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Rafa comenzó a incarle al chico con la navaja militar, no lo cortaba a fondo, solo como varias puntadas de aguja.

El chico enredado por las piernas fuertes del maleante, quería salir, pero un movimiento en falso de él  o de su padre y sería el fin.

-¡Tuerto igual soy genial para esto!- rió a carcajadas Rafa al escuchar los sollozos de David.

-Tu hermana lloraba igual- deja de reír- si no fuera por tu padre, estaría ella aquí conmigo, amándome, también tenía una mente retorcida. Lo sabes cuñadito.

-¡No metas a Lía en esto! ¡Ya no! Por tu culpa murió, yo solo la protegía de ti.- enfureció Jaime, volvió a empuñar su navaja suiza, se abalanzó sobre Rafa y tratando de sacar a su hijo del medio, forzejeaba entre las navajas.

-¡Llama a la estancia David!- gritó Jaime una vez liberado el niño.

-Sin tener dos brazos fuertes, sigo siendo más hábil que tú, viejo panzón.- volvió a reír Rafa, como si fuera un juego.

-¡Te cerraré la boca para siempre imbécil!- gritó Jaime y en un esfuerzo, cortó la boca del asesino por la mitad verticalmente.

-¡Aghhhhhhhh!- gritó Rafa con los labios partidos. -¡Maldito!.

Golpeó con su frente a la cabeza de Jaime, mareándolo un poco. Aprovechó que él intentaba recobrar la estabilidad para clavar la navaja en su estómago.

-Gracias por aceptar morir por tu hijo- dijo escupiendo sangre.

Clavó una y otra vez en distintas partes del torso a Jaime, metía la navaja por completo y la volvía a sacar, como era corta, no llegaba a todos los órganos que él deseaba, pero estaba al alcance de los pulmones.

Jaime se retorció hacia atrás, tirado en el piso, dejando a la vista su pecho.

-Gracias, eres muy amable- volvió a hablar con sangre Rafa.

Jaime miró por última vez a David, quien seguía con el teléfono en manos, estático, con los ojos como platos, observando todo.

Alcanzó a decir en un último intento.
-Cuídate, te amo hijo.

Rafa perforó sus pulmones, y siguió apuñalándolo, hasta que su brazo se cansase.

Los de la estancia llegaron demasiado tarde, encontraron a Jaime muerto desangrado frente a su hijo.

Pero pudieron atrapar a Rafa, llamaron a la policía y lo metieron preso.

David, con apenas seis años, vivió la muerte de su familia entera, de forma descarada y sin piedad, por parte de un asesino loco.

El corazón se le llenó de odio, rencor y frustración, su infancia se tornó oscura y...

Tormentos (RAFA 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora