«Por la forma en que me miras sé que no viniste a disculparte.»
Erick
Aquella tarde regresé al departamento de Christopher, no le conté lo que pasó, pero si cumplí mi promesa, y jamás volvió a salir una lágrima de mis ojos, al menos no frente a él.
Han pasado dos lentos y martirizadores meses, la gente comenzó a felicitar a Joel por su boda, algunas fans lo felicitaron y otras no estuvieron de acuerdo.
La fecha está cerca, hace unos días, una chica muy hermosa se hizo presente en casa de Christopher, no venía sola, venía con Joel, para mi desgracia fui yo quien abrió la puerta, Zabdiel y Richard se encontraban en casa, en cuanto vieron quién estaba en la puerta, se acercaron a mí, tratando de alejarme de esa escena, pero antes de que pudieran quitarme de ahí, ella entregó en mi mano una invitación en un sobre blanco, con su nombre y el nombre de Joel a un lado.
No dije nada, sólo bajé la vista y miré aquella invitación a su próxima boda. Levanté la vista, le dediqué una mirada fugaz a Joel y me alejé de ahí sin despedirme, dejé la invitación en un sillón y subí corriendo a la habitación de Christopher a encerrarme.Ese día pasé horas y horas llorando, una vez más, Joel Pimentel había logrado que llorara.
Hace un mes Christopher y Zabdiel empezaron una relación, ahí fue cuando me di cuenta de que era hora de marcharme de su casa.
Junté todo el valor que pude y regresé a aquel departamento, Chris no estuvo de acuerdo, pero insistí tanto que no le quedó de otra mas que aceptar, una noche Zabdiel y Chris me llevaron al departamento, me ayudaron con mis cosas y llevaron algo de comida en lo que iba de compras.
Esa noche cenamos juntos, pidieron pizza, la pasamos bien, y por primera vez en tres meses me volví a reír, después de ver cómo Christopher trataba de sacar una ardilla de la sala, la cual no sé cómo entró, quiso darle con la escoba, pero la ardilla fue más veloz y lo mordió, fue una escena tan graciosa.
Pero lastimosamente aquella felicidad se fue por la borda cuando llegó el momento de ir a dormir, Chris y Zabdi se fueron a su casa, me recosté sobre la cama, me sentí vacío, una parte de mi faltaba. Es triste ver la noche si él no está.
Comencé a llorar, otra vez.
El llanto nunca paró, me quedé dormido, cosa que no debí haber hecho si al otro día tampoco quería sentir esa insoportable presión en el pecho, despertar sin él a mi lado causó un dolor incontrolable en mí. Ver su lado de la cama vacío y su almohada sin cabellos rizados intacta, hizo que me la pasara todo el día llorando, desde esa noche no duermo en la habitación.Ha pasado otro mes y cada vez falta menos para su boda.
Sigo esperando despertar de ésta pesadilla, pero lamentablemente cada que abro los ojos es para darme cuenta de que no está a mi lado.Fin de semana por fin y decido que es hora de descansar, camino hacia la habitación para tomar mi almohada correspondiente y antes de salir de ella, me percato de aquella foto que está enmarcada, él y yo mirándonos, una sonrisa sincera pintaba ambos rostros, la forma en que nos mirábamos no era normal, se podía decir tanto con una sola mirada.
Sé que han pasado 4 meses desde que se fue, ya lo sé, sigue en mi mente, sigo sintiendo su presencia en la habitación, duele ver la cama vacía, duele recordar que estuvo ahí, conmigo y que fue para mí. Pero ya no más.
Pensamientos vagos acerca de que quizás pueda volver invaden mi mente, pero no es así, al final de todo, lo perdí y no hay nada con lo que se pueda negociar.Me pregunto si volveré a sonreír como antes lo hacía, es algo que dudo mucho, porque esas sonrisas las causaba él.
Vuelvo al living y acomodo mis cobijas y mi almohada en el sofá, sí, así es, desde esa noche que dormí y desperté sin él, no he vuelto a tocar esa cama, y ahora duermo en la sala de estar.
Prendo la televisión y decido ver Netflix, por esta única ocasión me voy a permitir ver nuestra película favorita. Diario de una pasión.
El timbre interrumpe, me levanto del sofá y voy por el dinero para la pizza.
Abro la puerta y mi corazón se oprime.
—¿Jo... Joel?—susurro con la voz quebrada.
—¿Pue... puedo pasar?
Me quito de su paso e inmediatamente entra al departamento, mira extrañado el sofá junto con las sábanas y mi almohada.
—¿Tienes visitas?—puedo sentir el miedo en su voz a una respuesta positiva.
Me limito a negar con la cabeza y bajo la mirada.
—¿Qué se te ofrece?—pregunto suavemente.
—Yo... hmm... estaba dando un paseo por el vecindario y ví las luces encendidas, quise asegurarme de que todo estuviera en orden—el nerviosismo pinta su voz.
—Lo está, ¿Algo más?
—Yo... ehm, en realidad vine a verte—su voz es un susurro que apenas puedo oír.
—Joel, por favor, no me hagas ésto, me lastimas, ésto nos hace mucho daño a ambos, deja de torturarte—las lágrimas amenazan con salir—Además a tu... mujer no le agradará que estés aquí, necesitas descansar para que mañana todo salga perfecto—ya no me esfuerzo por mantener las lágrimas dentro de mí, otra vez ese dolor es parte de mí.
Mi corazón está hecho trizas, ya lo creo incapaz de volver a amar, si quiera de recuperarse de ésta.
—Sé que necesito descansar, pero no quiero, yo quiero estar contigo...
Sus palabras son como dagas que van directo al corazón, cada insistencia es como removerlas ahí hasta que se encajan cada vez un poco más.
—¡No, no Joel! Por favor ya no más, si en verdad dices que no quieres lastimarme, ¿Por qué haces ésto? Ten un poco de piedad de mí—me suelto a llorar, el sufrimiento hace un hueco en mi pecho, dejándome vulnerable frente a él.
—Por favor, Erick, eres el único que me hace feliz, la he pasado fatal sin ti, estos 4 meses han sido de lo peor, ya nada de lo que hago tiene sentido, me haces tanta falta.
—También me has hecho mucha falta, no tienes idea de cuánto, pero no puedo seguir lastimándome así... Sabiendo que ya no eres mío.
Y no le miento, cada vez es más doloroso darme cuenta de que ya no está más a mi lado, pero no puedo seguir así, me hace mal.
Ha llegado el momento de pensar un poco en mí, en mi bienestar, en mi salud y definitivamente nada de ésto me hace bien en ningún aspecto.
El tormento de que no está a mi lado se hace presente cada mañana, cuando preparo el desayuno en silencio, sin una risa, sin algún comentario, sin su presencia.
Entiendo que quiera saber de mí, pero realmente no sé si quiero saber de él, no sé si quiera seguir así, viviendo así, pensando en él, lastimándome con cada recuerdo que llega a mi mente, él se ha quedado en mí, se quedó en cada canción, en cada palabra, en cada lugar en el que hemos estado, en las noches que pasamos juntos, en cada marca que adorna mi cuerpo, que con el tiempo desaparecerá de mí y ya no habrá quien vuelva a dejar esas marcas en mi cuerpo.
—Erick, por favor, sólo esta noche.
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Love You Goodbye «Joerick»
FanficEs inevitable que todo lo bueno llegue a su fin. Es imposible saber si después de esto todavía podríamos ser amigos. Basada en la canción "Love You Goodbye" interpretada por One Direction.