Capítulo 13

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Mark.

Tocar a Jackson, hace que toda sea mejor. Mi corazón tiene gritas, cicatrices e historias de horror, pero Jackson me hace olvidar el dolor.

Lo necesito.

Lo amo.

No puedo estar completo sin él.

De mala gana, me muevo lejos de Jackson y de su familiar aroma a a océano y salgo de la camioneta. Camino hacia el portero parado afuera de Lou's, tratando de verme como que quiero estar allí, con Jackson justo detrás de mí.

—Identificaciones. —gruñe el portero. Es un gigante calvo con una perilla oscura y tatuajes cubriendo su garganta.

Al menos mis mamá trabaja en un lugar donde se requiere identificación. Eso tiene que ser un poco más seguro que la política de ¨admisión abierta¨ que tiene con JYP.

Jackson y yo le mostramos nuestras identificaciones. Estábamos legales.

Entramos al bar nudista y todo dentro de mí gritaba que huyera. Pero no lo hago, por supuesto. Tengo niños que alimentar. Tengo una familia que cuidar.

Uf.

Toma un minuto para que nuestros ojos se ajusten a la oscuridad, el aire está lleno de humo y huele como a algo... viciado. Puedo distinguir las siluetas de las personas en la esquina de atrás, pero no sus caras.

Jackson toma la iniciativa y lo sigo como un cachorro. Me siento seguro de esta forma.

Camina hacia el barman y le pregunta si mi mamá está trabajando esta noche.

El barman termina de frotar el mostrador del bar con un sucio antes de responder. Es un hombre con sobrepeso que luce como en los cincuentas, pero probablemente no tiene más de treinta y cinco; usa llamativos anillos de oro en seis regordetes dedos en su boca.

Cuando termina de pasar la suciedad del trapo por el mostrador, mira hacia arriba y nos da una charla sobre llamar con antelación, listas de espera y precios. Luego trata de vendernos una desnudista diferente, llamada Dulce Algodón, todo el rato manteniendo su cigarro balanceado en la esquina de su boca. Una mujer medio vestida, que asumo que es Dulce Algodón, camina, pasa a la barra y le guiña un ojo a mi Jackson. Eso me hace sentir enfermo.

—De hecho —respondo, porque estoy perdiendo la paciencia y mí estómago.— Soy su hijo. Necesito verla.

El barman me mira sugestivamente.

Jackson pasa y se pone delante de mí.

— ¿Pensando en un acto mamá-hijo, dulzura? A Lou le encantan esa clase de shows. Apuesto a que, con un cuerpo como ese, te daría el horario de máxima audiencia. —Mira fijamente mi trasero y me siento expuesto, aun cuando mi pantalón me cubre bien.

Escucho a Jackson gruñir, rápidamente digo: —No, necesito hablar con ella.

El barman, dice: —No queremos ningún drama familiar aquí ¿lo comprendes? Le diré que tiene visitas, pero si haces una escena te echaré de aquí ¿Entendido?

El barman me disgusta inmensamente, pero de todas maneras asiento con la cabeza.

De repente, la mano de Jackson está en la parte superior de mi brazo y me siento seguro de nuevo. No hablamos, probablemente porque estoy cerca de vomitar, pero nos entendemos el uno al otro. Su mano baja lentamente por mi brazo y encuentra mi mano. Entrelaza sus dedos con los míos y quiero saltar a sus brazos.

El barman pero nos conduce hacia una puerta oscura y apunta a la parte de atrás.

Esta vez, voy adelante, con Jackson conectado a mi mano, pasamos al barman y entramos a lo que solo puedo asumir que es el vestidor.

Entre tú y yo ; marksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora