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Entré a la oficina de Luke sin llamar, pero al instante me arrepentí al ver a alguien más ahí.

Era una señora rubia, de unas cuarenta y algo y vestida con un vestido negro y cirturón rojo. Era guapa, elegante y me miraba seria.

- Yo... -comencé a decir nerviosa.

La secretaria apareció detrás mío rápidamente y se detuvo de golpe al ver a su jefe y a la señora confundidos.

- Lo lamento, señor y señora Hemmings -abrí los ojos al escuchar eso-. Ella no me hizo caso y yo...

Cuando escucho señora Hemmings, quiero matarme.

¿ES SU JODIDA ESPOSA? NO PUEDE MALDITAS SER. ELLA ES MUCHO MAYOR QUE ÉL.

Miro a Luke sin poder creerlo, y entonces él los abre y se levanta de su lugar asustado.

- Es mi madre -dijo en alto provocando que su secretaria guardara silencio y la señora lo mirara confundida. Él bajo sus ojos a ella y subió su mano y a su cabello y comenzo a decirle-: Ella es la hija de la secretaria de Jack.

La señora me miró y comenzó a asentir lentamente.

Y así es como había acabado aquí, sentada en un sillón frente a la mamá de Luke y frente a él.

- ¿Cómo te llamas? -me pregunta la madre de Luke.

- Noora -le contesto atropelladamente.

Me acomodo el cabello detrás de la oreja mientras asiente y me escanea.

- Noora, -comienza a decir- resumo que si abriste la puerta tan urgentemente es porque tenías algo importante que decirle a mi hijo.

Alza su ceja izquierda y me paso la saliva.

- Yo... -¿Ahora qué le decía?- Yo vine porque... -debo inventar algo- Vine porque él me dejó a su perro a mi cuidado, -la señora alza su ceja de nuevo- y el perro de su hijo -eso lo digo con intención- se comió mi ensayo así que me mandaron a detención.

La señora frunce el ceño y voltea a ver al ricitos de oro que me miraba asustado.

- Luke -le comienza a decir- no sabía que tenías un perro.

El rubio la mira con los ojos muy abierto.

- Lo acabo de adoptar -le dice con poca seguridad-. Lo adopté, pero fumigaron mi casa y tuve que encargarselo a ella.

- ¡¿Fumigaron tu casa?! -exclama preocupada.

- Sí -chasquea con la boca-. Pulgas por el perro.

Niega con la cabeza.

- ¿No lo llevaste al veterinario antes de llevartelo a tu casa? -le pregunta.

- No lo pensé, pero -voltea a verme entonces- ahora que ya está todo bien y que el perro está limpio, voy a recogerlo al rato. Lamento que mi perro te haya hecho eso -se levanta-. Te acompaño por el taxi -me jala y me para del asiento de un momento a otro. Me veo saliendo de su oficina y me lleva frente a todas las miradas al elevador, nos mete y cuando las puertas se cierran, me mira y me grita-: ¡¿Estás loca?! ¡Casi nos descubre mi mamá!

- ¡No sabía que estaba aquí! -le contesto apurada.

- ¿Que vienes a hacer aquí a esta hora? -me pregunta molesto- ¿No se supone que deberías estar en la escuela estudiando?

- Vine a aclararte algo -le digo al acordarme de mi proposito.

- ¿Qué cosa, Noora? -cuestiona haciendome mala cara- ¿Que cosa vienes a aclararme ahora?

Daddy's cherry lips - lrh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora