Cápitulo 16 Nueva seguridad.

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En el cuarto estaba los restos de la pasión consumida y el olor a sexo se imprimía en las fosas nasales.

La ropa estaba regada de cualquier manera.

Adam se sentía muy cómodo con el cuerpo caliente de Barbara.

Tenía sus labios succionando su pezón derecho muy a gusto. El olor que su cuerpo desprendía lo tenía borracho. Bárbara inconcientemente abre sus piernas y le deja camino a sus dedos juguetones. Sabe que la va a encontrar dispuesta y no se equivocó.  Juega reiteradamente con el cuerpo receptivo mientras se acuerda del ataque que recibió dentro de su auto camino al hotel. La mujer era fuego haciendo honor a su melena.  Le había hecho parar a un lado del camino,  le quitó las llaves y lo besó con pasión mientras le desabrochaba el pantalón. Esa acción combinada al beso lo puso más duro. Ella separó sus labios para mirar el pene erguido y sonrió.  Se acomodó encima del hombre mientras él alcanzó a poner la silla hacia atrás para evitar algún accidente.

Se empaló con fuerza y ambos gimieron de placer. Las acometidas  fueron duras y rápidas. Adam apretaba con fuerza sus nalgas dirigiendo la velocidad de las penetraciones. Sus labios se volvieron a juntar. Cada uno tomaba el oxígeno del otro cuando la culminación les llegó al mismo tiempo. Adam absorbió el grito de placer y Bárbara ordeñó su falo hasta dejarlo vacío.

En el hotel ya más calmados le había agradecido el gesto de la invitación y el hecho de quererlo consolar. Sus palabras le calaron hondo en su alma, aún no entendía como había podido aborrecerla desde su llegada.

Sintió los temblores del cuerpo al llegar al orgasmo y el gemido sorprendido de placer.

—Adam... oh mi Dios.

—Bienvenida.

—Que delicioso despertar—lo besó como agradecimiento—, tendré pronto mi turno.

—Una promesa.

—No. Una amenaza.

Sólo sonrío.

—Realmente te haz recuperado de tus pies, bien pues te necesito en la construcción.

—¿Y tu gente?.

—Ya pase un memo para dar la explicación oficial. Ahora te la doy personalmente a ti. Primero que todo nunca te culpe por el incendio de la construcción sé que eres muy capaz y sabes hacer tu trabajo. Segundo lo que pasó no fue un accidente o una mala estrategia, fue un asesinato.

—Explicate bien. ¿Cómo que fue un asesinato?.

—Las investigaciones de los bomberos lo determinaron y fui informado luego. Hasta ahora es que tengo oportunidad de decirte. Con tu desaparición y la boda.

—Entiendo. Me has quitado un peso de encima.

—Lo siento. Realmente siento que pasarás por esa situación tan desagradable, cuando no tenías la culpa.

Le plantó un beso para reconfortala.

—Ahora debo decirte de lo que me enterado cuando estuve reunido con tu padre.

—Ay que vergüenza...

—No. No te de vergüenza, tu padre es listo y ecuánime. Pero sobretodo te protege. Eso me demuestra el amor inmenso que te tiene.

—Si, tienes toda la razón. Pero dime de que te haz enterado.

—Siempre me extrañó escucharles decir sobre las líneas construidas de este hotel. Que les parecía conocidas.

—¿Nos escuchaste?.

—Si. Y lo cierto es que sin yo estar al tanto he construido este hotel en base a unos planos que te pertenecía a ti.

Serie Ley y Pasión secretos del pasado Libro 2 © #PNovel #PE2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora