16.

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sus miradas se volvieron a cruzar, otra vez cada vez que jooheon pasaba cerca de su oficina al querer pedirle algo a algunos de los compañeros que estaban cerca.

su concentración era mínima, deseaba poder ir y decirle cuanto lo ama, cuanto lo necesita y cuanto lo extraña y ha extrañado durante todos estos años. daba un paso atrás cada vez que jooheon lo miraba sin expresión, o tal vez con una decepción y leve dolor que él mismo no lograba captar por lo ciego que estaba al querer recuperar un amor que ya no existe.

no se odian, ninguno es capaz de odiar a la persona la cual dieron todo, con la que se esforzaron por mantener sus vidas, con la que despertaban a un lado y se murmuraban un simple "buenos días, amor".

era tarde, quería esperar a que todos se fueran para poder salir tranquilo de ahí. podía ver por los grandes ventanales que la Luna comenzaba a verse en el cielo con las brillantes estrellas que lo distraian. las brillantes estrellas que veía con su esposo es distintas ocasiones y en otras, con sus varios amantes.

ese brillo que le recordó a los ojos de su esposo, un brillo cristalino que se veía en los ojos de su esposo, acompañado de un notable color rojo y una leve hinchazón que le dieron un sabor amargo a las estrellas.

se sentía un tonto al querer llorar cuando recordó las miles de veces que jooheon lo esperó, las miles de veces que olvidó su cumpleaños, las tantas veces que olvidó su aniversario por estar con otra persona. se había vuelto todo un hijo de puta, un imbécil que no supo aprovechar la inocente y linda relación que tuvo con el menor.

salió con sus cosas ya listas ora irse, vio la gran cantidad de sillas vacías y se sobresalto mirando las cosas de jooheon aún en la oficina que le habían asignado, que, para su muy buena suerte estaba casi pegada a la suya.

─ ¿qué haces aún aquí? ─

su corazón se detuvo al escucharlo, su voz demostraba desprecio y desinterés a su persona, suspiró mientras se volteaba con los ojos cerrados, estaba ahí, pudo sentir el mismo perfume que había tenido siempre dándole todo un golpe de nostalgia.

─ tenía trabajo extra ─

volvió a mentir, y se dió un golpe mental cuando recordó que yixing había hecho a jooheon su secretario y alumno del nuevo idioma que experimentaba el menor. éste, al ser secretario d3 su jefe sabía todo lo que sucedía en cada área de trabajo.

─ claro... no es por ser grosero pero ¿ya te vas?, necesito asegurarme de algunas cosas y dejar todo cerrado ─

jackson suspiró con una sonrisa cínica, no asintió, no negó, no respondió, sólo se quedó pensando en decirle o no, si preguntarle del porque lo trataba como alguien más, del porque siempre intentaba evitarlo.

─ ¿por qué siento siempre que me hablas de que me desprecias? ─

jooheon se había volteado mientras jackson tenía su batalla mental, se quedó quieto cuando escuchó las palabras del más bajo. ¿por qué tenía que responderle? estaba cansado.

─ así me sentía yo ─

ambas miradas se conectaron cuando el menor se volteó, jackson con los ojos abiertos, sorprendido por la reciente confesión de su ex esposo.

─ así me sentía yo con cada engaño, con cada golpe, dios, incluso me drogabas. me hiciste daño tanto física como psicológicamente, me hiciste sentir menos y me lo dijeron tanto... pero yo no les hice caso porque te amaba porque yo no me quería ir de tu lado ─

jackson iba a hablar, a protestar a la nada, a lanzar un suspiro sin propósito, a volver a mentir y decir una de sus mismas excusas de cuando estaban juntos, pero se dio cuenta de que ya no funcionaba.

─ y aún así, eras tan hijo de perra que no te dabas cuenta. tu mismo te convencías cada día en que yo no sabía nada, en que yo jamás me iría, en que ése asqueroso amor iba a durar para siempre ─

las palabras salían cortadas, el nudo en la garganta ardía tanto y sus ojos picaban amenazando soltar las lágrimas que tanto se obligó a guardar por años. aún así, ambos se miraban, era una tortura que ambos seguían y seguían.

ninguno quería dejar de mirarse.

─ tu también fuiste una zorra ─

pero jackson wang tenía que hablar arruinando el incómodo silencio que se había formado, la bofetada de jooheon a jackson se escuchó por la mayoría de pasillos y oficinas.

─ ya vete, ¿quieres? ─

el mayor asintió lentamente y salió cerrando con fuerza los ojos, el golpe ardía cada vez más mediante los minutos pasaban y ¡dios! no sabía que su esposo golpeaba así de fuerte.

cuando llegó a su auto pegó un fuerte grito mientras escondía su cabeza entre sus brazos y el volante. finalmente, rompió al llanto cuando iba conduciendo a su casa. cuando llegó inmediatamente fue a su habitación tirándose a su cama.

quería convencerse en que todo este tiempo había sido un mal sueño, que el despertará asustado con la mirada preocupada de su esposo encima de él.

aún así, sus lágrimas parecían tan reales.

aún así, sus lágrimas parecían tan reales

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no hice pasado equisde.

el final está re cerca y supongo que desde ahora no haré recuerdos del pasado.

¿por qué?, supuestamente todo lo que había en el pasado eran "recuerdos" de jooheon, quiero dejar ver que el ya no recuerda mucho lo que tuvo con jackson ya hace bastantes años.

si no se me ocurre algo que vaya concorde al capítulo y realmente aporte algo importante a este no tengo pensado poner más aquello del pasado.

éso ahre.

𝓣𝓸𝔁𝓲𝓬𝓲𝓽𝔂 " jackheonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora