Unfamiliars ¦myg+jhs¦

Capítulo 4

"¿Está tu pierna realmente bien?", Pregunta Hoseok incrédulo, poniéndose una camiseta limpia. El extraño pone los ojos en blanco y se sube la pernera del pantalón, un par de pantalones de yoga de Hoseok.

Hoseok se da cuenta del estado petrificado de Yoongi, ojos saltones, cola esponjosa. "Aw bebé", tararea. "Kookie te asustó, ¿eh?" Se agacha pero Yoongi esquiva su mano y corre bajo la mesa de café y sisea otra vez, los ojos nunca dejan a este supuesto humano Kookie.

Pero ahí está, una herida roja, medio curada justo por encima de la parte posterior de la rodilla del hombre. Y de todos modos, los ojos son los mismos, amplios y oscuros, juguetones y observadores. ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo? suena en su mente como una sirena de policía.

Sisea y se arquea, su cuerpo se aprieta y se estremece. Miedo y fascinación y una chispa de coincidencia de optimismo. Si él pudiera cambiar de perro a humano, entonces tal vez, solo tal vez...

Pero todas las cosas decididamente no de gato que Kookie le ha presenciado hacer se derrumban a su alrededor. Ahora, Kookie con la boca y las palabras para hablar con Hoseok. Yoongi siente náuseas de envidia y miedo. Era horrible, su mente era una sirena de esperanza y una esperanza destrozada, una y otra vez.

"Déjale oler tu mano para que sepa que eres el mismo Kookie", sugiere Hoseok, riéndose entre dientes ante el estado de pánico de Yoongi.

Yoongi casi se atraganta con la risa de Hoseok. ¿Cómo puede reírse? Pronto todo terminará, lo arruinará, se llevará a Hoseok lejos de mí.

Mira ferozmente a Kookie, desafiándolo a meter su maldita mano debajo de la mesa de café, desafiándolo a que respire una palabra de su extraño comportamiento de gato a Hoseok.

Kookie pone su maldita mano debajo de la mesa y Yoongi la araña antes de atravesar la habitación para esconderse debajo de la cama de Hoseok. Los otros dos se ríen, Hoseok le pasa un pañuelo de papel para presionar contra las pequeñas gotas rojas de sangre que brotan de su mano, pero Yoongi se arrepiente de inmediato.

"Ah, no entiendo a los gatos", gime Kookie con una sonrisa tímida.

"Probablemente se haya enloquecido de que hueles igual pero, ya sabes", se ríe Hoseok, señalando el cuerpo de Jungkook. "Sin embargo, ustedes dos se llevaron tan bien, lo superará, es un amor".

Las palabras de fe pincharon su corazón culpable. No debería haber arañado a Kookie. No debería haber dejado que Hoseok lo recibiera. Se suponía que no debía terminar de esta manera; él solo quería un lugar cálido para dormir, y Hoseok había sido muy cálido.

"Así que. Jeon Jungkook. ¿En qué tipo de problemas te metiste esta vez?", Pregunta Hoseok severamente.

"Ah, es embarazoso", Jungkook se retuerce un poco, tirando de su pierna buena debajo de él. "¿Conoces esa casa en la colina, con las cabras mascotas? Bueno, a ellas no les gustan mucho los perros. Aparentemente".

Hoseok se rompe en una fuerte risotada. "¿Me estás diciendo que una cabra te metió en el hospital?"

"¡No! No exactamente", Jungkook se estremece de nuevo, con la pierna claramente incómoda. "Son grandes, ¿sabes? Y uno de ellos siguió persiguiéndome e intentando golpearme con la cabeza y yo solo, no despejé la valla cuando salté".

Pone los ojos en blanco mientras Hoseok se ríe y golpea su rodilla. "¿Qué demonios estabas haciendo en el corral de las cabras de todos modos?"

"Solo... explorando. Son lindas, ¿sabes? Supongo que me dejo llevar un poco cuando estoy en forma de perro". Jungkook se rasca la parte posterior de la cabeza y sonríe.