CASI UN SUEÑO
*
Mis ojos se abrieron alertas. La luz tan intensa me hizo cerrarlos casi de inmediato. Un gemido muy extraño salió de mi garganta y cubrí con mis manos el rostro.
Pronto me di cuenta que estaba en una enorme cama de blancas sabanas. Miré a mi alrededor. Todo era blanco, sin una pizca de color y la intensa claridad las rimaba mis ojos, que entre cerré intentando descubrir el lugar en donde estaba. Definitivamente no era la habitación del hotel en el que estaba hospedado o mi propia habitación en casa. Una ansiedad se apoderó de mi cuerpo como si deseara estar ahí ahora mismo. Solté un suspiro cansado y hundí mi cabeza en la suave y mullida almohada en donde había estado descansando. Volví a pasar las manos por mi rostro tenso y giré un poco la cabeza encontrándome con un buró de madera oscura de muy buena calidad.
¡Oh, Maldición! Gemí. Me dolía la cabeza y me ardían los ojos.
Tenia que salir de ese lugar desconocido sentía que era una prioridad ahora, así que me moví con torpeza sentándome en la cama, descubrí entonces que solo estaba vestido sólo con la camiseta sin mangas que había estado usando el día anterior y unos boxers. Miré por la habitación notando en el acto lo espaciosa que era. Busqué con la mirada mi ropa.
La puerta se abrió sin aviso. León Harrison entró vistiendo unos jeans ajustados a sus largas piernas y una camiseta roja de diseño, su cabello rubio estaba alborotado y húmedo, seguro por el baño. El olor del jabón y la frescura que emanaba su atrayente personalidad llegaron hasta mí al mismo tiempo que el aroma del café que llevaba una charola con una taza grande y humeante. En su atractivo rostro se dibujaba una sonrisa enorme.
- ¡Buenos días! - acomodó la charola sobre la superficie del mueble adosado a la pared a un lado de la cama y me miró algo tímido mientras hundía sus manos en los bolsillos de sus jeans -. ¿Cómo te sientes?
- Yo...¿Qué hago aquí? - pregunté sintiéndome algo avergonzado, ¿Por qué? No lo sé.
Me miró como buscando algo de mí. Me sentí inseguro mientras sus ojos verde-dorado escrutaban mi rostro.
- ¿No lo recuerdas? - me preguntó frunciendo apenas el ceño.
Moví la cabeza negando.
- Realmente no. - le miré inquieto. - Imaginó que tomé alguna bebida y...
- Cerveza, solo un par de ellas - me dijo antes de darme la espalda.
Me levanté casi de inmediato, fue como si hubiese un resorte en mi trasero que me obligara a hacerlo. Pasé una mano por mi cabello, seguramente despeinado. Inquieto me acerqué a él y lo tomé del brazo girándolo hacia mí.
-¿Qué he hecho? - demandé con voz ronca. - Necesitó saber...
En mí cabeza empezaron a llegar imágenes y sensaciones que me enchinaron la piel. Mi memoria apenas clara estaba pasando ante mí con pequeñas escenas de lo que había hecho el día anterior. La sala de juntas, mi reunión con Oscar Jameson, el director de HSC, la inesperada llegada de León Harrison y su acoso visual durante el resto de la reunión, después su invitación a tomar una copa. Me tomé un agua mineral con limón y luego algo sucedió que me vi a mismo dar un trago a una botella de cerveza, terminarla y luego otra y luego...
Podía sentir el sabor de la cerveza y un nuevo sabor que... Nuevas imágenes llegaron hasta mi cabeza y abrí los ojos mientras descubría cual era esa nota diferente en mi boca. El sabor de León Harrison en mis labios. Sentí palidecer y di un paso hacia atrás trasbillando horrorizado.
-¿Qué he hecho? - Caí sobre la cama mirándolo sin poder creer lo que había hecho.
León no respondió , me miró por unos segundos sin mostrar alguna expresión en su rostro de súper estrella.
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DESPERTAR (Julio 2014)
Romanceseguir las reglas y continuar una vida llena de amargura. "¿Puedo en algún momento romper todas ellas y despertar a una vida que está lista para recibirme? Temo lo que pueda pasar y a pesar de todo quiero al fin ser libre. Tengo treinta y cinco años...