Sangre Uchiha: El viaje de Sakura y Sasuke

Capítulo 2: Nuevos horizontes

Sakura

No pude dormir muy bien aquella noche. Sin embargo, me levante, sin dudar, al recordar la misión que tenía. Me vestí cuidadosamente y sonreí al espejo ¿Llorar? Nunca más. Todo parecía bastante tranquilo aquel día, estaba soleado y se respiraba un aire fresco. Todavía era muy pronto, pero ya se hablaba de la boda de Naruto y Hinata que se llevaría a cabo en unas cuantas semanas. Entré deprisa a la oficina del Sexto Hokage muy animada.

- ¿Qué pasa Sakura? Otra vez tienes esa mirada en tu rostro. - Dijo Kakashi sin tomarse la molestia de mirarme directamente mientras leía un libro.

- ¿Qué mirada? No sé de qué habla Sensei- respondí ruborizándome un poco.

- ¿Qué te traes entre manos? ¿eh?

- Bueno Sensei quería hablarle de algo... - dije nerviosamente mientras me aclaraba la garganta- He venido a pedirle autorización para ir a la Aldea de la Arena...

- ¿La Arena? ¿Qué podrías buscar en ese lugar Sakura? - pronunció mientras cerraba con cuidado su libro.

- Ayer recibí algunos expedientes de la Aldea de la Arena, El Sonido y otras más, con incontables casos de niños como Naruto y Sasuke. Hay decenas de huérfanos con grandes habilidades que han quedado solos debido a la Gran Guerra. No serviría de nada trabajar en un único hospital en Konoha cuando hay muchos más casos allá afuera. Sólo lograríamos repetir la historia con nombres nuevos.

- Aún no respondes la pregunta Sakura- respondió severamente.

- Quiero ir a hablar con Gaara, Sensei. Es el Kazekage de la Aldea de la Arena y de los pocos que entiende este problema de primera mano. Quizás, con su ayuda lograríamos abrir un hospital en la Aldea de la Arena e incentivar a otras más a hacerlo. Es necesario.

- Apuestas demasiado por alguien a quien no conoces y que en algún momento intento matarte incluso. - pronunció con una leve mueca mientras abría de nuevo su libro. Y su comentario me molestó. Claro, Gaara había sido una persona peligrosa hace mucho tiempo, pero había mostrado su valía y buen corazón en muchas ocasiones. Kakashi lo sabía, pero había una razón para que aun así lo dijera e hiciera parecer esta misión más arriesgada de lo que era. Él no quería que fuera sola. - Quizás deberías ir con Naruto. Él no dudaría ni un segundo en acompañarte. Además, hace rato no van a misiones juntos. Creo que les haría bien. - Ahí estaba.

- No.

- ¿No qué Sakura? - dijo algo exasperado

- No puedo ir con Naruto. Él es de los ninjas más fuertes que tiene la Aldea de la Hoja, necesita quedarse a protegerla. Además, no falta mucho para su boda. Él pertenece acá.

- ¿Y tú no?

- No. - Por ahora, por lo menos. Y tras esta respuesta, el Hokage me observó en silencio un largo rato.

- Esta bien. - pronunció al fin, y no pude evitar querer saltar de la alegría. - Ya eres una Jonin, después de todo. Pero necesitas un equipo Sakura. Puedes ser de los ninjas más fuertes de esta Aldea, pero todas las misiones, en especial las que son en otras Aldeas, requieren trabajo en equipo. Garantiza la protección y control de cada ninja. Quizás debería escribirle a Sasuke para que te eche una mano...- ¡¿Acaso está loco?! ¡¿Qué le pasa a Kakashi Sensei?! No necesito a Sasuke ni a Naruto ni a nadie. Sigue pensando en mí como la débil y emocional del equipo. Pero no permitiría que su comentario me afectara en absoluto, en el fondo sé que eso quería.

- No hay necesidad Sensei. - respondí sin perder la compostura...creo. - Sigue subestimando mis capacidades. Ya no voy a las espaldas de ellos. Nunca más. Puedo cuidarme sola e, incluso, cuidar de otros. Si piensa que iré en busca de Sasuke eso se acabó también... Formaré mi equipo y partiré en la mañana. No se moleste en avisarle a Naruto. No soportaría el no ir conmigo, pero es algo que debo hacer ¡Ah! Y, de nuevo, no le escriba a Sasuke, no pierda su tiempo.

Y antes de escuchar su respuesta salí de la habitación. Quizás, debí esperar a que me dijera algo, después de todo, es el Hokage y no estaba siendo respetuosa. Pero preferí apartar estos pensamientos de mi mente. Con esfuerzo había logrado que el comentario de Sasuke no me afectara, y ahora tenía mi propia misión en curso.