gabriela, yo me reí y me cruce los brazos y la mire de arriba a bajo.

-¿Sabias que no me importa nada de lo que digas?-Dije haciendo una mueca.

-Te metes con Abigail y ahora lo haces con Asa ¿Quién te crees que eres?-Suspire.

-Creo que soy Opal, y no tengo mas tiempo para perder con ustedes. Tengo clases y supongo que ustedes también, deberían ir para ver si les entra algo mas en su cabezita que odio hacia mi.-Sonreí y camine hacia la entrada pero una de las chicas me empujo no me caí pero si me eche atrás y la mire enarcando una ceja.-¿Eres estúpida?

-Tu eres la estúpida. Eres una regalada, no puedo creer como los chicos se fijan en ti.

-Si soy regalada o no, no es su problema. Vivo mi vida como quiero y si no les gusta no miren chicas.-Dije alzando los hombros.-Después de todo no están obligadas a hacerlo.-Trate de volver a salir cuando todas arremetieron contra mi, me empujaron tan duro que caí al piso y un dolor se transmitió por mi espalda, comenzaron a jalar mi cabello patearme y aunque sabia kickboxing no te enseñan a como sacarte a siete chicas enojadas por quien sabe que encima de ti, solo pude tapar mi cara y tratar de sacarlas de encima de mi; alguien golpeo mi cara y mi ojo ardió.

-Esto es para que aprendas y te mantengas alejada de Asa, Abigail y sus novios. Mas que todo de Asa, aléjate de él.-La mire y aunque tenia ganas de llorar por el dolor le sonreí y escupí sangre en sus zapatos.-Volveremos a estar juntos y se olvidara de ti de nuevo.

-Enserio crees que ustedes dos volverán.-Negué con la cabeza.-Como dicen la esperanza es lo ultimo que se pierde.-Ella me cacheteo y se echo a reír.

-Te ves tan asquerosa.-Para luego irse.

Dure un rato tirada en el piso tratando de no llorar, al parecer yo era la villana de sus historias, me dolía todo el cuerpo; trate de levantarme y pude sentir dolor en el estomago, me sostuve de las paredes y salí del baño, iría a la enfermería, tenia que hacerlo.

-¿Opal?-Fantástico, en el mejor momento vino a aparecer.-Opal ¿Qué te paso? ¿Quién te hizo esto?-Trate de seguir caminando pero casi me caigo, sentí los brazos fuertes de Asa sujetarme y me alzo la cara y había preocupación y enojo en su rostro.-¿Qué paso?-Trate de hablar pero de algún modo no pude, me dolía el estomago, el me cargo en sus brazos y me llevo a la enfermería.

Asa me subió la camiseta y dijo una maldición en voz baja y comenzó a limpiar mi estomago, mordí mi labio para no quejarme del dolor.

-¿Cómo pudo pasar esto dentro del instituto? Se supone que hay vigilantes que están pendientes de todo. El director lo va a saber y la policía también, esto es bullying.-Trate de no reír pero no pude y eso hizo que me doliera mas el estomago, él me miro.-¿De que te ríes? ¿Ah?-Sonreí y el negó con la cabeza.-Te golpean y tu lo único que haces es reírte, mientras yo aquí me preocupo por ti.

-Si supieras quien lo hizo no me creerías.-Asa me paso un vaso con agua y me tendió una pastilla, yo la tome y me levante con su ayuda.

-Ni siquiera esta la enfermera.-Me miro como si acabara de escuchar lo que le dije.-¿Quién lo hizo?-Remoje mis labios y mire al techo.

-Gabriela y ojala hubiera sido ella sola, me hubiera podido defender pero entro con su nueva pandilla.-Lo mire y Asa mojaba un algodón en alcohol, cuando me miro tenia apretada la mandíbula.-Mejor dejo de hablar.

-Cuando termine iremos con el director y denunciaras a esas chicas.-Mire el piso, me sentí tan basura cuando me gritaban lo arrastrada que era, lo perra, fácil, y fea que era.-¿Opal?-Me llamo alzando mi cabeza, limpio una lagrima.-¿Te duele mucho?

