Goodbye dream »S.M.

029

Perspectiva de Sianna

Sentía como todo mi cuerpo se encontraba temblando y con inmensas ganas de vomitar por los nervios que sentía, Honey no se encontraba en la casa porque estaba trabajando y Cora estaba muy concentrada viendo la televisión.

El timbre sonó y di un pequeño salto a un lado de mi hija, haciendo que esta volteara a verme curiosa, le sonreí y salí corriendo a abrir la puerta nerviosa, coloqué mi mano en la manija y la giré, en cuanto pude ver quien se encontraba frente a mí, sentí como el aire se me fue.

—Hola —saludó nervioso sin saber si abrazarme o darme un beso en la mejilla.
Me quite de la puerta indicándole que pasará, nervioso lo hice y ambos caminamos a la sala, él de inmediato fue a cargar a Cora en sus brazos, tenía todo mi autocontrol para no ponerme a llorar en esos momentos, extrañaba tanto esa escenas, una lágrima se resbaló por mi mejilla y de inmediato la quite, pero Shawn alcanzó a ver un poco, le di una sonrisa tratando de ocultarlo.

—Gracias por aceptar...

—No agradezcas, es tu hija —Lo interrumpí diciéndome a mí misma que no debía sentarme a un lado de él.

—Pero no por eso debemos estar aquí los tres y aún así aceptaste, así que gracias.

—Yo tengo que agradecerte por enviarme flores todos los días —dije intentando que no notara mi emoción.

—Te las mereces y te las seguiré enviando siempre.

Seguimos platicando más tiempo mientras que Shawn tenía a nuestra hija en sus piernas, pero Cora empezó a llorar a causa de que tenía hambre, así que caminé a la cocina, preparé su comida en el biberón, después los tres nos dirigimos a mi habitación para darle la comida a Cora y dejarla en la cama, mientras que yo estaba sentada a un lado de ella, Shawn me miraba nervioso, sin saber si estaba bien pasar, pero con la cabeza le indiqué que podía sentarse en la cama y eso hizo.

Por primera vez después de meses ambos estuvimos juntos como personas normales, sin discutir o que él estuviera lleno de indiferencia, sino que fue todo lo contrario, platiqué con el Shawn Mendes del que me enamoré desde que tenía quince años.