Mezcla de musica

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Estaba viendo la nieve, Asgard era un sitio con condiciones muy difíciles, pero que mas daba, había sido su lugar natal y lo quería.
Cada mañana tomaba su arpa y caminaba a las heladas playas del sitio, tocar unas notas al alba y el ocaso era algo hermoso de ver ambientado con musica, esa era su rutina, las notas musicales se esparcían sobre las gélidas aguas, una tarde esas notas fueron acompañadas por otras mas.

Mime detuvo sus dedos un momento sobre el arpa, para poder escuchar de donde provenían esas notas, pero al detener su musica, las otras notas musicales también se detuvieron, volvió a tocar y de ese modo las otras también se retomaron, buscó un momento en tierra pero después de unos instantes definió bien, que no procedían de tierra, venían del mar, se le hacia curioso, era un instrumento de viento una fluta para ser mas precisos.

Así pasaron los días todas las tardes a la misma hora, el inicio del ocaso, era el momento, llegaba a la orilla y tocaba y a los pocos instantes las demás notas seguían para poder hacer dueto, el inconfundible sonido de la flauta era para el Asgardiano, razón suficiente para sonreír.

En una de esas tardes rojizas llegó al sitio de siempre y emprendió la musica, esta vez el sonido de la flauta era mas cercano, volteo y por primera vez vio al autor.
Era de complexión delgada como el, bajito, pero de unos ojos que lo dejaron embobado.
Esas amatistas eran algo que jamás se había imaginado, siguieron tocando al unisono, era maravilloso ambos se entendían sin decir palabras, solo tocando sus instrumentos, cuando el ocaso se volvió noche terminaron como de costumbre.

Sorrento se levanto y camino hacia Mime, estando frente a frente se presentó.

— Mi nombre es Sorrento soy...

— Se quien eres, general marino guardián de las Aguas del Atlántico Norte... Me gusta el sonido de tu instrumento

— el sonido de tu arpa es maravilloso pensé que podríamos armar bellas melodías si estamos en conjunto y así ha sido hasta ahora

— seguro que las sirenas envidian las melodías.

Ambos se sentaron ahora uno a lado del otro y tocaron ambos instrumentos, el celestial sonido podía embobar a cualquiera. Era la mezcla perfecta.

A partir de ese día todas las tardes se reunían para tocar juntos, aunque solo las rocas, el hielo y el mar fueran sus testigos. Ambos se hablan con rigidez, pero al paso de los días, así como sus notas, ellos también empezaron a simpatizar.

— ¿me llevarlas al fondo marino a conocer los corales?...  Es que aquí por lo frío no crece nada

— ¡claro! Solo dime  ¿cuando?

— la próxima vez que nos veamos

El pelirrojo sonrió, después de haber dicho la fecha, el general asintió se levanto del lugar, se acerco y por primera vez invadió el espacio personal del Asgardiano, tomando su mano para darle un jalon y plantarle un abrazo

— Mime  mañana estaré aquí por ti y ambos iremos a conocer las partes mas bellas del mar.

El pelirrojo no sabia como responder, pero lo abrazo algo acartonado al principio, pero cuando agarro confianza lo hizo con bastantes ganas

— te veo mañana pero esta vez sera al ocaso para disfrutar el día

El Asgadiano asintió y en efecto al día siguiente antes de la salida del sol el joven guerrero se encontraba en el sitio. Sorrento no tardo en salir del agua y antes que nada atrapo al pelirrojo entre sus brazos y lo llevo mas adentro

Al principio no podía respirar además que el agua era helada, pero sintió unos labios tocando los suyos y el aire pronto lleno sus pulmones, además el calor corporal del general era algo que nunca paso por su mente sentir, después de unos momentos volvió, solo cerro los ojos y se dejo llevar, cuando llegaron al fondo marino seguían pegados pero no era por falta de aire, en realidad se estaban dando un beso bien dado.
Cuando el aliento de ambos se termino al fin se soltaron, se quedaron viendo, mientras reían nerviosamente,  ninguno sabia que decir, Sorrento tomo su mano.

— vamos ... Prometí mostrarte lo mas bello de todo el mar, ponte esto, te ayudara a respirar bajo el agua y a mantener tu calor corporal, porque si te sigo besando sera difícil que disfrutes el paseo.

Sonrió mientras extendía la mano, y el pelirrojo tomaba el collar para ponérselo, una vez hecho eso, ambos comenzaron a caminar por el sitio, cuando cruzaron la barrera y entro al agua, en realidad podía respirar, era maravilloso, al llegar a la zona de corales, Mime  se estaba divirtiendo como niño en acuario veía ahora con otros ojos el lugar, todas las criaturas eran fascinantes, pero Siren era la mayor se sus distracciones.

— ¿Mime  te gusta el sitio?

— ¡Me fascina!, jamas me imagine que este sitio sería tan bello como tu

El tritón volteo muy intrigado al escuchar dichas palabras, se acerco y se pego a el, el Asgardiano sonrió y le correspondió el beso, que buscaba el general, rodeados por el agua y las criaturas marinas ambos se volvieron a fundir en un sólo beso.
El pudor en ese sitio era algo fuera de lugar, el marina lo llevó entra las algas y los corales a un pedazo, donde todo era vistoso y cristalino, un sitio donde le quito todo, hasta la ropa, cuando ambos estaban totalmente desnudos una batalla comenzó entre sus labios y caricias, ambos recorrían sus cuerpos en la disputa de quien seria el dominante, después de unos momentos, el general lo había posicionado entre las piernas del dios guerrero, quien mas rojo comenzó a sentir como lo dilataba, para una vez listo meterse a explorar las tierras vírgenes de su acompañante, quien sonrojado se aferro a la espalda del tritón.
Ambos movían la cadera con fuerza en un ritmo candente, era una experiencia maravillosa, y el ambiente alrededor era magnifico para el encuentro de ambos amantes.
Cuando el clímax llego a ambos los golpeo con fuerza y los dejo fuera de juego, ambos estaban agotados, Sorrento salio del cuerpo de Mime  y se coloco a su lado, mientras que el pelirrojo se acomodo sobre el dando un tierno abrazo.

— jamas pensé que mi primera vez seria así ... Gracias

— yo tampoco lo pensé así... Mime, pero ha sido maravilloso.

Ambos se quedaron viendo y rápido el cansancio los hizo sucumbir.
Al despertar ambos se dieron cuenta que era prácticamente de noche. Sin embargo el sitio en el que estaban tenia bioluminicencia, un espectáculo que nunca se había imaginado el nórdico. Sorrento le dio su ropa y ambos siguieron el paseo de noche. Ya para la mañana, ambos estaban de regreso en el pilar.

—  creo que es hora de que vayas a casa mi querido dios guerrero

Algo triste asintió, y así fue como lo llevo a casa, lo dejo en el mismo sitio de donde se lo había llevado y ahí le devolvió el collar al general, quien se negó a recibirlo.

— volveré por ti todos los días en el ocaso, tocare la Flauta

Mime asintió mientras sentía ese cálido sentimiento en su pecho, vio como el tritón volvía a las frías aguas y se perdía en la inmensidad del enorme mar.

— ¡y te responderé con el Arpa!

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Ayyyyyyyy !!!!
Pero que bonito!!!!!
El siguiente sera triste para compensar.
Bueno aquí les dejó un capitulo mas, disfruten, sean felices. Y gracias por leer.

Estoy pensando en hacer un dibujo por cada parejita, seria interesante ilustrar mis historias. Bueno hay me dicen si les gustaría.

Tengan buen día :3

Jaguar de Hojas: cambio y fuera.



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