-Mi vida es una mierda. Esta mañana escuche a mis padres peleando por mi culpa.

Horas antes.

-Opal esta fuera de control.-Dijo mi madre justo cuando bajaba las escaleras para tomar agua, como siempre hago.-Me voy porque necesito hacerlo, no porque quiera y encuentro a mi hija yendo a fiestas, emborrachadose, con un piercing y para variar con mala reputación en el colegio. ¿Qué hiciste mientras yo no estaba?

-Sé que Opal esta fuera de control, pero no pude hacer nada al respecto, solo quiero lo mejor para ella pero nunca escucha lo que le digo, pero ha tenido que pasar por muchas cosas sola.-Mi padre ni siquiera habla conmigo cobre las cosas, nunca esta en casa.

-Dicen que salio con muchos chicos y con ninguno era serio.-Mi madre se escuchaba preocupada y decepcionada al mismo tiempo.-No quiero que mi hija me llegue diciendo que esta embarazada de algún chico que se escapara de inmediato cuando lo sepa.-¿Por qué todo el mundo cree que me acuesto con cualquiera? Soy virgen, mi madre debería confiar en mi, me duele que ella lo diga.

Ahora.

-Mis padres no saben que hacer conmigo, esta mañana ni siquiera me dirigieron la palabra. Eso sin contar a mi hermano que en vez de defenderme esta de acuerdo con Ámbar. Dice que ella se canso de cuidarme todo el tiempo.-Suspire y limpie otra lagrima, y mordí mi labio.-Y se que tiene razón soy un maldito grano en el culo, ya nadie me soporta.

-Hey, yo todavía lo hago.-Lo mire y sonreí.-Todo saldrá a flote, tienes que demostrarles a tus padres que no eres la persona que ellos creen que te convertiste, se que lo puedes hacer.

-¿Por qué siempre sabes que decir?-Pregunté sorbiendo mi nariz, el rió y despeluco mi cabello.-Enserio, sabes que decir y en que momento hacerlo.

-Es un don supongo.-Fue mi turno de reír y sentí un dolor clavarse en mi estomago.-Bien, trata de no reír. Vamos con el director.-Dijo ayudándome a bajar de la camilla.

***

-Serán suspendidas de por vida de esta institución. NO quiero buleadoras en mi institución, bastante he luchado para que eso no pase.-Dijo el director a las chicas, yo miraba el piso mientras Asa agarraba mi mano. Habían negado todo, pero la sangre en los zapatos de Gabriela que había olvidado limpiar y yo siendo una alumna estrella por mis notas, me creyeron; en ese instante se escucho un toque el la puerta, mis padres aparecieron tras ella y al verme mi madre pego un grito de sorpresa y desesperación.

-¿Estas bien cariño?-Pregunto mi madre agarrándome de la cara, yo hice una mueca cuando me toco la cara, había un morado en mi ojo derecho; ella se volteo y miro a donde estaban las personas que me había atacado.-Agradézcanle a Dios que no puedo golpearlas, las denunciare a cada una. Lamentaran haberse metido con mi hija.-Después de eso llegaron las otras representantes y me mandaron a mi y a Asa a esperar afuera.

-Creo que tu madre volverá a su trabajo.-Yo sonreí y me arrrecoste en su hombro.

-Entonces que se amarren bien los pantalones, porque mi madre es la mejor abogada del mundo.-Sentí el asentimiento de Asa.-Sabes me dijo Gabriela que me tenia que alejar de ti, porque me mataría.

             -Otrarazón mas para que la demandes, no pienso dejar que nos alejemos de nuevo.-Lo                 mire y el me sonrió sentí un leve rubor llegar a mis mejillas y mire al frente,mi corazón                     latía rápido sin ninguna razón y una alegría lleno mi interior,decidí ignorar la verdad por                 un tiempo porque me haría mal y ese tiemposeguiría alargándose.    

Perfectos erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora