Ataraxia.

Última noche.

Esa última noche juntas fue la mejor de mi vida y también fue la mejor representación nuestra, de nuestra historia.

Jueves. 17 de Abril. 4:18 P.M.

Por fín había terminado mi turno y al salir te encontré parada junto a la puerta, fumabas un cigarrillo mientras esperabas por mi.

"¡Nomi!" La sorpresa estaba en mi voz esta vez.

"Así es y... te tengo una sorpresa." Te seguí de la mano, sólo a la vuelta de la esquina.

Te detuviste para besarme, para después sacar las llaves de un auto de tu bolsillo, abriste la puerta del carro firente a nosotras y probablemente viste la duda en mi rostro; te burlaste un poco imitandome y me besaste de nuevo.

"No lo robé, lo juro, fue un pequeño préstamo... y por si lo dudabas, sí, se conducir, aquí esta mi licencia." Me mostraste el plástico.

Volví a mirar el auto; No se una mierda de autos, pero podía decir que no era nuevo, tampoco era un pedazo de chatarra andante y confíe en ti, y sonriendo lo rodeaste para subir también.

"¿Algún lugar en especial al que quieras ir antes de seguir mi plan?" Encendiste el auto.

"Tengo hambre, ¿Podemos comprar algo en McDonald's o algo así?" Encendí el radio.

"Sus deseos son órdenes, majestad." Conectaste tu celular.

Compramos en el auto-servicio del primer McDonald's que encontramos y empezaste el camino.

"Así que... ¿A dónde vamos?" Pregunté señalandote con una papa frita, que robaste de mi mano y te la metiste a la boca.

"Ya te dije, es sorpresa, solo diré que es fuera de la ciudad, pero no voy a secuestrarte, tranquila." Sonreiste extendiendo la mano para robarme otra papa.

Fueron 3 horas de carreteras, en las que cantabamos a gritos tu playlist, te lanzaba papas fritas cuando decías comentarios tontos, profundas conversaciones cuando nos cansabamos de cantar, y una que otra parada por la necesidad de usar un baño.

7:58 P.M.

Habíamos llegado, era algún tipo de casa en el campo a la que nisiquiera entramos, sin apagar el auto saliste de el y yo te seguí al que podría ser el jardín de la casa; No querías perder tiempo, encendiste una fogata mientras me platicabas sobre tus varios viajes de campo y como aprendiste a hacer una fogata, al lograrlo corriste al carro y sacaste una manta en la que nos sentamos frente al fuego.
El cielo claro, el calor del fuego y tus labios sobre los míos, era lo único que importaba en el momento.

En un momento nos quedamos en silencio y "To be alone" de Hozier sonaba desde aquél auto, sonriendo te levantaste y me diste la mano para que bailara contigo pero me negué, bailabas junto al fuego en mi lugar, tus movimientos suaves, tus ojos cerrados y yo admirando tu belleza, era la más linda de las imágenes, merecía una foto.

"7 llamadas pérdidas de Mamá" se mostraba en mi teléfono, una mala señal, ignore el mensaje, ya me preocuparía por eso luego, abrí la camara, tomé la foto en el momento que tus manos estaban en el aire y se podía ver tu sonrisa perfectamente, Lucías tan calmada, alegre y libre.

La canción terminó, miraste la hora, teníamos que volver.
Antes de apagar la fogata, encendiste un cigarrillo en ella y nos sentamos en el capó del auto para que lo fumaras.

Te vi mientras te consumía y yo no podía hacer más que ver el humo salir de tu boca, esconder tu belleza y jugar con tu cabello.

Otras 3 horas de regreso en las que dormí la mayor parte del camino, tú cantabas suavemente.

Al llegar me despertaste a besos, nos despedimos con un par más, bajamos del auto y me deseaste  buenas noches, te vi detenerte a verme una vez más antes de subir al auto, otro cigarrillo en tus labios y entonces desapareciste por la calle.

Así fue como término.