Una pequeña pelirroja, de unos 5 años de edad se encontraba jugando a ser ninja, se escondía detrás de los árboles, pegaba puñetazos y patadas al aire e intentaba hacer sellos de jutsus.
—Mamá, esa niña es muy rara —habló un niño de la mano de su madre.
—Sí, hijo, no sé qué clase de educación la habrán dado en su casa —dijo su madre mientras la Uzumaki entristecía y se volvía a esconder tras un árbol.
—¡Oye! No deberíais hablar así de ella —exclamó un pequeño rubio con unas marcas en las mejillas—. ¡No la conocéis! —La señora abrazó a su hijo.
—Aléjate de nosotros, monstruo. —La mujer le tiró agua de una botella al rubio y salió corriendo con su hijo.
—Oh, muchas gracias por defenderme —agradeció la pelirroja sonriendo al de ojos azules—. Pero por mi culpa estás empapado, lo siento. —Agachó la cabeza.
—No pasa nada, de veras —dijo el niño.
—Mi nombre es Karen Uzumaki. —Sonrió achicando los ojos.
—Yo soy Naruto Uzumaki, Uzumaki, como tú. —Karen empezó a reír. —Y seré el próximo Hokage, de veras. El año que viene entraré en la academia ninja.
—¡Yo también! Iremos juntos. —Sonrió. —Ven, vamos a hacer algo con esa ropa. —Cogió la mano de Naruto y lo llevó a su casa.
—¿Esta casa tan grande es tuya? —Miró el edificio, que se alzaba imponente en comparación al resto.
—No del todo —contestó la pelirroja—. Una señora llamada Kushina la compró para mí, porque mi madre y ella eran hermanas. —Sonrió.
—¡Guau! —La Uzumaki cogió su brazo.
—Venga, entremos. —Karen sacó las llaves y abrió la puerta.
—Por dentro es mejor que por fuera —comentó el Uzumaki mientras se quitaba las sandalias.
—Espera —ordenó la pelirroja, captando la atención del rubio—. No vas a empaparme la casa, ¿sabes lo que cuesta limpiarla? Mucho. —Se quitó las sandalias. —Así que espera a que te traiga ropa seca.
—Está bien, de veras. —Rascó su nuca.
La Uzumaki subió las escaleras y entró en su habitación en busca de ropa masculina que solía ponerse. Cogió una chaqueta naranja y azul, una camiseta blanca y unos pantalones negros.
Con la ropa en brazos bajó al recibidor.
—La chaqueta te irá un poco grande, pero es lo único que he encontrado —se excusó la Uzumaki sonriendo.
—Gracias, Karen, la guardaré siempre, de veras.
—Voy a hacer la cena, cámbiate mientras tanto. —ordenó la pelirroja, Naruto asintió.
Una vez Naruto se hubo cambiado, se fue con Karen para ver qué estaba cocinando.
—Siento que sea ramen instantáneo, es lo único que sé hacer de momento —explicó la Uzumaki enrojeciendo.
—Tranquila, me encanta el ramen —dijo Naruto sentándose en la mesa—. ¿Por qué tienes tantas flores por la casa? —preguntó mientras tocaba una flor rosa en un bol con agua.
—Son flores de loto, y las tengo porque me encantan, además, mi nombre significa eso, flor de loto —explicó Karen sirviendo el ramen en dos boles diferentes para cada uno.
—Oh, entiendo —susurró Naruto mientras olía el delicioso aroma a ramen.
—Toma —dijo Karen poniendo el ramen en la mesa.
—¡Buen provecho! —exclamaron los dos para empezar a comer.
—Está riquísimo, a la próxima te invitaré yo a comer —comentó el Uzumaki sonriendo.
—Eso espero, mi economía no es la mejor... —dijo la pelirroja sonriendo también.
La cena transcurrió en una agradable charla por parte de ambos, cosa que no habían podido disfrutar desde hacía mucho.
—Ya es muy tarde, debería irme ya, de veras —comentó Naruto, Karen lo miró triste.
—Tú lo has dicho, es muy tarde, deberías quedarte aquí a dormir —sugirió la de ojos azules sonriendo—. Tengo habitaciones de invitados, puedes quedarte ahí. —Karen enrojeció.
—¡Claro! Pero no tengo pijama... —dijo el Uzumaki.
—Yo puedo prestarte uno —habló Karen, Naruto asintió.
Y la Uzumaki volvió a subir a su habitación a coger un pijama de perritos ninja que le iba grande.
—¡Naruto! —La pelirroja llamó al rubio desde arriba. —¡Sube!
—¡Voy! —exclamó él mientas subía, Naruto se fijaba en la decoración de la casa, era preciosa, simplemente sublime—. Ya he llegado —dijo mirando a la Uzumaki que ya se había puesto un pijama de kunais y estrellas ninja.
—Toma, para ti —dijo la de ojos azules mientras le entregaba el pijama.
—Gracias —agradeció el rubio sonriendo.
—Tu habitación es esta, si necesitas algo dímelo —explicó Karen señalando una puerta.
—¡Claro! ¡Buenas noches! —exclamó Naruto adentrándose en la habitación con el pijama en mano dispuesto a cambiarse.
Karen, por su parte, se lavó los dientes y se fue a dormir.
Mientras dormía, la puerta sonó.
—Karen... —murmuró Naruto mientras tocaba su hombro para despertarla—. Karen... —dijo de nuevo con una voz más triste de lo normal.
—¿Qué quieres, Naruto? —susurró Karen adormilada.
—No puedo dormir... —Abrazó la almhoada que llevaba consigo. —¿Puedo dormir contigo? —preguntó él, Karen asintió—. Gracias, de veras. —Se puso al lado de la pelirroja y empezó a acurrucarse entre las sábanas. —Buenas noches, Karen.
—Buenas noches, Naruto. —Ambos durmieron profundamente.
Hope u enjoy 💕
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Don't Leave Me | Neji Hyuga
FanfictionLa guerra siempre acababa llevándose a las mejores personas, Neji y Karen lo sabían, aun así, la despedida se les hizo dura. Es que, se fue de la peor manera posible. -aerhyan | 2018