Sangre Uchiha: El viaje de Sakura y Sasuke

Capítulo 1: Mi propio camino

Sakura

De vuelta en Konoha, decido dirigirme a un lugar de cobijo y calma para airear mis pensamientos. De este modo, termino en mi segundo hogar: el hospital de niños. Me encuentro en el camino con Ino que, de inmediato, nota que algo me ocurre. Me pregunta cómo estoy mientras efusivamente me cuenta tres mil cosas más. No lo quiere nombrar, prefiere ignorarlo. Y, personalmente, agradezco que lo haga. De pronto, algo de lo que dice capta mi atención. Al parecer, acaban de llegar los expedientes clasificados de algunas aldeas en las que se describen los casos de niños como Naruto o Sasuke. Pequeños que, por razón de su Kekkei Genkai, fueron aislados o dejados a la deriva para que Orochimaru u algún otro asesino se aprovechara de sus situaciones ¡No! eso no podía repetirse, no si podíamos evitarlo.

Ino me lleva directamente a la oficina donde están los documentos. Le animó el hecho de verme tan entusiasmada por ellos. Es una pila enorme, he de admitirlo, pero están todos.

- No puedo creer que las aldeas hayan accedido a enviarnos esto Ino....

- Bueno, fuiste bastante insistente Sakura- pronunció entre risas

- Lo sé, pero están todos... cada uno de ellos sufrió de la manera más dolorosa la soledad. Y pensar que se pudo haber evitado desde un principio.

- ¡Ay! No te desanimes Sakura. Siempre eres tan dramática. Ya verás que con este hospital muchas cosas van a cambiar. Confía en mí ¿quieres? En fin, iré a ver si puedo atrapar a Sai después de su misión para nuestra cita- terminó de decir mientras me guiñaba un ojo.

Mientras Ino se va, me doy cuenta de toda la razón que tiene. Tras la guerra, muchos niños quedaron huérfanos y muchas enemistades nacieron entre clanes. Este es nuestro momento de evitar que la historia se repita. Este es mi camino. Me propongo a estudiar cada uno de los documentos que tengo enfrente. De la aldea de la Neblina veo casos como el de Haku, el joven que acompañaba a Zabuza hace unos años. También, veo el expediente de Gaara, Kimimaro y, sobre todo, muchos reportes de casos en la Aldea del Sonido. A donde quiera que mire ahí están. Estaba claro, podría ayudar a muchos niños de la Aldea de la Hoja, pero no serviría de nada si en el resto de las aldeas se ignora la situación. Este es un proyecto a gran escala.

Miro la hora, casi va a ser medianoche. Mientras salgo del hospital a mi casa, veo la luna brillando resplandeciente como aquella noche. Sasuke... si tan sólo se hubiera hecho algo desde el principio, pienso. Quizás, las cosas serían diferentes. Entiendo por todo el sufrimiento que ha pasado y también todo el sufrimiento que ha causado. Sé que es difícil esperar un cambio de una persona que ha pasado por tanto, pero sé que el esperar sin un indicio en más de tres años es también doloroso. Estancada, me repito.

Mañana iré con Kakashi para pedirle autorización para salir a la Aldea de la Arena. Si quiero empezar este proyecto en grande debo hacerlo con alguien que entiende perfectamente el problema: Gaara. Sé que nunca he sido precisamente cercana a este individuo, incluso ahora, me produce un poco de nerviosismo ir a pedir su cooperación, pero esto es lo que debo hacer. No sólo por los niños sino también por mí. Sé que en Konoha el hospital está más que establecido y funcionando perfectamente. Prácticamente, se mueve por sí mismo cada vez que estoy afuera en una misión. El tiempo es perfecto y ya no soy la misma Sakura de antes. No puedo quedarme sufriendo en silencio cuando hay tantas cosas que hacer y fuera a lograr un cambio. Tengo que tomar el rumbo de mi propia vida y, sobre todo, tomar decisiones. Por más difíciles que sean.