Capítulo 7

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Yoongi se despierta al mediodía, miserablemente sudoroso. Los recuerdos de la noche anterior brillaban a su alrededor, dispersando cualquier otra inquietud. Gira para mirar a Hoseok.

La cama está vacía. Entra en pánico y se odia a sí mismo un poco. No eres así de necesitado, se dice a sí mismo, alisando las sabanas color crema con la palma de la mano.

No le impide el preocuparse por si Hoseok ya se fue de la cama porque se arrepiente de lo de anoche y no quiere incitar a Yoongi. Se extiende sobre la cama y se dice a sí mismo que se calle. Es mediodía, por eso está fuera de la cama por el amor de Dios.

Aun así, mirando fijamente al ventilador de techo girar inútilmente, él inmediatamente repite la noche anterior y busca signos de que a Hoseok no le gustó, que era Yoongi quien lo deseaba más que él.

Se recuerda a sí mismo que Hoseok fue quien sacó una confesión de Yoongi, Hoseok fue quien literalmente llevó a Yoongi a su cama.

Pero ¿y si Hoseok cree que es un error, ahora, a la luz del día? ¿Qué pasa si fue un error? Demasiado pronto para su extraña y delicada situación.

Dios, sin embargo, la forma en que Hoseok me besó. El sabor de su lengua. La mirada perezosa y depredadora. La forma suave en la cual forzó a Yoongi a abrir su boca.

Ya casi está medio excitado recordándolo. La puerta del baño cruje y se arroja sobre su estómago para disimularlo.

Hoseok sale del baño de vapor con los suaves pantalones cortos grises que siempre usa en el apartamento y se seca el pelo mojado. Tan delgado y fuerte, piel de un hermoso color bronceado caramelo. No hace nada para ayudar la situación en los boxers de Yoongi.

Hoseok se da cuenta de que está despierto y sonríe, con el pelo en todas direcciones. "Buenos días, gatito".

Yoongi casi se atraganta. Con el corazón latiéndole en el pecho, trata de burlarse del apodo, pero nunca se sintió tan excitado y amado al mismo tiempo.

"Buenos días", tartamudeó, un profundo sonido grave debido a la mañana en su voz.

Parece hacer pausar a Hoseok, una mirada hambrienta en sus ojos. Pero inhala profundamente y vuelve a caer en el sofá.

"Está tan jodidamente caliente", se queja Hoseok, el abanico del techo apenas sacudiendo su cabello.

"¿Para qué tomaste una ducha caliente?", bromea con un bostezo.

Hace un puchero mientras abanica su rostro con una revista arrugada. "No puedo tomar una ducha fría, simplemente no puedo".

Yoongi se sienta, colocando una almohada en su regazo. "Vamos a tomar un helado".

"¿Para el desayuno?" Hoseok se ríe, levantando una pierna en el respaldo del sofá.

"Ya es hora de almorzar", se encoge de hombros.

No hace falta mucho para convencerlo. "Bueno. Tengo que ir de compras de todos modos".

Es un alivio, la forma en que se llevan bien tan naturalmente, después de la noche anterior. No es que él crea, pero se siente un poco como el destino, cómo concuerdan tan naturalmente a pesar de la locura de sus circunstancias. Aun así, Yoongi no puede sacudirse la sensación de que es demasiado como si nada hubiera cambiado. Todo el día, Yoongi se encuentra buscando a Hoseok sin darse cuenta, dejando caer su mano justo antes de que literalmente se aferre a Hoseok y se avergüence.

Es estúpido sentirse avergonzado, se dice a sí mismo. Nos besamos por horas anoche.

Pero Hoseok no estaba intentando alcanzarlo, y le aterroriza que signifique algo.

Unfamiliars ¦myg+jhs¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora