Llamas oscuras (Suspendida)

5.Antes

— 2012—

Humo, una oscuridad que al principio encontré reconfortante hasta que mi cerebro proceso la idea de que si no me movía me iba a morir.

El dolor que estaba atravesando mi cerebro me hacía sentir como si estuviera hecha de gelatina pero aun así luche contra cada musculo de mi cuerpo para comenzar a moverme, no sabía a donde iba, para donde gateaba el humo me seguía nublando la vista.

Mi boca sabia a metal mientras intentaba  transformarme a mi verdadera forma pero me era imposible, después de la aparición de mi madre sentía como si no me podía concentrar lo suficiente como para cambiar.

Luche lentamente mi camino hacia lo que rogaba fuera una salida. Al cabo de unos segundos el humo comenzó a envolver mi rostro, comencé a entrar en estado de pánico mientras me movía con más desenvoltura.

Unos dolorosos segundos pasaron sin que pudiera hacer nada, mi cabeza me comenzó a doler mientras los ojos se me llenaban de lágrimas. Era un tanto irónico, yo que tenía una verdadera forma basada en fuego iba a morir por culpa del mismo.

Mi visión se comenzó a volver borrosa mientras mi cuerpo dejaba de seguir mis instrucciones, al final de cuenta no termine de registrar en que momento deje de moverme. Lentamente sentí como mis ideas comenzaban a dejarme para ser sustituida por un solo pensamiento.

—«No quiero morir así»—

De la nada una sensación de calor comenzó a rodearme, nada dolía así que suponía que no me estaba quemando viva— Anya— y porque también escuchaba a alguien llamándome logre suponer que tampoco estaba muerta.

—Anya— mi mente que hace unos segundos pareció estar nublada ahora se comenzaba a despejar mientras unas nuevas energías comenzaban a apoderarse de mi cuerpo. Abrí mis ojos lentamente y me encontré con la mirada preocupada de Vladimir.

— ¿Vladimir?— como era que me había encontrado, en realidad no me importaba solo estaba feliz de no estar sola en la oscuridad.

 —Resiste Anya te sacare de aquí— me dijo mientras me alzaba en brazos, fue hasta ese momento que me percate que había un campo de fuerza alrededor de nosotros.

— ¿Qué está pasando?— mis ojos no se lograban enfocar por completo así que mi campo de visión se alternaba entre la barrera de humo que nos rodeaba y su rostro.

—Alain está quemando este lugar para que salgamos, es una locura— mis sentidos que hace unos segundos habían estado desorientados ahora se encontraban en alerta, como era posible que esto estuviera pasando.

—No es una locura— mi boca se sentía seca mientras las palabras salían de mi boca en susurros— es brillante— los ojos de Vladimir se abrieron de par en par y por un segundo creí que estaba considerando la opción de dejarme caer en medio de ese pasillo en llamas sin mucha más demora.

—Estoy hablando en serio, si yo fuera la que quiere sacar a alguien de su escondite también lo incendiaria—fue un milagro que aún no me hubiera dejado caer, luego de unos segundos de silencio me di cuenta que era porque encontraba la lógica en mi razonamiento —No puedo evitarlo tengo mentalidad de villana—  admití mientras que me reía quedamente.

—Está bien qué piensas que deberíamos de hacer para solucionar nuestro dilema, villana?—

—Depende, ¿Podemos encontrar otra salida de escape o solo hay una salida que es a la que me estas llevando?— La oscuridad que nos rodeaba comenzó a ceder mientras Vladimir expandía un poco el campo de fuerza para que tuviera más espacio para maniobrar entre los escombros que ya se encontraban en la zona.