—¡JESÚS!
Esta mujer es Candela pura y si es posible mi miembro se ha puesto más duro con sólo su mirada.
Alexandra mueve su mano de arriba y abajo despacio y al sentir el gemido en él poco a poco va aumentando el ritmo.
Están sentados en un sofá antiguo, largo y sin posaderas para brazos de color marrón muy feo pero cómodo.
—Querida si no detienes tus increíbles manos voy a derramarme y lo que más deseo es probarte entera y perderme en tu cuerpo.
Alexandra lo suelta , él se levanta y se quita muy rápido su ropa, al terminar la mira y ve como le encanta a sus ojos que lo miran fascinados, camina hacia ella lentamente hipnotizandola, la besa fuerte mientras ella responde con el mismo fervor.
De lo primero que se deshace es de la pistolera donde encaja su arma de reglamento, lo que lo pone más cachondo si eso es posible.
Con sus manos desabotona su camisa blanca dejando al descubierto un brassier de encaje color natural, que poco deja margen a la imaginación.
—Ya me haré cargo de ustedes dos—y las muerde por encima de la tela.
Continuó con el asalto y sacó la camisa de los pantalones azules, su placa y zapatos salieron del medio, bajo los pantalones y los acomodó a un lado de sus propias ropa; dejándola sólo con el conjunto de encaje de lo que deshizo rápidamente quedando gloriosamente desnuda, estaba completamente depilada y podía ver perfectamente sus labios rosados.
Se acercó a su montículo y aspiró con fuerza embriagandose de su aroma picante, la excitación emanaba de su cuerpo, le dio una larga y lenta lamida para prenderse de su botón rosado, Alex levantó sus caderas ante tan sorprendente sensación, no sabía dónde poner sus manos en tanto Nathan continuaba con el asalto a sus sentidos hasta que pudo asirse a los cojines que tenía el sofá mientras su cabeza giraba de lado a lado, las manos de Nathan subieron hasta sus pezones para acariciarselo los prenso en sus dedos, Alex sólo lograba emitir pequeños gemidos que alimentaba la necesidad del joven Moreno que amamataba en su centro de placer.
Alexandra no sabía cuanto tiempo ha transcurrido pero sentía que sus piernas temblaban de tanto placer y el sudor perfilaba de su cuerpo, hasta que Nathan pellizco sus pezones dando paso a una corriente eléctrica que descendió hasta su clítoris y estalló en miles de partículas, dejando correr libremente a su crema espesa en la boca de él, al mismo instante Alex emitió un gritito sorprendido de placer y realizaba un arco perfecto de su cuerpo.
—Dios mujer, eres toda una cajita de sorpresa y muy deliciosa.
No espero a que sus temblores cesaran cuando la penetró con fuerza desplazandola un poco del centro del sofá.
La besó dándole de probar su esencia; las acometidas eran profundas y lentas quería disfrutar más tiempo ya que su cuerpo pedía su culminación y no quería que fuera tan rápido, poco a poco su cuerpo y mente empezaron a disfrutar de la carne caliente que apresaba su falo duro y los gemidos llenaban el aire, Nathan mordia su cuello y luego raspaba su lengua para calmar el picor de la mordida y cada vez que lo hacía, sentía como Alex apretaba su pene arrancandole gemidos y orgasmos a la joven.
—Ohhh que increíble no pares, no pares.... dame más.
—¿Es una orden?.
—Por Dios.... siii.
Salió de ella y la volteó quedando con su cara en el sofa y sus pechos apretando el cojín.
Le levantó un poco sus nalgas, se arrodillo encima de sus piernas y desde esa posición la penetró desde atrás, abrió su trasero donde podía ver como su pene entraba en su cuerpo y su orificio trasero que le llamaba fuertemente la atención.
—Aquí vamos....
Las penetraciónes tomaron fuerza y los gemidos y golpes de carne eran más fuertes, la crema espesa se desbordaban de su centro.
Nathan le tomó sus brazos y los puso encima de su espalda, los tenía firmemente agarrado e hizo palanca para penetrar profundamente.
Alex sólo podía boquear buscando aire de tanto placer que recibía; nunca en su vida había tenido tanto como la entrega de este hombre y sentía como cada hueso era derretido por la ola caliente que se acumulaba en su interior que amenazaba con llevarse su cordura.
Su útero recibía cada estocada profunda que le dolía, pero un dolor delicioso que rayaba en la locura y sólo quería más y más.
Nate tomó con un dedo la crema lechosa y la unto en el orificio oscuro del trasero penetrando con un dedo lo que desencadenó un orgasmo de proporciones grandes en Alex que grito hasta quedar ronca.
—Voy Alex... aquí o como tu digas.
—Ahí y más.....Más duro.
—Dios....
Soltó las manos de Alex y puso las suyas en la cadera ejerciendo presión y la penetró más profundo todavía.
Las penetraciónes eran más rápidas como pistones en un cilindro de aire, las venas de su cuello se hincharon por el esfuerzo y cuando la explosión llegó su grito resono en toda la estancia.
Alex sintió como el miembro que invadía sus carnes se hinchaban para luego sentir el líquido caliente en su vientre.
El sintió la necesidad de plantarle un beso en el centro de su espalda, mientras su pene emitía más y más semen hasta vaciarse, hizo más movimientos produciendole un cosquilleo en la parte interna de la joven precipitando un último orgasmo en ella.
Se retiró de ella y se acostó a su lado mientras le daba la vuelta para quedar de frente.
Le retiró un mechón de cabello y la beso tiernamente.
—Hola.
—Hola—contestó Alex.
La abrazó y se quedaron lentamente dormidos.
ES UN CAPITULO CORTITO PARA QUE NO SE QUEDARA CON LAS ANSIAS, SUBIRE PRONTO.
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Serie Ley y Pasión secretos del pasado Libro 2 © #PNovel #PE2018
General FictionSegundo libro de la serie Ley y Pasión, Secretos del pasado es la historia de Adam y Barbara. Adam es un hombre atormentado por la traición de una mujer, su propia esposa, él quedó viudo despues de que la perfida de su mujer muriera en un accidente...