Capítulo 2 (primera parte)

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Capítulo 2

Lucas, el perro de Nere, se hallaba tumbado al lado de una piscina de aguas rojas. Nerea, llorando y sin poder creerse que alguien pudiera hacer algo tan atroz, corría hacia su animal, hacia, tal vez, su mejor amigo. Todos estaban sorprendidos, ¿quién sería capaz de hacer algo así?

No se podía escuchar nada más que el silencio. Todos esperaban a que Nerea hablase pero ella se limitaba mirar hacia el suelo y a beber una infusión que le había preparado Ara. María y Sara tenían unos grandes dotes como detective, tal vez de leer tanto las novelas de Sherlock Holmes. El caso es que ambas, mientras inspeccionaban la zona en busca de pistas, siguieron lo que parecía un camino de sangre que acababa en el árbol más cercano a la piscina. Allí encontraron una nota donde ponía: 'Esto sólo es el principio'.

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