4. Antes

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— 2012—

—¡Suéltame!—Vladimir sonrió y me soltó rápidamente, mi cuerpo, que aún no se había recuperado por completo del susto, se sintió como gelatina cuando toco el suelo, trastabille de un lugar a otro mientras intentaba que mis piernas funcionara como antes.

Vladimir comenzó a caminar por entre el bosque en el que habíamos aparecido, yo lo mire con resentimiento por unos segundos antes de seguirlo lentamente— ¿A dónde vamos?

—A donde apunte mi nariz—

—Sabes, tú fachada de comediante me está aburriendo— dije quedamente mientras pateaba una rama fuera de mi camino.

—No es una fachada, es la cruda realidad— él levanto su brazo y corto una enorme rama que le bloqueaba el camino con un rápido halo de magia, lo quede viendo boquiabierta, conocía a mitad hechiceros pero no había visto a ninguno utilizar su magia de esa manera.

— ¿Eso fue…—

—Una espada de magia, ¿aún te parezco un simple payaso?— él se voltio hasta quedar frente a mí y alzo su brazo derecho a la altura de su pecho, al principio no ocurrió nada pero al cabo de unos segundos un halo de magia verde se extendió sobre su brazo hasta alcanzar la forma de una espada.

—Solo he visto una espada de luz una vez y no fue una experiencia bonita que digamos — una sonrisa pícara apareció en su rostro mientras dejaba que su magia se desvaneciera.

—La magia se puede utilizar de varias maneras, al igual que tus poderes, por lo que pude ver tu solo los utilizas de manera básica— él reanudo nuestra caminata mientras decía lo último.

— ¿Disculpa que dijiste?— dije mientras me sentía ofendida, acababa de llamar a mis poderes “básicos” después de que con ellos había matado a la única híbrida que conocía de mi especie.

—Dije que utilizas tus poderes de la manera más pura y básica posible— me dijo mientras yo me encendía más de la rabia.

—No es básica, es normal, ha sido suficiente para lograr escapar de Alain, por lo que me acuerdo dijiste que era lo que “necesitabas”— dije a regañadientes.

Él se rio y por unos segundos me quede pasmada, hacía meses que no escuchaba a nadie reírse a mi alrededor, me pregunte si las personas en el campus habían evitado reír cerca de mí para que yo no lo tomara como un insulto hacia lo mucho que estaba sufriendo por la desaparición de James.

Vladimir pareció notar mi sorpresa ya que se detuvo y me miro con una ceja alzada, era injusto como él podía hacerlo de manera tan natural cuando yo nunca lo había logrado.

— ¿Estas bien?— sus ojos azules se oscurecieron como si mi estado hubiera provocado una tormenta en su interior— parece que hubieras visto a un fantasma.

—Estoy bien— dije mientras hacía un puchero, lo apartaba del camino y me le adelantaba— estoy muy bie… ¡ah!— me quede helada en mi lugar cuando un enorme abismo se dio paso frente a mí, intente mantener el equilibrio pero mi cuerpo ya había tomado mucho impulso y cuando me di cuenta estaba a punto de caer.

En una situación normal no me hubiera preocupado porque simplemente hubiera llamado a mis poderes y hubiera volado, pero en este caso cuando les llame no los sentí en lo absoluto, esto solo indicaba que mi cuerpo seguía estando drenado de suficiente fuerza como para llamar a mis poderes.

Mis pies dejaron el suelo en el instante que Vladimir agarro mi cintura, un instante de alivio recorrió mi cuerpo pero este no duro mucho. Mis ojos se enfocaron en Vladimir por unos segundos, una sonrisa pícara marcaba sus facciones, sus ojos parecían brillar en la leve oscuridad mientras él se impulsaba y saltaba hacia el vacío conmigo en brazos.

Llamas oscuras (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora