Capítulo 19

2.3K 415 43
                                    

Mark.

Tres días después estoy sentado entre mis compañeros de clase, todos vestidos en togas brillantes, esperando a ser llamados hacia al largo podio puesto debajo del aro de baloncesto en el gimnasio.

El día de la graduación está aquí.

Los otros de último año a mi alrededor están susurrando y vibrando con emoción. El señor Im está intentando, sin éxito, ganar la atención de la multitud inquieta y hacer un discurso sobre vivir el día, hacer nuestro propio camino y perseguir nuestros sueños.

El único sueño que quiero perseguir en este momento es el sueño de salir de esa gruesa y pesada toga. Mi camisa y jeans debajo se están poniendo pegajosos contra mi piel. Y mi piel se siente pesada y atrapada debajo del material sofocante de la toga. Y en verdad, verdad no me gusta el traje de graduación.

El gimnasio está lleno de gente, haciendo la aboveda habitación caliente y viciada. Padres, hermanos y otros familiares están en las paredes y llenan las graderías. Es un día esencial para la mayoría de las personas.

Los estudiantes a mi alrededor están saludando a sus seres queridos en la multitud. Seres queridos que vienen a ser testigos del día tan significativo de la graduación.

Sin embargo, no hay seres amados sonriéndome a mí.

Los pequeñines están en la escuela y mi mamá —quién ya no es mi mamá— probablemente ni siquiera sabe que año es, ni mucho menos que su hijo mayor se está graduando hoy de la secundaria.

No estoy triste por esto. Sólo soy consciente de ello.

Miro la fila de compañeros sentados junto a mí. Justo a mi lado está Choi Youngjae, un carismático chico con el que compartí algunas clases. Nos sonreímos aunque no es a quién deseo ver en ese momento. A quince sillas de distancia está mi Jackson, estirando su cuello y mirando apáticamente al Señor Im. Tampoco tiene miembros de su familia aquí.

Pero me tiene a mí.

Miro su rostro hermoso y alzo mi cabeza. Hoy, parece un hombre.

No por su toga, definitivamente no es por la toga. Sino porque su rostro está lleno de confianza y fuerza. Y hoy luce... Satisfecho.

Y le luce bien la satisfacción.

Mira por la fila y nuestros ojos se encuentran. Sonríe sin vacilación, y mi rostro le devuelve la sonrisa como un colegiado mareado.

Amo su fuerza.

La ceremonia continúa. Los nombres son llamados. Diplomas son entregados y hay tanto regocijo en la tierra... O lo que sea.

Cuando el último nombre es llamado, todos lanzan sus birretes al aire y gritan.

Bueno, casi todos.

Jackson y yo nos espiamos y hacemos nuestro camino hacia el otro.

Alrededor de nosotros, padres orgullosos están tomando fotos de sus graduados y adornándolos con flores y abrazos. El caos es alegre y lleno de poder y esperanza. Estoy feliz por todos a mi alrededor. Estoy un poco celoso por su confianza en el futuro, pero de verdad quiero que vivan el día, o lo que sea al que señor Im se refería.

Alcanzo el lado de Jackson y miro su rostro. Me sonríe y trata de meter sus manos en sus bolsillos. La toga brillante está en su camino, de todos modos, y sus manos se deslizan hacia los lados por la tela lacia y brillante.

Me río, suavemente.

—Las togas apestan.

—Sí. —Me sonríe— Apestan.

—¿Quieres deshacerte de ellas?—pregunto, medio bromeando, pero él me toma en serio y le baja el cierre a la suya, revelando jeans desteñidos una camisa blanca debajo.

Me río de nuevo mientras me quito la mía también. Dejando que mi piel y ropa pueda respirar. Dejamos caer las togas en el suelo del gimnasio, y comenzamos a caminar hacia la salida.

Jackson suspira profundamente.

—Así que... Nos graduamos.

Asiento.

—Sí.

—¿Te sientes diferente?

Lo miro de reojo.

—Sí —Mis ojos caen a sus labios y escenas de aquella noche llegan a mi mente— pero no porque nos graduamos.

Él también me mira.

—Yo también.

Seguimos caminando.

Entonces, justo en medio de todos nuestros compañeros, en medio del abarrotado gimnasio donde profesores, padres, BamBam y JinYoung está alrededor, Jackson se estira para agarrar mi mano y la sostiene como si le perteneciera.

Y le pertenece.

Sonrío mientras salimos de nuestra ceremonia de graduación, conectados.

Entre tú y yo ; marksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora