capitulo 21

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Raphael abrió los ojos sorprendido, al igual que mike y doni. El pelirerojo aún mantenía la mano de leonardo junto la suya, esta vez sintiendo su calor corporal.

Cada lagríma valio la pena, por que al fin dos almas estan unidad.

Raphael abrazó rápidamente a leonardo, sentía que si lo soltaba, podría encontrarse con el dormido y que solo había soñado que despertó

-estaba tan asustado, creí haberte perdido para siempre- le susurraba dulcemente al oído

-n-no po-podría ir-irme......-se detuvo un poco, ya que aún no podía respirar bien- s-sin......des-sepedir-rme

-no digas eso, yo nunca te dejaría ir- le sonrió

Un abrazo basto para saber que permanecerían juntos, cuando se abrazaron no necesitaron hablar para entenderse, solo con las miradas se decian todo.

-no sabes lo avergonzado que estoy con ustedes-comentó el jefe de todos los hospitales

-no se preocupe, quedo olvidado-habló leonardo

-pero ese sujeto pagará por todo lo que hizo-hablo decidido- ya lo verás, no quedará impune y libre

-muchas gracias por todo lo que hizo con mi novio doctor-hablo raphael

-no tienes por que agradecer-

Esa fue la noticia más feliz de su vida, el tipo que lo daño, pagará su vida en la carcel.
Viviría junto con raphael, viviendo cada día con su amor de toda la vida.

-¡vamos leo!-le gritaba raphael, sin importarle que habian mas personas en tratamiento

Leonardo se encontraba en dos barandillas afirmado, daba pasos lentos y temblorosos, pero que lo llenaban de alegría al igual que sus amigos y raphael; se sentía muy feliz al ver que donatello y raphael se llevaban bien, y no se miraran con esa mirada de odio.

-¡muy bien leonardo!-felicito la enfermera, leonardo le sonrió a todos mientras dejaba escapar algunas lagrímas de felicidad.

Se sentía plenamente satisfecho, no podía con toda la felicidad en su corazón; sabría que pronto saldría del hospital, y que tendría el apoyo de raphael.

-todo esta muy bien con los exámenes que le hicimos a leonardo-hablo el doctor-asi que quedará de alta, pero tendrá que venir a hacer sus terapías sin faltar a ningúna de ellas.

-si doctor, le prometo que no faltaré a ninguna- sonrió esperanzado

-bien, ve a buscar tus cosas a la habitación-hablo el doctor

Raphael tomó el control de la silla de ruedas y caminó junto a ella hacia la puerta, pero el doctor los interrumpio.

-otra cosa, esa silla de ruedas es tuya-comentó sonriendo-no es necessrio que la devuelvas, yo te la regalo

-muchas gracias doctor

No podía controlar las lagrímas, se sentía tan agradecido con todos los del hospital. Sería imposible, no olvidarse de los momentos que paso aquí. Raphael lo había ayudado a no perder las esperanzas, a no desesperarse a aprender a esperar que las cosas buenas lleguen.

Mientras raphael guardaba las cosas de leo en una maleta, el muchacho pelinegro lo veía con una sonrisa; todo esto era gracias a el, saldría del hospital gracias a el.
Lo amaba, y amaba todo el apoyo que le habia brindado cuando el día se nublo.

Incluso en la desesperanza fue una muy buena compañia para su dolor, cuando su corazón se cansaba de vivir, el estaba ahí brindandóle una sonrisa; si caía ahi estaba el, extendiendóle la mano para levantarlo.

Raphael se percató que leonardo tenia la mirada sobre el, entonces volteó y le sonrió haciendo que el muchacho se sonrojara.

-¿estas listo para ser feliz sin mirar atrás?-preguntó sonriendo

-muy listo-

Raphael tomó la maleta y tomó el control nuevamente de la silla.

-¡pues vamos!

Quien iba a pensar que al salir del hospital, serían las personas más felices de aquel mundo lleno de dolor y lagrímas.

El estuvó ahi, y leonardo le agradecería eternamente su gran amor y lealtad; agradecía aquel accidente que lo dejó en silla de ruedas, agradecia las circunstancias en las cúales conoció a raphael.
Y tambíen
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Agradecía este accidente de amor





Fin.....




ACCIDENTE DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora