Después

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—2017—

El Lupdaemon apareció de la nada, sin embargo yo estaba lo suficientemente alerta como para reaccionar eficientemente bajo un ataque.

Me tire hacia la derecha con el niño de dos años en mis brazos, sabía muy bien que si ese Lupdaemon me llegaba a envenenar estaría en serios problemas pero eso no quería decir que iba a correr y dejar a este niño para que lo destazaran.

—Tranquilo te sacare de aquí— dije con la mayor calma que pude invocar mientras el niño lloriqueaba y se aferraba a mi pecho.

Era cierto que no lo podía dejar solo pero definitivamente no podría pelear con él en mis brazos, simplemente resultaba poco práctico, y si llegaba a bajar la guardia estaría en serios problemas.

—Necesito que te quedes aquí por un momento— le dije al niño mientras le sobaba el pelo negro azabache con cuidado, el niño levanto su mirada y se tranquilizó por un par de segundos, yo le sonreí mientras lo bajaba y lo acurrucaba contra las raíces del árbol en el que nos estábamos refugiando— eso es, buen chico, volveré en un par de segundos.

Sus ojos color verde grama me quedaron viendo fijamente mientras yo dejaba que mis poderes surgieran. Cinco años atrás había sentido como las llamas comenzaban a llenar mis venas, ahora después de tantas situaciones de vida o muerte que me habían impulsado a mejorar con el uso de mis poderes, podía sentir como las llamas no nacían de mi interior sino que simplemente despertaban, se tomaban su tiempo en unirse a mi cuerpo, un proceso lento pero más equilibrado que antes.

Una vez que estaba completamente rodeada de llamas me di la vuelta lentamente y espere, no me iba a dar ninguna ventaja atacar al Lupdaemon de frente, una de sus púas venenosas y todo se arruinaría.

—«Estaré bien James»— me acorde lo que le había dicho a James antes de irme del instituto, nosotros aun nos estábamos acoplando a tenernos uno al lado del otro, luego de cinco años sin vernos no sabíamos cómo reaccionar frente al otro.

Él siempre se preocupaba por mi seguridad, pero eso se debía a que él me había dejado en un campo de batalla cinco años atrás, y no tenía la menor idea de lo mucho que había cambiado en ese tiempo.

Él no sabía que no era inofensiva sino que era un peligro para los demás, por eso agradecí a los directores cuando le dijeron  a James que me dejara ir sola en esta misión, que estaba completamente capacitada para hacerlo pero aunque logre venir sola, no logre apartar la mirada de confusión y angustia que me dirigió James cuando salí por el portón del instituto.

Tenía que regresar sin daño alguno, debía mostrarle que me podía defender y que podía luchar sin que él estuviera a mi lado, tenía que demostrarle que había cambiado.

El sonido a mi derecha fue lo que me saco de mis pensamientos, la primera púa me paso rozando el rostro mientras retrocedía solo un par de centímetros para esquivarla, podía verlas con suma precisión, aquellas púas que en mi vida humana me habían matado, ahora podía verlas con claridad, y las podía utilizar a mi favor.

Una serie de cinco púas fue lanzada hacia mí, esta vez por el lado izquierdo, lance mi fuego azul como una barrera frente a mí, las púas golpearon contra esta y se derritieron al instante.

Me lance a través de la barrera de fuego para tomar al Lupdaemon por sorpresa, mi plan funciono a la perfección, el rostro demoniaco del Lupdaemos se contorsiono en sorpresa mientras yo le tiraba un puñetazo de fuego al abdomen.

El golpe fue directo y mi puño atravesó su cuerpo con facilidad, sangre negra y putrefacta se rego por mi espalda y rostro cuando el Lupdaemon comenzó a escupir  sangre en un intento desesperado por respirar.

Llamas oscuras (Suspendida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora