tragos, música independiente y comida vegana.

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Me acostumbré a tu calma, pero a veces era demasiado, no sabía lo que pasaba por tu mente y no insistía, pensaba que cuando estuvieras lista me lo dirías pero tal vez si aquella noche hubiera insistido todo sería hoy diferente.

Viernes. 11 de Abril. 5:58 P.M.

Caminando con la cabeza baja y la música a alta en mis auriculares, un par de horas antes recibí una llamada de tu parte, después de dos largos días sin saber de ti llamaste pidiendo que nos vieramos en la cafetería de siempre, no dijiste nada más y yo no intenté preguntar, no quería tener esa conversación, al menos no por teléfono.

Llegué a la cafetería más temprano de lo normal, podía sentir los nervios conumiendome al igual que el miedo y las dudas.
Esperaba verte ahí pero aún no llegabas, me senté en la misma mesa de siempre y espere tratando de concentrarme en la música; Cuando finalmente llegaste, tenías una mirada extraña, como perdida, al verme sonreiste y no sabes lo mucho que significó ese simple gesto para mi.

"Perdóname princesa." Fue lo primero que dijiste al llegar a la mesa.

No sabía que hacer, ¿Pedirte explicaciones?, ¿Pararme y besarte como esperaba volver hacerlo en estos dos días?, ¿Gritarte?, ¿Levantarme e irme?, tenía tantos sentimientos mezclados, te extrañaba, te quería y te odiaba; Realmente no supe como reaccionar y mientras yo trataba de detener las lágrimas de frustración que se formaban en mi, tu me besaste lento y suave y por supuesto respondí al beso, rogando porque todo funcionará a partir de ese momento.

Hablamos de mil cosas, de mi día, del trabajo, de cosas sin sentido, del nuevo libro que compré, hablamos sobre lo bien que te sentaba el color blanco y de lo lindas que eran las flores en esta época, estábamos evitando aquella conversación como si no importara, cómo si no me hubiera destruido por días, y no quería tener que preguntar, no quería ser quién empezará con aquello, aunque la duda me consumía y lo dejé pasar, te deje librarte de aquello y me odio por eso.

Domingo. 13 de Abril. 8:39 P.M.

Después de la conversación en la cafetería dijiste que no podríamos vernos el día siguiente pero el domingo te acompañaría a un bar donde uno de tus amigos tocaría y así fue.

Entre tragos, música independiente y comida vegana, ¿Quién sabe lo que realmente sentías? Pero nunca te vi tan felíz y entendí que no quería verte de ninguna otra manera.

"Eres mi chica favorita en todo el mundo y Derek puede tocar música genial, pero cuando tú hablas... woah, soy tú fan número uno, y es extraño porqué quiero ser tu favorita también pero siento que solo voy a romper tu corazón y hacerte llorar y tu no mereces eso, tu mereces un cuento de hadas y gnomos y duendes, ¿No son lo mismo? Nah, no son más enanos, y todas esas mierdas mágicas de Disney, porque eres una princesa, por eso te llamas así." Era obvio que el alcohol hablaba por ti, pero no creo poder olvidar la mirada en tu rostro al decir aquéllo antes de correr al escenario donde Derek recién termianba de tocar y sin poder responder solo te seguí.

Más tarde, 6 personas alrededor de la mesa, tus amigos hablaban maravillas de ti y me agradecía por encontrarte.
Eso hizo que empezará a preguntarme... ¿Cómo serían las cosas si no me hubiera atrevido a hablarte aquél día?, ¿Te habría conocido en algún momento?, y si la respuesta es no, ¿Qué cosas en mi vida serían diferentes?, ¿Cómo sería la tuya?,¿Tuve tanto impacto en tu vida al igual que tú en la mía?
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¿Tienes tantas dudas como yo?

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