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Muchas veces me había preguntado el por qué nunca había aceptado tener sexo. No era una mojigata, pero tampoco disfrutaba tanto mi cuerpo aguantara de mi sexualidad.

Muchos hombres solían llamarme calienta braguetas, pero simplemente cuando llegaba ese momento, no podía. Me ponía muy nerviosa, me asustaba y algo en mí me provocaba salir corriendo. Y para ser honesta, nunca tuve buenas experiencias con los hombres, siempre que intentaba algo serio con ellos, terminaban cagandola de alguna manera.

Supongo que estoy resignada y ya me da flojera pasar una y otra vez por lo mismo sabiendo que a mi edad, el resultado siempre será el mismo: chicos hormonales que sólo quieren meter su pene en cualquier chica con vagina.

Salgo del club como Luke me lo pidió a la hora que acordamos. Tuve que pedirle a las chicas que me hicieran el favor de ayudarme y sin duda Tessa me hizo el favor. Me despido de ella y veo a mi alrededor en busca de Luke, pero nada. Sólo había borrachos vomitando y fumando, chicas llorando y los guardias viendo que nada se saliera de control. Suspiro y saco mi celular y llamo a Tessa, mi amiga no contesta y sólo puedo pensar en que él me había dejado plantada.

¿Se le habrá olvidado?

Miro algo molesta de nuevo, pero el resultado es el mismo.

Él no está.

Entro con furia al club y la música se burla de mí. Siento que todos lo saben y todos me miran con lastima, pero sé que sólo son ideas mías. Camino hasta volver con mis amigas y entonces cuando me miran, me ven sorprendidas y tras contarles lo ocurrido se apenan y me entregan un caballito con tequila.

- Hasta el fondo -me dice Tessa para animarme.

Lo observo y sin pensarlo me lo tomo todo. Apenas vuelvo a la realidad, y ya tengo otro al frente y también lo tomo.

- A la mierda los putos hombres -me dice Kira, mi amiga, para animarme.

- A la mierda -le contesto.

Bajamos a bailar y yo más relajada bailo y canto. Tessa llega con la botella y me hace tomar, pero yo trato de impedirlo.

- Vas a dormir en mi casa -me dice para que acepte-. Tus padres no te verán.

Me dan segundos de tequila, siete es lo que aguanto y me los tomo con trabajo, pero una hora despues, todo me vale madres, bailo con un sexy chico y dejo que me diga que estoy bonita. Volteo a ver a Tessa y ella ya está comiendose a el amigo de mi nuevo amigo. Me río y entonces sigo bailando.

¿Por qué me atormento con ese hombre? Esta claro que sólo soy interesante para él porque soy su asistente, soy muchísimo menor y supongo que soy bonita. Ah, y me quiere quitar la virginidad.

Molesta, me giro para poder ver al chico, y sonrío mientras lo tomo de la mejilla.

- ¿Cómo dijiste que te llamabas? -le pregunto con algo de trabajo.

Mi lengua ya está algo dormida y me trabo.

- Chuck -me contesta mientras me mira con una sonrísa de lado-. Chuck Turin.

- Como los chocolates -le digo divertida al escuchar su apellido-. Adoro ese chocolate amargo y el clasico.

Se ríe al escucharme y sólo niega con la cabeza.

- Si te dijera que escucho aquel comentario siempre, ¿Me creerías?

Encojo los hombros.

No tengo cerebro para procesar o pensar ahora.

- Estoy borracha -le respondo-. No me hagas ese tipo de preguntas tan completas porque sólo asentiré.

Chuck suelta una carcajada, tiene linda risa y sonrísa. Sonrío al ver su diversión.

Daddy's cherry lips - lrh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora