Parejas Disparejas

Fantasma escarlata

DM x Milo

Era una tarde como cualquier otra, el de cabellera blanca y orbes rojo sangre, estaba fumando fuera de su templo en el patio trasero, había regresado de una misión agregando tres rostros mas a su pared, sonreía maliciosamente sus mismos amigos a veces se asustaban de su malvado ser, pero le importo poco, esos rostros levantaban su animo, le recordaban que solo el mas fuerte era quien tenia derecho a vivir, volteo al oír pasos dentro de su templo, el octavo guardián iba cruzando, cuando lo vio le sonrió sonrió forzado como siempre lo hacia, ambos no tenían mucho contacto.

Paso como siempre lo hacia, sin desviarse mucho del camino, el italiano era algo difícil de soportar a veces, pues veía a todos como presa, ese día no fue distinto, el rubio camino despacio, mientras sentía la mirada fría y calculadora de italo sobre el.

— Buenas tardes Milo —

— Buenas tardes Death Mask —

El italo se levantó de su silla y se acercó algo burlón y sínico.

— Dime muchacho ¿que tal tu misión en mi tierra nata?

— mejor que la tuya, oye hueles a tabaco, regala uno —

Extendió la mano con la cajetilla abierta y le dio el cigarrillo, se lo quedó viendo sonrió de lado y extendió el encendedor prendido llevándolo a su cigarrillo.

—también tengo cerveza ¿quieres una?  —

Como si de carnada en una caña de pescar se tratara, cayo presa de la invitación, ambos entraron al templo y a pesar de que la sala estuviera llena de lúgubres trofeos, la cocina era común, al abrir la hielera el escorpión asomo su cabeza, Death Mask sonrió.

— si buscas a tu novio aquí adentro no esta —

Dijo sonriendo y tomando la botella de cerveza, la abrió y volteo para ver al griego con una mueca de disgusto.

— Camus es solo mi amigo —

El italo sonrió y movió la cabeza de lado a lado.

— amico mio, non mettere quella faccia —

El griego no entendió muy bien lo que dijo el Italiano, pero si entendió lo de amigo, y se río.

— ¿eres tan demente siempre Death? —

— solo durante la settimana —

Le daba gracia el tono en el que hablaba, se quedo un rato, el italiano, cuando no estaban matando y torturando personas era mas agradable, pensó.

Después de vaciar medio refrigerador de cervezas ambos caballeros, estaban mas relajados y su tema de conversación era distinto, Ambos hablaban el mismo idioma, en cuanto se trataba de juegos de azar, aventuras de una noche, parejas imposibles, amores platónicos y hasta el estar enamorados de su mejor amigo que ni los pelaba.

— ¡Vaya!  Quien fuera tu y dime esta buena digo así ¿como para pasar el rato? —

—si la recomiendo —

— lo apuntare en mi lista de cosas por hacer —

— bueno ¿quieres ver algo? Porque aun nos falta un cartón de cerveza y no me vas a dejar colgado ¿o si bicho? —

—Una cerveza gratis no se rechaza menos medio cartón Death así que prende la tv —

El italo se levantó por un par de cervezas mas y trajo otras dos para poder beber a gusto al volver el bicho había prendido el televisor y se podía ver a una pareja teniendo sexo, el tipo tenia en cuatro a la chava quien daba gemidos agudos.