Capítulo I

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«Es inevitable que todo lo bueno llegue a su fin.»

Joel

Me levanto de la cama para ver quién llamaba con tanta insistencia, tomo las sábanas de ésta para cubrir mi cuerpo desnudo.

-¿Quién es, Joey?- cuestiona Erick, quien desde la cama me observa.

-Es... ¿Renato? ¿Por qué llamará tan tarde?-la noche se había adentrado hace unas horas.

-¿Diga?, ¿Qué pasa? ¿Erick? Sí, está conmigo, ¿Urgente? Allá estaremos a primera hora. Descansa-cuelgo la llamada y me recuesto a un lado de Erick nuevamente.

-¿Qué quería, amor?-sus manos acarician mi rostro con dulzura, deja un suave beso en mis labios antes de que pueda responder.

-Ni idea, bebé, sólo nos citó mañana a primera hora en su despacho.

-Joel...-Erick habla por lo bajo.

-Dime, Er-miro sus ojos, lo cuáles me miran con cierta pizca de temor.

-Tengo miedo, tengo un mal presentimiento, siento una presión en el pecho.

-Oh, amor, nada de que preocuparse-le regalo una de esas sonrisas que llenan de tranquilidad.

Siento sus manos viajar tímidamente hacia mi cuello, me atrae hacia sus labios para besarme, su nariz choca con la mía, nuestras respiraciones se están mezclando. Al principio fue un simple roce de labios, hasta me tomé entre mis dientes el labio inferior de Erick para succionarlo con suavidad, soltó un jadeo al sentir la mordida que le brindé, comenzando así con un beso más apasionado, me incorporé sobre la cama, quedando sentado para que Erick pudiera sentarse a horcajadas sobre mí.
Cuando estuvo encima de mí, llevé mis manos hacia su espalda, haciendo movimientos ascendentes y descendientes, mis manos topan con su espalda baja, tomo su trasero y aplico presión para que sienta mi erección. Mis manos se deslizaron en sus muslos, causando que Erick suelte un suspiro tras otro, acuna mi rostro entre sus pequeñas y suaves manos para profundizar el beso, de un momento a otro Erick comienza a moverse sobre mí, provocando así una fricción entre nuestros miembros que logra enloquecerme. Nuestras pieles rozan entre sí, puedo sentir su miembro chorrear líquido preseminal dándole a la situación una perfecta lubricación.

-Joey, por favor...-jadea mientras deja un camino de besos húmedos por todo mi cuello.

-¿Qué quieres que haga? Sólo pídemelo-hablo cerca de su oído con mi voz ronca.

-Quiero... yo... quiero que me hagas el amor, esta noche no quiero tener sexo, esta noche quiero que me hagas el amor-se acerca a mis labios y los besa con desespero-, por favor, Joey.

-Claro que sí, mi amor-atrapo sus labios en un suave y lento beso.

Llevo mis manos hacia sus caderas y acaricio suavemente, su piel es perfecta, él es perfecto.

Erick sube sus manos a mi nuca y enreda sus dedos en mis rizos, para después acariciar con suavidad.

Minutos después de estar así, Erickin comienza a moverse lentamente sobre mí, dando pequeños brinquitos, simulando penetraciones, sus besos bajan a mi cuello, dónde comienza a chupar y mordisquear, dejando en su lugar una marca segura.

En un movimiento rápido lo acuesto debajo de mí, abro sus piernas sutilmente y me acomodo entre ellas, es mi turno de marcarlo.

Beso su boca lentamente, esta vez mostrándome algo deseoso, bajo mis besos por su mandíbula, hasta llegar a su cuello, ahí beso de manera sutil, me acerco al lunar de Erick y tomo su piel entre mis dientes, para después succionar su piel, incapaz de controlarse, Erick suelta un gemido de placer al mismo tiempo que arquea su espalda y echa la cabeza para atrás, dándome más acceso a su cuello, paso la punta de mi lengua delineando la circunferencia de su lunar para después succionar el lunar. Seguramente quedará una marca ahí.

Love You Goodbye «Joerick»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora