Capitulo 13 Un mejor recuerdo.

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Lentamente le quita el hermoso vestido que lleva puesto, quedando sólo en braguitas. Una minúscula braga.

Ahora si iba a apreciar el cuerpo esbelto de la joven. Lo que no hizo la vez anterior. Sus pechos suculentos con pezones de un rosa oscuro que se habían vuelto en pico, anticipando sus atenciones. Largas piernas y firmes a las que deseaba que rodearan sus caderas, cintura estrecha y caderas con curvas. Le asemejaba a un reloj de arena en el buen sentido de la palabra.

Se alejó un momento de ella y se quitó su ropa quedando gloriosamente desnudo y con su verga apuntando al norte hasta la altura de su ombligo.

Ahora fue el turno de Barbara para admirar su cuerpo.

Un pecho bien formado como los atletas que levantan pesas, unos brazos gruesos y firme, caderas estrechas y piernas musculosas y cuando se dirigió a su centro...

Un miembro largo y grueso que al verlo abrió sus ojos y salivó su boca de anticipación. Deseaba lamerlo entero y entrarlo a su boca para darse una degustación.

—¿Te gusta lo que ves?.

—Si.

—A mi también me encanta lo que estoy viendo y no puedo esperar más Barbara. Necesito borrar los malos recuerdos, incluido el mío.

Se unió con ella en la cama y empezó a adorar su cuerpo con caricias y besos, dándose tiempo a cada rincón y espacio recóndito. Mientras la joven emitía sonidos guturales de placer. Su cuerpo se arqueaba cuando Adam conseguía un lugar erogeno. Descendió hasta sus pies y los lleno de besos así lavaba su culpa y transmitía sus disculpas. Lentamente fue subiendo por sus piernas y llegó a la altura donde se unen ellas, arrancó su braga de un solo tirón y empezó a darse el festín de su vida.

Lamidas perezosas arrancaba gemidos, lo que enardecía al hombre pegando sus labios en un beso húmedo y abierto en su vulva para prenderse de su botón hinchado. La penetró con dos dedos dando fricción a su punto y consiguiendo con ello el orgasmo más caliente de la joven.

Barbara gritaba su nombre mientras se convulsionaba de placer. El se levantó y la besó para que probara su propio sabor. Sabor que lo tenía embelesado.

Lamiéndose los dedos y pasando su lengua por sus labios le dijo:

—Hmm que dulce eres. Dios tu sabor es como ambrosía—.La volvió a besar con más fuerza mientras abría sus piernas para posicionarse entre ellas. Hacia movimientos circulares aumentando la necesidad de ambos y lubricando su pene con los jugos que emitía su vulva.

La penetró con fuerza, empalandose completamente hasta la empuñadura. Los golpes de caderas los tenían envueltos en una vorágine de sensaciones incandescentes.

Barbara lo tenía cautivado con su mirada, no dejaba que se apartara consiguiendo así una conexión más profunda que la de su cuerpo siendo saqueado por él.

Sus ojos le mostraban a Adam el placer que obtenía de él, se oscurecián cada vez que un orgasmo le tocaba. Volvió a juntar sus labios en un beso posesivo y dulce.

Salió de ella y la volteó para colocarla en sus rodillas.

En esa posición la penetró con más fuerza para desatar su propio orgasmo, mientras apretaba con delicadeza sus enormes pezones.

—Dios...ohh Dios.

—No nena... Adam...A..d.am—. dijo entrecortado Adam en el momento de su liberación.

Se quedaron así mientras su pene emitía largos chorros de semen, extremeciendo el cuerpo del joven.

Había sido un orgasmo increíble y estaba seguro que era por ella. Ella que lo tenía hipnotizado con sus ojos y no quería terminar hasta conseguir dejarla sin una gota de fuerza en ese hermoso cuerpo a causa de tanto placer exigido por él. Y lo había conseguido.

Serie Ley y Pasión secretos del pasado Libro 2 © #PNovel #PE2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora