Boku no hero |Escenarios|

Último especial 3/3.

N/A: Pedacitos de kk que llevo en el alma, no se quejen, es la ultima vez en este libro que les diré sobre la multimedia.

-Todoroki Shouto-

Estaba harto, cansado, ya no esperaba nada más de la vida... hasta que apareciste tú. Posiblemente lo más gratificante que me había sucedido en la vida.

Odiaba a mi padre, le guardaba rencor a mi madre, poco a poco me dejaba de interesar mi familia. Pero todo eso parecía desaparecer cuando tus ojos tan intensos me miraban y se filtraban a través de todo mí ser.

No eras perfecta, ni siquiera estabas cerca, tan torpe y descuidada, impuntual, con acné. Pero aun así no parecías rendirte a la vida.

Al principio eh de admitir que sentía envidia, envidia de tu optimismo, de tu forma de ver la vida, pero sobre todo, de tus ganas de nunca rendirte.

No tenías ninguna enfermedad mortal, no habías tenido un oscuro pasado como yo. Tu vida era perfecta y pensé que por eso tenías esa personalidad tan resplandeciente. Entonces me di cuenta de que eras muda.

Recuerdo que cuando me enteré toda mi envidia a ti seguía presente. Entonces te conocí como era debido.

No me acostumbraba a ser el que más hablaba –El único más bien- pero a veces era reconfortante saber que siempre me ibas a escuchar, reconfortante y egoísta. Aunque siempre me perdonabas por esto último.

Tomé como normal pasar tiempo hablando contigo, conociéndote, dejando que me conocieras. Y me agradaba.

Cada vez más.

Recuerdo cuando comenzamos a salir, me lo pediste tú a mi ¿Recuerdas? Esa vez, cuando fue el último día del curso de "lenguaje corporal". Recuerdo que mi examen era leer lo que se me decía cuando movían las manos. Casualmente tú eras mi aplicadora, me pareció extraño pero preferí disfrutarlo. Y vaya que fue así "Sal conmigo, no es una pregunta".

Entonces no me quedó más remedio que aceptar. Y no me arrepiento.

Recuerdo que después de nuestra primera cita vinieron muchas más. A veces tú las pedías, otras veces yo, en su mayoría eras tú, lo siento.

Aún tengo presente cuando iba a salir de vacaciones con mi "familia". Aunque para mí, mi familia ya eras tú. Secretamente no quería alejarme de ti.

¿Sabes por qué? Porque cada uno de tus gestos era suficiente para hacerme salir de los malos pensamientos, porque cada caricia tuya en mi rostro era como escapar de la realidad y cada mirada que me dedicabas me hacía escuchar tu voz diciéndome "te amo", lo sabía, podía reconocerlo cada que veía tus ojos, así como tú podías leer lo mismo en los mis porque eras experta en ver mi alma.

Entonces después de casi rogarle a Endeavor para poder traerte con nosotros, él aceptó. Tu mamá no fue nada difícil, recuerdo que ella me amaba y siempre me pedía quedarme a cenar. Irónico que ahora me odie y no quiera ni verme.

Las vacaciones iban fantásticas a pesar de las malas miradas que mi padre te daba, esas miradas que siempre me intimidaron y que a ti parecían escurrirte como agua. Todo lo contrario a él, que es fuego.

Me tomé la molestia de darte un tour –Aunque no era ninguna molestia- te enseñé la pradera, el río, el puente desgastado que cruzaba el rio y llevaba a la montaña, e incluso te mostré el inicio de esta última.

Quedaste tan fascinada con aquel puente, pude verlo en tus ojos. Pude sentirlo cuando tomaste inconscientemente mi mano y apretaste con un poco de fuerza. Entonces lo decidí, te pediría en ese mismo lugar que fueras mi novia.