DULCE DR. MIN

Capítulo 6

Qué es el amor?
Una locura, un estado complejo de la mente y el cuerpo, del que te vuelves preso.
No controlas el momento exacto en que sucede, pero una vez dentro, no quieres salir jamás.
No hay nada más dulce que ser correspondido, no hay nada más aterrador, que ser rechazado.

YOONGI

Han pasado dos meses en los que Jimin no ha recibido visitas de familiares ni amigos, ninguna llamada. Él ha progresado muchísimo; hace ya casi un mes no ha tenido recaídas, ya que ahora se preocupa por tomar su medicina a tiempo y por supuesto yo me aseguro que nada se le pase por alto. Nos llevamos muy bien, incluso lo he llevado a la cafetería del hospital, me he dado cuenta que es incluso más maduro que sus 23 años, es muy bueno discutiendo un tema y casi siempre tiene ventaja en los temas de política. Es muy inteligente lo que lo hace más interesante.

Aunque hay algo que todavía me inquieta…

Invité a Jimin a comer fuera del hospital; claro que está prohibido pero soy del tipo que cumple las promesas y él ha cumplido la suya de tener paciencia durante su internación. Si Jin se entera, estará muy molesto, pero no echaré mis planes, porque para ser sincero creo que estoy más emocionado por esta “cita de fugitivos”,  que el mismo Jimin.

Le compré una camisa blanca (mi color favorito), gafas oscuras, jeans y una gorra, para que pueda salir de incógnito. Y así emprendimos la fuga en la hora de almuerzo.

Me acostumbré a su uniforme celeste tanto que hoy no pude evitar mantener la boca abierta mientras lo admiraba con la ropa que le traje. No cabe duda, es el niño más bonito que he visto en mi vida. Park Jimin me gusta.

Salimos rápidamente en mi auto, y lo llevé a un restaurante italiano donde ya tenía hecha una reservación, Jimin estaba encantado con el lugar, me dijo que la última vez que comió fuera de casa con sus padres, tuvieron que regresar a causa de una de sus recaídas.
Yo por mi parte continuaba siendo un tonto impactado por su belleza y más aún cuando reía y sus ojos desaparecían.

La tarde pasó más rápido de lo que hubiera querido, teníamos que volver por las medicinas de Jimin. Pero cuando me pidió quedarnos un poco más, no pude decirle que no.
Avanzamos hasta un parque cercano y hablamos de él, de los estudios de enfermería que tuvo que abandonar y del cambio de vida que hasta ahora era una constante lucha por adaptarse a sus propios cambios de personalidad y días de espejismos que se esfumaban cuando alguien decía: No es real. Así disfrutamos del buen tiempo y de la naturaleza sentados bajo un árbol al aire libre —Puedes esperar por mí un momento? Yo debo buscar un baño. El asintió y me alejé a toda prisa, la verdad es que antes mientras caminábamos al parque vi una tienda de regalos y no soporto esperar otro día sin decirle, que lo quiero.

No soy bueno con los detalles, por suerte está la dependiente de la tienda para sacarme del apuro.

—Me podría ayudar a escoger un obsequio para sorprender a una persona muy especial? Le dije entre dientes, rojo de la pena. Me mostró un ramo de rosas, chocolates y un gran oso de peluche blanco, decidí llevar este último, me recordaba a Jimin. Sí que sería una sorpresa.