∞ALWAYS∞

Capítulo XVIII

—N-Naruto—

Sus ojos se abrieron por la impresión, debía estar soñando. 

—No, Naruto está muerto. ¿Quién eres?— pregunta desconcertada.

Sentía que todo se desmoronaba a su alrededor, tenía que ser un sueño, no lo podía creer.

Naruto deja al pequeño nuevamente en su cuna.

—Hinata, soy yo— se acerca lentamente a ella.

—No- no es posible— parpadeaba incrédula por lo que estaba pasando.

—Sé que es algo muy difícil para ti, también lo es para mí. Puedo explicarte—

Hinata trataba de mantener la compostura, sentía que todo a su alrededor comenzaría a desmoronarse como una torre de barajas, todo era tan confuso.

—Trata de descansar un poco, podremos hablar y te diré todo lo que quieras saber. Debes tener muchas preguntas que hacer— Naruto se acerca a escasos pasos de la ojiperla, podía sentir su calor, su aroma. Ciertamente era lo que más añoraba de ella.

—No creo que pueda descansar después de todo esto. Si tienes algo que decir, solo dilo. Pero no aquí, vayamos afuera —

Salieron de la habitación del bebé, para adentrarse a la de Hinata; una vez ahí, la ojiperla observa todo a su alrededor tratando de encontrar algún indicio de que todo fuera un sueño, algo fuera de la realidad.

—Hinata— la llama el rubio a su espalda.

—No lo entiendo— se da la vuelta. —Te declararon muerto, Sakura me lo dijo— habla.

—Todo eso tiene una explicación— se acerca a Hinata.

—Pues explícamelo entonces, porque no estoy entendiendo nada—.

Hinata era un manojo de nervios además de no saber que sentía en ese momento exactamente, se sentía molesta, confundida, aturdida, incluso perdida.

—Naruto, dime algo— presionaba.

—Hinata, mientras estaba en coma; escuchaba todo a mi alrededor. Ese día en el que me declararon muerto, escuché que nuestro bebé había nacido, deseaba poder estar a tu lado en ese momento, abrazarte y ver a mi pequeño, me di cuenta de las malas decisiones que había tomado, pensé que morir era lo mejor que podría pasarte, te había hecho tanto daño y cuando creí que podía hacer que eso cambiara, te herí el doble.— algunas lágrimas escaparon de sus ojos. Hinata lo miraba sin decir nada, solo escuchaba. —Pero escuché decir a Sasuke que Fuka aún estaba prófuga y que era probable que intentara hacer algo de nuevo. Quería hacer lo que no hice antes, cuidarte, amarte, protegerte. En ese momento desperté. Fue tanto mi desespero por estar a tu lado que intenté levantarme, comenzaba a alterarme. Después no supe que pasó—.

—Sakura me dijo que vio tu cuerpo, que cuando llegó a tu habitación; no tenías señales de vida— sentía que la cabeza le iba a estallar por tanta confusión que tenía, sus ideas y su voz interna hacían demasiado ruido.

—Sasuke me explicó que era necesario darme por muerto. Me pusieron una especie de droga que provocaba que mi cuerpo no emitiera signos vitales—. Hace una pausa. —Ellos tenían que ustedes corrieran peligro y yo estando en ese estado también. Además, Sasuke me contó que una extraña enfermera se acercó a nuestro hijo mientras estaba en los cuneros.—

Hinata abrió la boca sorprendida, como es que nunca se enteró de aquello.

—¿Sakura sabe de esto?— preguntó.

—Sasuke no quiso involucrarla, todo se mantuvo en secreto. La policía nos ayudó temiendo por nuestras vidas.—

—Dios mío— dijo en susurro.