Punto Cero

Nuevos amigos

Sebastián siempre trataba de no involucrarse en problemas, buscaba ser el hijo, estudiante y amigo perfecto. Es por esa razón que nunca había dejado Agustín solo, aún cuando sabía que era una mala persona. Cada vez que alguien le comentaba sobre las actitudes de su amigo, él los hacía callar pidiendo que entendieran que todo era parte de su inmadurez. Sin embargo, esta amistad no le impidió formar lazos con Joaquín, por la misma razón evitaba involucrarse en los problemas que tenían entre ellos sus dos amigos.

Nunca supo que su amigo tenía una novia ni mucho menos que esta era María José, lo cual era un gran problema. Siempre sospechó que Agustín estaba obsesionado con ella, sabía muy bien que no sentía amor, porque lo había visto coquetear y estar con otras chicas. Sin embargo, ella despertaba en su amigo algo oscuro, cada vez que los chicos comentaban algo sobre ella, él perdía la cabeza y más de una vez vio como amenazaba para que nadie se le acercara, con la excusa de que era muy frágil, aunque a Sebastián siempre le pareció que María José era muy fuerte y una líder nata.

Luego de esa tarde en la cafetería, la llevó a la policía donde la interrogaron por largas 5 horas, entregó el juego y aviso a la familia de sus amigos que habían nuevas pruebas.

- Si quieres puedes irte a mi casa, para no estar sola esta noche - María José vivía en un pequeño departamento cerca de la universidad

- Gracias, no podría dormir tranquila sabiendo que no hay nadie conmigo, menos cuando me quitaron el celular - la policía le había pedido el teléfono para rastrear los mensajes.

Él la envolvió en su chaqueta y la llevó en auto, una vez en su casa preparo algo para tomar.

- ¿Es tu hermano? - pregunto ella mientras tomaba una foto de la mesa de centro

- Sí - dijo él con un tono de pena - nunca he podido superar su muerte, así que creo que por eso nunca juzgué a Joaquín, es difícil superar la partida de un ser querido

- Gracias por creer en él, yo no lo pude ayudar pero tu no te diste por vencido- 

- Era mi amigo y me gustaría que tu también lo fueras, yo sé que la gente no se acerca mucho a mí porque creen que soy pesado pero ya ves, los prejuicios no son buenos

Ella sonrió, y se acomodo en el sillón, nunca fue muy cercana a Sebastian, pero agradeció su apoyo, luego de la muerte de su novio pensó que nunca se sentiría segura.

- Cuéntame de tu familia- 

- mmmm es demasiado normal - él sonriendo - mi padre es muy demandante, luego que murió mi hermano, yo pasé a ser el mayor, por lo tanto me exigen demasiado

- Siempre creí que eras un idiota, te vi molestar a muchos chicos en la universidad- 

- No voy a negar eso, pero el medio te obliga a veces hacer cosas que no quieres - 

Sebastián era el líder de su gran grupo de amigos, pero eso no quitaba que se viera influenciado por Agustín, muchas veces aislaban a algunos chicos simplemente por no encajar con ellos. Él pensaba que en la universidad eso terminaría, pero no contaba que la gran mayoría de su círculo escogerían la misma institución, así que una vez allí no se esforzó por buscar nuevas amistades.

- Creo que no soy el único que hizo cosas para encajar - él sabía que Joaquín también se había ensuciado muchas veces para ser parte del grupo

- ¿A qué te refieres? - preguntó María José

- Me refiero, a que tu novio tambien hizo cosas, ¿recuerdas al niño que llegó el primer semestre, ese que usaba lentes? - a principio de año junto con los novatos había un chico muy alto que usaba unos anteojos enormes, le gustaban los videojuegos y el heavy metal, Joaquín se había encargado de ridiculizarlo en todas las clases de cálculo - el pobre nunca más volvió luego de una broma planeada entre Agustín y él

- No lo sabía - respondió ella un poco confundida

- Creo que la universidad puede ser un punto de partida o simplemente acrecentar tus miedos e inseguridades, y estoy segura que nosotros sacamos lo peor de él, aunque sospecho que su cambio de actitud en el último tiempo fue gracias a ti.- 

- Creo que Agustín lo comenzó a presionar aún más cuando él se alejo de ustedes, las chicas decían que se había cansado de intentar encajar y que al fin asumir lo fracasado que era, pero sé que lo hacía por mí - 

Esa noche ambos comenzaron a unir la historia de Joaquín, aún faltaba descubrir por qué alguien lo habría amenazado con matar a su novia.

- ¿has visto mi celular? -

- Creo que lo dejaste en la cocina cuando preparabas el café - Sebastian se levantó a la cocina, cuando vio su reloj - Oh Dios! son las 7 de la mañana, si quieres descansar puedes dormir en mi pieza yo me acuesto en el sillón - dijo Sebastián mientras buscaba su celular - ¡espera! tengo unos mensaje de la Trini -