Volver a verte

#8

Acabaron las primeras clases y Len comenzaba a asomarse al patio delantero, que conectaba con la entrada. Caían las hojas del cerezo con delicadeza mientras el viento recorría su fino cabello rubio. Se sentó bajo uno de ellos, era el primero en dirigirse a ese sitio, estaba sólo de momento. Abrió eo pequeño objeto delicadamente y comenzó a ojear sus páginas, a travéz de ellas se asomaban díalogos y una historia conmovedora, un relato clásico basado en los matrimonios arreglados de aquellas épocas antiguas. Él sonrió mientras las palabras y emociones se reflejaban en los orbes claros de sus ojos, la historia era muy linda a pesar de su final trágico.

Len con los años se había vuelto alguien soñador, recordaba cuando su media hermana Lily le leía e inventaba cuentos maravillosos y creativos cuando tenía tiempo, no era muy buena con los niños pero se notaba su amor por la literatura, ella disfrutaba armar pequeños relatos para que se sumergiera felizmente al mundo de los sueños, esos relatos emocionantes que le alegraban sus días. Ahora poseía un gusto hermoso y brillante por la literatura, le encantaban la ficción, la aventura y la fantasía, lo mamtenían alegre y sonriente.

De repente le vino un recuerdo de su infancia, ese recuerdo algo borroso que lo mantuvo inquieto durante mucho tiempo...

Flashback

La jóven rubia por fin gozaba de sus vacaciones de verano, sus padres habían llevado a la dulce e inquieta Rin a dormir con su amiga Miki, quién poseía 16 años recién cumplidos, había sido la niñera anterior de Rin, una amiga confiable de Lily. Las dos pasaron toda la tarde haciendo manualidades y pinturas con sus acuarelas, la chica amablemente dejó que ella se quedara en la noche con la aprobación de los padres de la niña de cabellos dorados. Luego de aquel acuerdo, se dirigieron a centar y disfrutar de una noche libre los dos, con la responsabilidad de Lily de cuidar al pequeño recién llegado, el cual recién llevaba unos dos meses en el hogar y todavía no tenía ningún amigo, hasta ahora sólo había logrado ser el peluche de Rin, quién le hacía peinados raros en las tardes y le hacía los días un poco imposibles al pobre huérfano. Podría ser una hermaba demasiado rara al principio pero le encantaba dibujar con él, jugar con marionetas, entre otras cosas.

Ya sólos, ambos se encontraban en el sofá viendo caricaturaa y comedias infantiles, era de noche notablemente y ya eran más de las 9:20 P.M. la rubia vió la cara adorminada del pequeño, quién se encontraba a su lado cabezeando debilmente sobre su brazo. Ella sonrió dulcemente, lo cargó entre sus brazos y lo llevó a su cuarto, lo recostó en su cama y se sentó a su lado.

-Pequeño, ¿Nunca te preguntaste qué es ese punto brillante en el medio del cielo?- Le preguntó levemente viendolo con termura.

-No...-Respondió liberando un largo bostezo durante la elaboración de aquellas palabras.

-Esos puntos brillantes son las estrellas, pero esa que se ve más brillante que las demás es La Estrella del Norte-

-Miku siempre decía que si seguías esa estrella llegarías a casa...-

-Muchas la usan para guiarse, esa estrella es especial, ¿Sabías? Te lleva al país de Nunca Jamás- Comenzó mientas observaba el cielo a travéz de la ventana, el niño curioso se sentó y escuchó con atención el relato de la mayor. Era una aventura increible, llena de riegos, aventura y emociones, una historia bastante conocida. Los minutos pasaban y cada uno se sumergía cada vez más en la historia, la más grande se divertía al contarla, con los pequeños cambios que ella le hacía se emocionaba también, ambos anciosamente querían saber que ocurría después.

Una vez, finalizada la historia, Lily sonrió satisfecha, su pequeño saltamontes se encontraba adorminado en la cama. Lo volvió a recostar y cubrir para que durmiera cómodamente, lo vió con ternura por unos segundos y decifió irse. Caminó lentamente hacia la entrada tratando de no producir ni el más leve sonrido porsible, tocó el poco de la puerta y comenzó a cerrarla a medida que desaparecía del otro lado.

-Lily- Llamó sorpresivamente exaltando a la jóven, ella se asomó un poco y lo vió observarla con cansancio -Quiero ser Peter Pan...no quiero crecer- Comenzó con una voz algo temblorosa, asustando un poco a la chica -Si me vuelvo él, ¿Puede venir conmigo?-

-....C-claro....Peter- Dijo con una leve sonrisa, no quería prometerle imposibilidades, pero tampoco quería arruinarle la ilusión al niño, ya había pasado por mucho, es sólo un niño. Se despidieron y el pequeño se acomodó en su cama -Miku....- Fue lo último que dijo en toda la noche, ayendo en un profundo sueño, un largo y hermoso sueño, donde ambos podía hacer lo que quisieran. Él iba a buscr a Miku y ambos jugaban y se divertían juntos, sin que los adultos molestaran, sin que Miku ni él crecieran, ella tenía todo el tiempo para él...

Fin del Flashback

Suspiró pesadamente al regresar al presente, jamás la volvería a ver, además, ¿Aué posibilidades tenía de que lo recordara? Además ella era millonaria, de seguro tenía mejores cosas que hacer que perder su tiempo con alguie como él. Aunque la encontrara no podría dirigirle la palabra, era demasiado nervioso con las chicas, jamas tendría oportunidad en hablarle si la tuviera en frente.