Deseo Enfermo

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ArlésxSaga

—¡ Saga estas mal ! —

— mi nombre es Arlés —

El rubio salio corriendo y se encerró en una de las alcobas de la casa patriarcal, mientras que el castaño, que quedo en la sala preocupado por ese extraño comportamiento que su compañero que poco a poco se hacia mas notorio, pero ese día cuando le dijo que se llamaba distinto una extraña sensación lo invadió, era un escalofrio de temor que lo recorrió por la espalda, tendría que informar a Shion sobre ese comportamiento, se retiro a sus aposentos se lo diría al día siguiente.

Dentro en la habitación Saga se dirigió al espejo, en el reflejo Arlés estaba a su lado, se acercaba despacio mientras sonreía como psicópata, lo cobijo entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla.

—mi amado Saga, hemos llevado años esta relación, no se, ¿por qué sigues negando a mi existencia?, si sólo conmigo puedes ser fuerte —

Saga desvío la mirada y vio el piso, sentía como las manos ajenas se metían en su túnica y volvió la vista al espejo

— ¿qué haces? —

—entregate a mi Saga, dejame tomarte,  poseerte, se uno conmigo —

El rubio volteo a verlo y su otro yo tomo sus labios, lo beso pasional y demandante, trato de alejarlo de el pero fue inútil, sentía como sus manos se movían por todo su cuerpo, y lo desnudaban para ponerlo en la cama, trato de pelear con el pero no pudo Arlés lo dominaba, sentía como se desplazaba, sobre su cuerpo, intentaba gritar pero sus intentos eran silenciado por los besos del azabache, esas manos pálidas y esos ojos lo dominaban por completo, sabia para si que estaba mal, pero el era dominante, Saga se quedó quieto y Arlés sonrió.

— Saga al fin has entendido que no me puedes alejar de ti—

—lo se—

El pelinegro sonrió una vez más, sabía que lo había doblegado, era el momento de tomarlo, se acerco a sus labios, para seguir besando en la menor oportunidad metió su lengua y siguió masajeando su cuerpo, se fue encima del rubio, lo besaba, mordía, acariciaba y arañaba, Arlés sabia que en el momento que Saga cediera a sus deseos, todo estaría a su favor.

— ¡ya basta por favor! —

— sabes que lo deseas Saga, ¡ven a mi! —

Siguió besando, se tiro en la cama ya no tenia ropa, sentía como Arlés estaba sobre el, su peso oprimía su pecho, pero su tacto compensaba todo, se dejó envolver por su otro yo, se dejo a su merced, Arlés recorría su cuerpo despacio, lo tomo de las caderas, Saga sintió que entraba en él, el vaivén comenzó tiempo después, sentía su aliento chocar contra el suyo mientras sus labios se comían mutuamente, se mantenían en esa suave fricción, Saga comenzó a gemir, sentía la fricción del cuerpo de Arlés contra el suyo y como era penetrado sin compasión, su cuerpo reconocía el el contrario, sus gemidos se hicieron mas sonoros conforme el placer comenzaba a extenderse por su piel, el contacto con la piel contraria lo hacia perderse, gritaba el nombre del contrario, había perdido la razón por sus caricias, sus jadeos pedían mas y mas, Arlés sonreía al fin después de tantos años el gran Saga había sucumbido ante el, tomo el Falo del rubio masturbaba, mientras mantenía el vaivén del interior.

— Saga di que eres mio, gime mi nombre, dejame saber quien es tu dueño —

Las palabras de su otro yo lo hacían sentir aun más, poco a poco el placer lo hacia perder sus cabales, empezó a gemir el nombre de Arlés, sus jadeos se volvieron gritos de placer, sus caderas se movían mas frenéticas, cada momento era deliciosos, sintió el placer recorrer su cuerpo, venia desde su entre pierna hasta la punta de sus dedos su respiración a penas si lo mantenía, era agitada, todo se sentía tan bien.

Sintió como Arlés abandono su interior, despues de tener su orgasmo que fue al mismo tiempo que el del rubio, se quedo a su lado, le daba besos someros en la frente y la mejillas, mientras Saga intentaba controlar su respiración, cuando al fin se calmo volteo a verlo

— ¿Que quieres de mi? —

—obtener poder, el poder nos hará libres Saga, debes entender que si Shion no entiende que solo los mas fuertes son los sobrevivientes, entonces no es apto para manejar un puesto tan importante, como lo es ser el patriarca, si me das permiso, yo me encargare de él mi amado, prometo que tu estarás bien, solo dame el poder y yo te haré patriarca —

El géminis sonrió —haré lo que pidas Arlés, mi cuerpo y mi alma te pertenecen, estoy a tu merced — el pelinegro sonrió, acarició la mejilla de Saga hasta que este perdió la conciencia, en su sueños veía como se acercaba a la sala principal y Shion estaba de espaldas, llevaba la daga en sus manos, sin mas clavo la hoja por la espalda, arrancando la vida del patriarca, tenia que esconder la evidencia, saco el cuerpo a media noche del sitio y lo desapareció, tendría que buscar la forma que nadie lo reconociera, tomo la mascara y cubrió su rostro y volvió a la habitación — Descansa Saga — le dijo Arlés antes de quedar inconsciente.

Abrió sus ojos al día siguiente, pensaba en el sueño que había tenido, sintió las manos de Arlés cobijarlo, —veo que aun no tengo todo el control sobre ti—  vio la mascara junto a su cama, estaba ansioso, sabia que su sueño no era sueño, era una cruda pesadilla vuelta realidad, la pena lo carcomía sintió que se quebraba, Arlés volvió a su lado. —sera mejor que descanses Saga te vez agotado — su cuerpo temblaba pero accedió a las palabras del azabache, cerro los ojos y dejo de ser el actor para volverse el espectador.

Buenos días aquí dejando una historia mil gracias por leer, son dos por mes así que el fin de semana tendrán otra loca historia.

nwn.

Nos leemos en otra ocasión
Jaguar de Hojas cambio y fuera!

Parejas DisparejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora