Boku no hero |Escenarios|

Especial 1K

¡Se convirtieron en niños!

Eran alrededor de las 8 de la noche cuando habías terminado tu entrenamiento. Solías salir sola después de clases para mejorar tu condición y el control de tu quirk. Escuchaste como tu timbre sonaba insistentemente y corriste a abrir. Grande fue tu sorpresa cuando encontraste a tu profesor Aizawa-sensei parado en la puerta.

—Sensei ¿Qué pasa?— Preguntaste con curiosidad. Tu profesor solo dio un profundo suspiro y se movió un paso a la izquierda.

—Necesito que los cuides hasta que sepamos cómo solucionar esto— Dijo él. No entendías a que se refería hasta que bajaste tu mirada, a lado del profesor se encontraban Deku, Kacchan y Shouto.

Hasta ahí se podría decir que todo era normal, lo único que no cuadraba era que los chicos parecían tener algunos 6 años.

—¡(T/N)!— Gritó Deku con los ojos llorosos mientras se acercaba corriendo hacia ti y se aferraba fuertemente a tu pierna.

—¿Qué?— Fue lo único que salió de tu boca mientras inconscientemente te agachabas y acariciabas el cabello de Deku.

—Si, te mantendré al tanto. Adiós— Dijo el sensei antes de retirarse anteriormente. Dejando a los niños bajo tu cuidado.

Escuchaste una risa de maniaco y viste como Kacchan entraba corriendo a tu departamento.

—¡Oi, fea!— te dijo mientras se arrojaba a tu sillón de la sala —¡Tengo hambre!— alzó sus pequeños brazos al aire.

—Feo tú, cara de culo— Le respondiste mientras dejabas entrar al pequeño Todoroki quien solo te miraba fijamente sin decir palabra.

—¿Cómo me dijiste?— Escuchaste a Kacchan sollozar débilmente —¡Tonta!

Volteaste a verlo y te lo encontraste parado en el centro de la sala mientras te veía y se limpiaba su cara llena de lágrimas y mocos.

—¿Qué? No, no, no, no. No llores— Trataste de calmarlo mientras te acercabas a el lentamente —Te hare de comer ¿De acuerdo? ¡Algo delicioso!

El pequeño rubio asintió mientras se acercaba con la intención de abrazarse a tus piernas pero una pequeña capa de hielo congelo sus pies dejándolos pegados en el suelo. Volteaste rápidamente hacía Todoroki quien se encontraba con la mano extendida y una cara sin expresión con la mirada puesta en Bakugou.

—¡Todoroki!— Exclamaste en un tono un poco alto —Eso no se hace— Le recriminaste. Él pequeño con cabello de dos colores volteó a verte con sus ojos llorosos y te arrepentiste de inmediato —Oh no ¿Tú también? Vamos, no llores —Casi le rogaste.

El niño sorbió de su nariz suavemente —¿(T/N)-san no me quiere a mí?— Preguntó con voz quebrada. Corriste hacía él y te agachaste para abrazarlo mientras el sorbía de nuevo por su nariz.

—Claro que te quiero Todoroki, no digas eso— Él se separó de ti levemente mientras Bakugou soltaba insultos sobre sus pies congelados.

—¿Entonces por qué yo no tengo un apodo?— Te preguntó inocentemente. Te atragantaste con tu saliva y pensaste el algo rápidamente.

—¿Qué te parece si te llamo "Doki"?— Recordaste esa canción de los hombres que parecen crayolas (Uta no prince sama, plz) —Como latido— pusiste tu mano sobre su pecho donde se encontraba su corazón —Además, como abreviatura de tu apellido.