3. Después.

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—2017—

—Esto es casi nostálgico— le dije mientras caíamos por un portal mágico— antes no podías hacerlo.

—Deja de hablar como si fueras mi madre— la voz de Víctor fue calculadora, como si no le estuviera hablando a una persona, tarde unos segundos en descubrir el porqué, solté su mano y comencé a caer por mi cuenta.

—No tienes por qué esforzarte— le dije mientras que cruzaba mis brazos para protegerme del frio que sentía en ese momento— no tenemos por qué actuar como si me has perdonado cuando en realidad no lo has hecho.

Sus ojos verdes brillaron en la oscuridad mientras los abría de par en par, parecía que no esperaba que yo notara su hostilidad con tanta facilidad— te comprendo— susurre— recuerda que yo también estuve ahí.

—Él murió por tu culpa— dijo Víctor sin titubear, podía sentir el aire espesarse a nuestro alrededor estábamos a punto de llegar a nuestro objetivo— sin embargo, ganamos por tus poderes y es por eso te necesito otra vez.

Abrí la boca para defenderme pero me encontré con que no sabía que decirle en lo absoluto, no sabía si sentirme ofendida o simplemente dolida.

Paredes sin pintura se comenzaron a alzar a nuestro alrededor mientras comenzábamos a llegar a nuestro destino.

—¿Aun puedes utilizarlas?— dijo él segundos antes de que el portal mágico se disolviera a nuestro alrededor.

—¿Te refieres a las llamas oscuras de la última vez?— sus ojos se llenaron de miedo, una oscuridad que no había utilizado en años se levantó de su tumba y se alzó sobre mi alma—No sé— le conteste con franqueza— no he probado desde la última vez pero tengo la vaga impresión de que si quisiera podría utilizarlas.

—Si intentas utilizarlas, te matare— sus palabras se sintieron como dagas en el corazón, baje la mirada hacia el piso de madera que se acaba de formar y deje que un sentimiento de culpa me embargara.

—De acuerdo, mátame si las utilizo –él me miro como si estuviera viendo un fantasma, yo le sonreí porque estaba totalmente de acuerdo con lo que había planteado, si volvía a utilizar las llamas oscuras seria como traicionarme.

La habitación a nuestro alrededor se solidifico dejándonos en medio de una pequeña sala de piso y techo de madera que eran conectadas por paredes carentes de pintura y de ventanas, la poca luz que iluminaba la habitación provenía de una rejilla como de alcantarillado que se encontraba sobre mi cabeza.

—¿Dónde estamos?— le pregunte a Víctor mientras él me daba la espalda y caminaba hacia la puerta que tiene de frente para abrirla rápidamente.

Dos figuras borrosas entraron en mi campo de visión en cuestión de segundos, mi cuerpo se tensó en anticipación a un ataque mientras mis ojos intentaban seguir lo que estaba ocurriendo. Era un chico y una chica de aproximadamente mi edad, ambos se movían a gran velocidad complementando sus movimientos como si fueran acciones coreografiadas.

La chica se detuvo a mi derecha y el chico a mi izquierda, los mire de reojo y enfoque mi vista por cinco segundos en Víctor, él me miraba con una expresión neutra que me hizo comprender algo.

—Así que es una prueba— dije en voz alta mientras los desconocidos se me lanzaban desde ambos lados, con los reflejos que había aprendido a desarrollar en los últimos años solo di un paso hacia atrás y sonreí mientras las figuras colisionaban una con la otra.

Sonreí mientras pequeñas exclamaciones salían de mis atacantes, espere que ellos no se levantaran pero no había pasado mucho tiempo antes de que el chico se moviera con una agilidad que no creía posible, enganchando su pie con mi pierna y jalando de esta para tirarme al piso.

Llamas oscuras (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora