Por favor quédate [Cherik]

Tal vez

- - - Erik - - -

Los días eran ligeramente menos aburridos cuando veía a Charles. Su alumno preferido y el mejor de su clase aunque no podía decirlo.

Le encantaba sentir su fresco olor era una combinación para nada normal sin motivo alguno le olía a metal, Justo el se preguntaba a qué olía el metal pero en su cabeza solo podía pensar que huele a Charles aunque se aprecia un ligero toque a flores.

Estaba dando su clase cuando se percató que no había llegado aquel alumno. Trato de no darle importancia pero su mente no dejaba de pensar en un Charles tirado en una zanja o peor aún qué tal si lo mordia el degenerado de su pareja, ya sabía bien la reputación de ese tal Alex. Y varias veces lo había visto con alguien que no era su cortejo.

Pidió disculpas a su clase y dejó a cargo a alguien porque debía salir unos minutos.

No lo encontró. Su día siguió...

Durante la tarde se decidió a salir. Debía comprar un traje. Fue a la sastrería más cercana y por fin se encontró a Charles quien vestía un horrible traje. Se encontraba en compañía de su pareja. Como siempre enojado.

No era su problema, debía dejarlo pasar. Pero no pudo no detenerse a "comprar" mientras por error escuchaba.

- No creo que me vea bien vestido así Alex-

- Siempre haces tus malditos berrinches, no es suficiente con que seas tan estúpido como para que la semana pasada te tiraras todo el café- Le levantó la mano para abofetearlo pero se detuvo - Me sacas de quicio, me largo- salió Alex de la tienda dejando como un tonto a Charles.

Una amable chica que era quien los atendía le brindó unas palabras de consolación.
-No te preocupes, así son todos aquí. Siempre nos pasa esto. Estoy bastante acostumbrada.-

Casualmente me acerqué al castaño.

- ¿Charles?-

- Mr. Lehnsherr, un placer verlo- Me dijó aunque parecía más una despedida.

- Yo quería saber si te podía invitar un café.. digo después de tirarte lo encima es lo menos que podré hacer-

- Eso fue hace una semana, no se preocupe-

- Yo insisto- las palabras salían de mi boca automáticamente. Quería saber más sobre este niño.

Lo termine convenciendo. Ahora estábamos en un pequeño lugar bastante romántico.

Cálmate Erik, no estás haciendo nada malo. Solo estás compensado a este chico.
Nuestra conversación era bastante vana, sobre escritores, música, libros.
Realmente no sé cuánto tiempo llevamos hablando.

Su sonrisa tan tonta y sencilla. Me encanta, su tono de voz y sus ojos tan pacíficos.

Parece saber demasiado de todo o por lo menos siempre tiene una idea. Ahora veo porque lo están cortejando.

- Debería irme seguro Alex notará que no estoy en casa, desde hace unos días ha decidido cenar con la familia-

Se despidió de mi de manera muy formal y se fue. A veces su aroma me hace sentir como si tuviera que arrancarle la ropa, hacerlo mío y embarazarlo pero también quiero besarlo y escucharlo, cuidarlo y que se queje todo lo quiera sobre lo que sea.

No Erik cálmate me dije a mi mismo... Estoy loco.

Olvida a ese niño.