-Venga, levántense ya -se escuchaba gritar a Hamta desde afuera de nuestra habitación-
Me levante de la cama todavía con algo de sueño y abrí la puerta de la habitación
-¿Qué pasa Hamta? -talle mis ojos y bostece-
-Tengo algo para ustedes dos -se veía muy emocionado-
Salí de la habitación y acompañe a Hamta hasta la sala por decirle de alguna manera, tome una silla y me senté. Hamta tomo un banco pequeño y se sentó, el me miraba sin decir nada.
-Eh? ¿Hamta...?
-¿Si? ¿Qué pasa?
-Pues...decías que era algo importante así que... ¿qué estamos esperando?
En ese momento Avery entro a la cabaña, ni siquiera me había percatado de que ella no estaba en su cama cuando Hamta fue a despertarme.
-Lo siento -Hamta eructo- tenía un regalo para ustedes dos, les conseguí ropa nueva, para que puedan salir tranquilamente a cualquier lado sin que los vean extraño y...esto que conseguí especialmente para ustedes -Hamta extendió su mano y en su palma había dos anillos-
-Vaya...gracias por el regalo, pero creo que es algo innecesario ¿No te parece?
-Solo es un pequeño regalo, aceptémoslo Lea -Avery tomo uno de los anillos- gracias Hamta
-Yo diría más bien adecuado –Hamta reía- solo acéptenlo
Tome el anillo, es de un color plateado, tenía una gema incrustada de un color violeta. Avery fue la primera en ponérselo, yo no soy muy fan de los anillos así que solo lo guarde en la bolsa de mi pantalón.
-¿Que dices lea? el anillo es muy bonito –Acerco su mano hacia mí- solo póntelo
-Siento que son incomodos y además...
-Aja, ¿Y además? ¿Porque dejaste de hablar tan de repente?
Al mirar a Avery su aspecto físico había cambiado, sus orejas eran puntiagudas, sus ojos de un color verde y su cabello de un color azul. Parecía ser otra persona, había cambiado de un momento a otro.
-Solo...mírate, pareces una persona completamente diferente....
Hamta no dejaba de reír al ver la reacción que tuve. El tomo un espejo de mano y se lo dio a Avery para que pudiera mirarse.
-Esos anillos son mágicos, una vez que se los pongan...nunca deben quitárselos, es por su propio bien –Exclamo Hamta con seriedad-
-Pues... no me veo mal, me encanta este cabello de color azul
-Estos anillos los protegerán, cuídenlos bien... recuerden que los humanos no son muy bien vistos en este mundo. Y además las ropas que les regale hacen juego, desde el día de hoy solo serán un par de elfos que vinieron a aprender de mí, Hamta
-¿Y porque elfos? -pregunte-
-Pues tienen gran facilidad en el manejo de la magia, así que si alguien los ve por la villa o cerca de aquí tendrá sentido que este por aquí. Pensaran que son estudiantes míos, aunque hace mucho que no soy maestro de alguien mas
-Algo que no nos has dicho...es la razón por la que odian a los humanos
-Tal vez ya lo harán visto en los libros que les di, hace varios años hubo una guerra y...los que la ocasionaron fueron los humanos, ellos atacaron...pero una vez que termino la guerra ese no fue el final de todo...si no hubiera tenido tanto miedo...Leben....
Mirábamos a Hamta demasiado triste, no como días antes que parecía demasiado alegre y feliz. Poco a poco empezaba a entender mejor todo y creo que Hamta sigue sufriendo a pesar de todo, muchos más deben estar pasándola peor. Y Leben, al parecer era alguien muy importante para él. No quise preguntarle nada más, lo mejor era dejarlo un tiempo a solas, tal vez después podamos descubrir más cosas.
Hamta nos dio algo a lo que llamo zoques, al parecer la moneda que ellos utilizan y una lista con cosas que debíamos comprar en la villa. Ambos nos pusimos los anillos, nos pusimos la nueva ropa que Hamta nos consiguió y bajamos hasta la villa. Era muy extraño ser como otra persona por así decirlo. Al entrar en la villa vimos demasiadas cosas extrañas, la gente o no sé cómo llamarla, muchas tenían un aspecto animal. Todos caminaban en dos piernas o patas, es raro de explicar pero creo que se entiende. Era muy cierto que si un humano se paseaba por aquí destacaría demasiado entre tanta gente. Al ir caminando la gente nos miraba de una manera extraña, algunos nos saludaban. Al terminar de comprar todo lo de la lista subimos hasta la cabaña de Hamta.
Como Hamta no necesitaba nada más solo salimos y nos sentamos fuera de la cabaña.
-Lea...no te has puesto a pensar en cómo la deben estar pasando nuestros padres
-Pues lo había olvidado por completo hasta que lo mencionaste...
-Pues lo más probable es que nos estén buscando por todos lados...perdón si me pongo nostálgica pero...los extrañare...
Yo solo tenía a mi madre, nunca fui de muchos amigos. La única que tengo es Avery y a diferencia de mí, ella tiene más personas que se preocupan por ella. Así que tampoco es que yo tenga muchas razones por las que volver, me está gustando estar aquí y el hecho de querer volver se ha vuelto algo muy secundario. Quiero conocer este mundo...quiero corresponder a la voluntad de mi abuelo, de querer cambiar las cosas...muy dentro de mi algo me llama y cada vez más es más difícil ignorarlo.
La noche cayó y era hora de dormir, me recosté en mi cama y cerré los ojos. Esa misma noche otro de esos sueños apareció. Estaba de rodillas y frente a mi había muchas tumbas, a mi alrededor mío muchas sombras se acercaban poco a poco a mi mientras me rodeaban. Yo solo veía las tumbas y lloraba ¿Qué se supone que está pasando? Aquella niña que antes había visto en mis sueños apareció al lado, me abrazo y dijo "no estás solo" luego de eso sentí tranquilidad dentro de mí, me levante y aquella niña ya no estaba. No me había percatado pero todo a mi alrededor eran árboles muertos, animales muertos...no había nada con vida aquí, ya antes había estado en este lugar...en el primer sueño que tuve ¿Qué importancia tenia este lugar? Y...esa niña ¿Quién es? ¿Por qué escucho su voz, porque me llama a mí?
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Kurh: La Enfermedad Del Bosque (Editando, En Pausa)
FantasyLea un joven, después de algunos meses encuentra el collar que su abuelo le regalo. Al tomar el collar escucha una voz llamándolo ¿Quien sera?. Esta voz lo atormenta durante varios días, seguido de esto se entera de la extraña muerte de su abuelo. J...