Capítulo 3 (Primera Parte)

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Capítulo 3

(Primera Parte)

-Son pelos de perro -dijo Sara tras examinar el cuchillo por quinta vez, aún sin creerse que Lucía pudiera haber hecho una cosa así.

Un perro muerto, una mano amputada, un cuchillo con pelos de perro y una sospechosa…

-¡COMO PUEDES HABER SIDO TAN ZORRA! -le soltó Nerea a Lucía en toda la cara. Estaba ella tan cerca de Lucía que al hablar unas gotitas de saliva le cayeron en la cara.

En un arrebato cogió el cuchillo que sostenía Sara y se lo clavó con todas sus fuerzas a Lucía en el pecho. Todos se quedaron sorprendidos ante la reacción de esta. Lucía se desvaneció en el suelo, la sangre emanaba como un manantial manchando el suelo, creando un circulo de sangre a su alrededor. Era inevitable, estaba muerta. Todos dejaron de mirar al cuerpo moribundo y sin vida de Lucía para ver a Nerea. Tenía una expresión rara, un tanto deforme, entre sorpresa y miedo con una pizca de susto. Sabían que ella no era la asesina, y que no había matado a Lucía con malas intenciones, estaba con todos cuando sucedió la muerte del perro.

-Tenemos que limpiar esto -dijo Rafa en un tono preocupado- como lo vea… -pero de repente cortó en seco, como dándose cuenta de que estaba hablando más de la cuenta

-Si quereis limpiarlo yo tengo pañuelos y toallitas desmaquilladoras -era Alex. Vió que nadie reía así que agachó la cabeza como la otra vez.

Sin que nadie dijera nada fueron saliendo a buscar algo con que limpiar la sangre. Rafa estaba a punto de irse pero entonces vió el armario. Fue a cerrarlo y vio la mano amputada con la nota.

-Oh Nora… -susurraba mientras miraba la mano y se le inundaban los ojos en lágrimas-. Tú no te merecías acabar así.

-¿Quién era Nora? -Rafa se sobresaltó, pero luego se calmó al ver a Ara- ¿Tú novia?

Rafa se dió cuenta de la situación y fue a limpiarse las lágrimas pero era demasiado tarde, Ara ya le había visto llorar.

-Era mi casera. Vivo de alquiler aquí. Nada, absolutamente nada de lo que ves ahora es mío. Con la empresa de colonias me iba bien, pero al parecer las del Carrefour vendían más y bajamos desmesuradamente en las gráficas comerciales de perfumería. No tenía como pagarle, su matrimonio era una mierda así que me hizo un trato: sexo a cambio de que viviera aquí. Por eso ponía en la nota lo del matrimonio y el amor.

Ara no sabía que decir, iba a hablar cuando de repente entraron Barbi, Mars, Clau, Sonia y Cecilia que venían a limpiar la habitación

Nefilim Desorientad@sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora