Same room (Dove × Sofia)

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Un día después de haberse conocido Sof y Dove se hicieron amigas sólo que no mejores, aun.

La razón del porque no se hicieron tan amigas es porque había un solo secreto que ambas no habían confesado.

A Sofia le había ido bien en su primer día, había sacado buenas notas.A Dove le había ido como siempre, chicos mirándola y babeando por ella, chicas alabandola y otras celandola pero ella ya estaba acostumbrada a ese trato, aunque ella nunca era lo que los demás platicaban.

Cuando Sofia llegó al dormitorio se encontró con la reja para cartas llena de estas.

Tomó las cartas y papeles, entró al cuarto y se sentó en su cama a revisar el correo, habían 24 cartas, de las cuales 2 eran para ella, las demás pertenecían a Dove.

Las 22 cartas eran de amor, solo para la rubia. Puso las cartas en la cama de al lado y leyó las suyas, una era de su padre, en la cual le deseaba un exelente año, en cambio la otra, era anónima, en un sobre con aroma a café, al abrirla la carta decía lo siguiente:

Sofia, te vi hablando ayer con cierta chica de cabello rubio, al parecer se han llevado bien, no preguntes como se tu nombre, solo lee esto, ella no sabe lo que hace juntándose con alguien como tu, se que eres una chica inteligente, pero ridícula, se que tienes miedo de mostrarte tal y como eres tienes vergüenza de ti misma, si no dejas de juntarte con Dove me temo que tendré que publicar todas tus verdades, incluso la que no te atreviste a decirle ayer a tu nueva amiga, así que ya sabes que hacer si no quieres tener problemas.

Cuando Sofia leyó esto, sintió como si una sensación fría y de temor la abrazó. Rompió la carta junto con el sobre y la tiro a la basura.

Se sentó en el escritorio a hacer su tarea y olvidar todas aquellas palabras. Cuando terminó se recostó en su cama y comenzó a leer el libro Fangirl de Rainbow Rowell.

Dove llegó cansada a la habitación.

-Uf, álfin no más gente al rededor, que tal te fue Sof?

Sofia se limitó a mirarla y siguió en su lectura
-Bien supongo

-que paso dime ?

-nada, esta todo bien

-segura ?

-si

-no te vez del todo bien te noto algo cortante

-no es nada solo quiero leer en paz - dijo tratando de guardar compostura y no enojarse pues Sofia no quería problemas

-oye tranquila, esta bien te dejare en paz

-《deberías hacer eso siempre 》 - susurró Sofia pero aunque no quisiera Dove la escuchó

-espera que dijiste ?

-nada

-crees que ya no debo hablarte?! rumores de quien escuchaste ahora ?

Sofia no quería decir la verdad de aquella carta así que mintió

-No he escuchado ningún rumor sólo que..- pensó bien su mentira - sólo que .. estoy celosa de ti .

Sofia en ese instante no quizo haber dicho lo anterior

- celosa? porque ?

-porque ...porque eres rubia,ammm... todos te anhelan y... y... eres mas bonita

-bueno si te vas a comportar así entonces será mejor que no nos hablemos- Dove se arrepintió en su interior 

-por mi está bien - dijo Sofia, tomó su libro, su paraguas y salio al campus de la escuela llorando por perder a la primera y tal vez unica amiga de la universidad.

Dove aún no entendía porque Sof había actuado de esa manera, ella pensó talvez esta en sus días. Pero su pensamiento estaba equivocado.

Decidió tomar la misma opción que la latina, dejar de tomar le importancia para así calmarse.

Comenzó a leer las cartas que habían en su cama, algunas decían cosas bonitas como "Eres la chica más hermoza de la escuela, me encantaría salir contigo " otras decían cosas más pervertidas "Cuando pasas frente a mi con esa faldita me lo paras y me dan ganas de darte por atrás" y otras decían cosas groseras pero divertidas como "Eres la chica más creída de la universidad ojala y te arrolle un autobús como a Regina George".

Ninguna de sus cartas era como la que a Sofia le había llegado, pero sin ninguna intención, el aroma a café abundó la habitación, Dove creyó que al lado preparaban un ayudante para seguir estudiando a altas horas de la noche, pero el aroma estaba en su propio cuarto.

Aquel relajante olor provenía del bote de basura, a ella se le hacía raro que algo proveniente de la basura oliera tan bien.

Se acercó y tomó los trozos de papel, notó que era una carta dirigida a su compañera de cuarto, trató de armarla para ver que decía, pues un profundo sentimiento le decía que aquella hoja de papel con exelente aroma había hecho que Sofia se pusiera de un humor insoportable.

Cuando terminó, comenzó a leerla, y por la letra supo de quien provenía.

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Sofia llegó a la habitación  con los ojos un poco rojos por los sollozos que había lamentado, pero cuando entró, Dove no se encontraba presente. Sofia se sintió aún más culpable, pues ella creía que Dove no volviera esa noche a dormir, talvez la pasaría en el cuarto de alguien más pero no de la forma pervertida que ya imaginarán.

Sofia no tuvo ganas de hacer nada por el momento, sólo se acostó en su cama abrazando una almohada cayendo dormida.

Por otro lado, la rubia se encontraba en la cafetería del lado oeste de la universidad cerca de la facultad de medicina.

La persona que ella esperaba llegó.

-Cómo pudiste hacer esto - replicó la chica rubia mostrando la carta de Sofia.