𝑨 𝑽𝑨𝑴𝑷𝑰𝑹𝑬 𝑰𝑵 𝑳𝑶𝑽𝑬

𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙲𝚄𝙰𝚃𝚁𝙾

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—¿Tú no trabajas?

Esa pregunta tomó por sorpresa a JungKook. Ahora estaba en problemas, no sabía cómo decirle a TaeHyung que le había mentido a Jina al decirle que trabajaba como abogado. Abogado sus huevos, él era, literalmente, mantenido por su abuelo. Sabía que debía conseguir un trabajo pronto, pero relamente no sabía qué hacer, y heredar el mundo vampírico de su padre no le llamaba la atención para nada.

Ya era la tarde del siguiente día. El, ahora peliazul, se veía demasiado guapo con ese color de cabello, el vampiro le había dicho que se vería genial, y, como siempre, tenía razón.

Se encontraban en el sofá del salón, con la televisión encendida en un canal aleatorio, sólo era apor ver algo, ya que JungKook se había tomado un "descanso" del día, aunque no sabía si contara como eso, ya que siempre estaba en casa.

Su relación había mejorado, al menos eso pensaba el mayor, aunque nada era muy seguro con TaeHyung. El adolescente seguía actuando un tanto distante, pero al menos lograba sonreír por las tonterías que decía el vampiro, y sonrojarse por otras. JungKook no podía negar que amaba ver sus mejillas sonrojadas y su cara de enfado falso.

—No trabajo.

—¡¿No?! ¿Y con qué demonios nos mantienes?

—Mi abuelo me manda dinero —bufó—. Tú también podrías trabajar, ¿sabes? He estado buscando en qué trabajar pero no lo sé, tal vez me vuelva cajero de un cine, pero eso arruinaría mi imagen de vampiro elegante, ¿lo entiendes? No puedo arriesgarme a tal atrocidad, cariño. La imagen es importante.

—Tienes razón, pero también es importante tener comida, imbécil.

—No me vayas a matar de amor —comentó sarcástico, frunciendo el ceño—. Prometo buscar trabajo. Por cierto, no te he preguntado qué quieres estudiar, cariño, así que te lo estoy preguntando ahora.

El menor le miró por unos segundos, preguntándose internamente si debería decirle o no; no estaba muy seguro de cómo reaccionaría. Aunque sabía que JungKook no se burlaría de él, temía que eso cambiara algo en su actitud, después de todo, su madrastra le había metido la idea de que era algo patético.

Chasqueó la lengua y trató de demostrar que estaba bien, que no temía decir lo que quería estudiar, pero el vampiro ya había notado que algo no andaba bien.

—Quiero ser profesor —soltó, suspirando aliviado por haberlo dicho—. Profesor de historia y de niños pequeños. Y-yo... Es algo que me gusta mucho y tenía planeado estudiar desde hacía mucho. Jina siempre dijo que era patético y que quedaría en la calle con ese trabajo. No siento que todo en el trabajo sea dinero; a veces disfrutarlo te hace ver la vida de otra manera.

—Creo que es perfecto.

TaeHyung calló, cerrando la boca y mirando a JungKook, quien le devolvió la mirada, mostrándose serio. Por primera vez podía decir que sentía ganas de abrazarlo y besar su mejilla, mas se tragó las ganas y mantuvo su compostura.