𝓣𝓸𝔁𝓲𝓬𝓲𝓽𝔂 " jackheon

10

jooheon había tenido una pesadilla horrible, y ahora sólo se permitía llorar silenciosamente mientras acariciaba la mano de su dormido esposo. jackson despertó al escuchar los sollozos que no lograban ser bien silenciados, sus ojos se abrieron lentamente y suspiró sentándose en la cama.

— ¿que pasó? —

su voz estaba algo ronca con su cabello despeinado y sus mejillas sonrojadas por el calor de las sábanas. las cuales cubrían también a jooheon, quién sentía frío.

— ¿tú no te vas a ir verdad? —

abrazó sus delgadas piernas y miró con los ojos rojos y cristalizados al chino, a quién se le rompió el alma al verlo así.

— ¿tú no vas a morir cierto? —

jooheon tenía un tono roto pero inocente, de alguna manera parecía indefenso tal y como un niño pequeño asustado por un muy mal sueño

— ¿tuviste una pesadilla? —

jackson se acercó a el y lo abrazó sentandolo a sus piernas mientras apoyaba la cabeza del menor en su pecho. el último nombrado asintió tomándolo del pijama ya comenzando a hipar y sollozar más fuerte.

— te dije que no le hagas caso a tus pesadillas, nada de eso es real ¿sí? siempre estaré contigo, siempre. te juro que cumpliré eso por más que la cague y no me quieras ver. sé que suena a psicópata todo lo anterior pero eres el amor de mi vida, realmente no podría estar sin ti. —

jackson logró que jooheon se relajara soltando una leve risa mientras escondía su rostro rojo por las lágrimas en el pecho del mayor.

— tú sólo vuelve a dormir, yo te abrazo, así te das cuenta de que estoy contigo en todo momento y que no te dejaré —

jackson se acostó echando a jooheon consigo para atrás, chocando con las suaves almohadas negras. el mayor lo abrazó, jooheon se acomodó y cerró los ojos lentamente mientras suspiraba.

— te amo —

se escuchó de forma suave en la silenciosa habitación que sólo tenía el sonido de sus dos respiraciones.

— igual te amo, si no, no hubiera dicho toda esa cursilería —

ambos volvieron a reír y a medida que las risas fueron disminuyendo el sueño fue aumentando, así durmiendo ambos en tiempos distintos.

— ¡jackson! —

se despertó agitado, mirando a todos lados de la habitación buscando a su esposo. jackson se despertó de la misma forma al escuchar su nombre en grito.

— ¿¡qué pasa?! —

preguntó enfadado con el ceño fruncido, el cuál cambió cuando sintió a jooheon abrazarlo con fuerza.

— no te vayas, no te vayas, no te vayas, perdón en serio, seré un mejor esposo pero no te vayas —

jackson acarició su espalda desconcertado por su actitud, finalmente lo acomodó entre sus piernas como pudo mientras lo seguía abrazando.

— ¿de que hablas?, ¿volviste con las pesadillas? —

jooheon asintió varias veces escondiendo su rostro en el cuello del mayor, quien lo abrazaba suavemente.

— ya pasó, tranquilo. no necesitas ser mejor esposo, no me iré ¿bien? —

jackson suspiró cansado junto con sus grandes ojeras, acarició el cabello del menor haciendo que este igual se tranquilice.

— quédate conmigo, por favor —

susurró nuevamente, con ma voz rota y un pequeño y débil apretón de la espalda del mayor.

— hey, siempre te dije que jamás haría nada de tus pesadillas, mirame; aún no muero o me voy —

jooheon sonrió y se separó con las mejillas bastante rojas, sus ojeras moradas y sus hoyuelos marcados.

— extrañaba mucho tus hoyuelos ¿sabías? —

el castaño besó al menor dulcemente, tomándolo del cuello con una mano para profundizar ése simple beso que por fin demostraba esa pizca de fuego que prometieron volver a encender.

— perdón por despertarte a las 5 de la mañana —

jooheon miró el reloj con desagrado al ver que mostraba esas horas de la madrugada.

— no importa, mañana los dos faltaremos al trabajo si o si. tu mirada está bastante cansada y no creo que el maquillaje pueda seguir ocultando esas ojeras tan moradas que tienes —

jackson acarició sus notables ojeras, dejó un beso en ambos ojos rasgados del menor, los cuáles se encogieron cuando comenzó a reír.

— ¡no hagas éso! me da cosquillas —

jackson sólo rió y abrazó fuertemente al peliblanco como si fuera el peluche más cómodo que existiera.

— es que me gusta hacerte reír, me gusta cuando sonríes —

ambos dejaron un beso en el cuello del contrario al mismo tiempo, soltando otra carcajada. se conocían tan bien que hacían lo mismo que el otro hacía.

— te pones cursi, me gusta. pero vamos a dormir, también te ves cansado y igual tienes ojeras bastante marcadas -—

jooheon se acercó al rostro del más bajo pasando su dedo índice por las ojeras de jackson, quién sonrió quitándole la mano besandolo nuevamente, otro beso con sentimiento, dulce; amoroso.

— vamos a dormir entonces —

se tomaron de las manos y entrelazaron sus dedos. ambos volvieron a acostarse, juntaron sus cuerpos y jooheon subió una de sus piernas encima de las de jackson para comodidad propia.

ambos otorgándole ese calor al otro, el calor del fuego que desgraciadamente volvía a prender.