Como sacado de un libro

Capitulo 28 - Despedidas

Lucas gruño como si algo le molestara y jalo de Emma hasta acostarse uno al lado del otro entre la hierba, lo que la hizo reír.

- ¡Lucas! - chilló

- Hueles fantástica ¿Alguna vez te lo había dicho? - Emma se tenso

Por supuesto que no se lo había dicho y él lo sabía a la perfección pero ella solo se limito a negar con la cabeza, Lucas la acerco más a él y fue hasta su cuello, sumergiendo su nariz en él para sentir mejor su olor.

- Mmm... Si, hueles realmente bien

Entonces Emma también lo olio a él mediante la cercanía, Lucas si que olía realmente bien, un olor que no podía ser humano y de ningun otro ser más que del demonio que tenía al lado, la muchacha pudo sentir cómo los pinchazos de electricidad volvían y tuvo que, necesariamente, cerrar los ojos cuando sus emociones estuvieron al limite porque Lucas beso su cuello antes de alejarse un poco.

- ¿Demasiado rápido? - pregunto al sentir el corazón de la joven galopar contra su pecho

- No

- ¿No demasiado rápido? o ¿No voy demasiado rápido?

Emma abrió los ojos y vio algo en Lucas, como un brillo, un brillo en sus ojos hermosamente dorados que antes había creído ver pero que ahora definitivamente estaba ahí.

- Debería detenerme - hizo ademan de alejarse pero Emma lo detuvo

- Está bien 

Lucas sonrió.

- No, no esta bien Emma - Emma levanto la mirada - me voy esta noche - aclaro - no esta bien que tu primera vez sea así

- Pero... 

Lucas tapo sus labios con el dedo.

- No, no hay peros

- Tal vez necesito tener algo de ti

Lucas la beso castamente en sus labios y se separo rápidamente.

- ¿Quieres tener algo de mí? - Emma asintió cautelosa y Lucas suspiro audiblemente - Entonces creo que puedo ayudarte

Lucas llevo sus manos hasta su cuello y saco un collar que Emma jamás le había visto puesto pero que extrañamente le parecía conocido, era el collar más brillante que alguna vez hubiera visto y cambiaba fácilmente de color.

- ¿Qué es eso?

- Es una piedra llamada opal y... y mi más preciada posesión - el muchacho le tendió el collar

- ¿Qué haces?

- Te lo estoy prestando hasta que vuelva

- ¿Por qué?

- ¿No sabes hacer nada más que preguntar?, tómala

- No lo traías antes - balbució

- Suelo esconderlo en un lugar que solamente yo sé

- ¿Y por qué me lo confías a mí?

- Sé que lo mantendrás a salvo - tomo su mano y coloco el collar en ella - ¿Querías algo mio?, ahí lo tienes

Emma sonrió y se lo llevo hasta el cuello.

- ¿Quisieras ponérmelo?

Lucas también sonrió con una sonrisa cariñosa.

- Claro preciosa, voltéate

Emma lo hizo y le entrego nuevamente el dije para que finalmente lo colocara sobre su cuello, se sentía helado al contacto pero sobre todo se sentía increíblemente bien sobre su piel.