Capítulo XIII

5.7K 337 59
                                    

"—Tú eres solo mía. Dilo, dí que eres solo mía.—

Y-yo... Aghh—"

Hinata se despierta de golpe ante ese extraño sueño que acababa de tener, era la voz de Naruto, sintió un escalofrío recorrer toda su columna vertebral, se gira hacia su derecha y observa al rubio profundamente dormido.

¿Qué habrá sido ese sueño? Se pregunta internamente, pero la voz de Naruto parecía estar cargada de ira, lo que le parecía más raro era que la estaba poseyendo de una forma brusca... Tenía que ser solo una pesadilla, él jamás haría eso y se lo había demostrado esa tarde cuando le hizo el amor de la manera más tierna; quizá su mente le estaba jugando una tonta broma, para nada él, se portaría de esa manera con ella.
Quizo levantarse, sin embargo es tomada del brazo y se detiene.

—No dejaré que escapes dormilona—

—Mira quien lo dice— responde.

Naruto sonríe y abre sus azulados ojos, mira fijamente a Hinata; ella no puede evitar sentirse nerviosa, como podía tener ese efecto en ella.

—¿Pasa algo?— pregunta Naruto, al notar un tanto rara a la peliazul.

—Es que... Tuve un sueño muy extraño—

—¿Quieres contarme?— pregunta Naruto.

Hinata lo piensa por un segundo, no estaba totalmente segura de contarle el extraño sueño que había tenido, además; se sentiría apenada.

—No, descuida... Debió ser un simple sueño, nada del qué preocuparse.—

—Está bien. ¿Quieres que vayamos a comer a algún lado o que te prepare algo?—

—Pues comemos algo aquí en casa— responde Hinata emocionada.

Naruto estaba por vestirse, la ojiperla seguía sus movimientos con la mirada, estaba segura y podía dar su vida si fuese necesario por él, porque apostaba a que nunca le haría daño de ninguna manera, así que lo que había soñado fue eso, tan solo un sueño que no significaba nada; sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia el rubio, rodeándolo con sus delicadas manos por la espalda.

—¿Qué sucede?— pregunta Naruto sorprendido.

—Nada, solo quería abrazarte— responde, apoyando su mejilla sobre la espalda del ojiazul.

Naruto pudo sentir como por su espalda resbalaban pequeñas gotas de agua, por lo que sin dudarlo, se gira para ver de frente a la peliazul.

—¿Hey... ¿Qué pasa?— pregunta Naruto, admirando su desnudez y su abultado abdomen.

—Nada, ya sabes que las embarazadas tenemos las hormonas a todo lo que da, andamos sensibles y con cambios de humor.— seca sus lágrimas con el dorso de su mano.

—Ven aquí— con mucho cuidado la atrae hacia él y la rodea con sus brazos. Podía morir de la felicidad en ese preciso momento, por estar disfrutando de ella, su tacto, su amor... Todo eso que alguna vez se negó, por su estúpido temor.

—Gracias— la ojiperla se acurruca en el regazo del rubio.

—Gracias ¿Por qué?— pregunta, depositando un beso en la frente de la mujer.

—Por amarme como lo haces—

Cada vez que Hinata le decía algo tierno, le demostraba su amor incondicional aún sin recuperar la memoria, pues antes del accidente; también le había demostrado lo mucho que ella lo amaba. ¿Cómo le haría? ¿Cómo haría para que ella lo perdonara cuando supiera toda la verdad? Tenía que decirle todo de una vez, antes de que las cosas empeoraran; pero no quería que ese momento de felicidad acabase, joder no; se negaba rotundamente. 
Un silencio se hizo presente, nadie dijo nada más... Solo se quedaron así por un largo rato, sintiendo la piel el uno del otro, como si fuesen a fundirse en un solo cuerpo.

∞ALWAYS∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora