el mayor lo tomó de la mano, el falso arrepentimientode sus actos se hacía notar en cada palabra que soltaba. jooheon suspiró nuevamente inseguro de alejarse o quedarse otra vez a un lado de su esposo.
no posó la mirada en jackson, no quería mirar aquellos ojos que seguramente iban a estar empapados en lágrimas sin propósito.sabía que lo estaba manipulando, era consecuente de cada cosa que pasaba ahí, en ése preciso momento.
─ mirame, por favor ─
jackson se acercó lentamente, teniendo miedo de dar un paso en falso y que el plan que había ideado se fuera por la borda.intentó relajar el enojo que subía a su pechocuando su esposo no lo obedeció, debía controlarse, no podía dejarlo ir.
─ jooheon por favor, mirame ─
comenzó a llorar, no supo como reaccionar a éso, no quiso hacerlo; fue instantáneo. su cuerpo y mente no querían que el menor se fueran.el llanto no era falso, elarrepentiemientoahí era real, total y exclusivamente por el fuerte dolor en el pecho de la compleja idea de que su esposo se iría de su lado.
jooheon lo miró rendido, preocupado por el hombre que tanto ama, por el hombre que prometió siempre estar a su lado.
─ no llores, no me iré ─
"no me iré". no sabía si golpearse o dedicarse los aplausos del hombre más idiota que pueda existir en este planeta. no podía soltarlo, sentía miedo e impotencia al irse a un lado de jackson.
lo abrazó, algo tembloroso al principio. odiaba reaccionar así al ver al rubio llorar, no podía evitar dejarlo ahí, llorando por su culpa.
─ gracias ─
jackson + narrated in first person.
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estaba en una reunión de trabajo en china, aparentemente dos trabajadores que irían a echar un vistazo al lugar para ver si aceptaban los papeles de intercambio.
eran ¿abogados? sinceramente no leí lo que había en los papeles, me entretenía más el dinosaurio de la computadora que no tenía Internet.
tuve que escuchar a mi superior por horas (minutos). casi se me cae la mandíbula cuando escuché que estaban aquí, y que entrarían a la reunión.
satán si estás aquí llévame, éste es el único jodido día en el que no se me ocurre arreglarme. ¡daré la peor primera impresión de mi vida!, le hablé a jaebum rápidamente y fui al baño a arreglar mi cabello u a lavarme el rostro, no sé, me veía como un zombie.
