Michaeng *Una historia profunda*

Parte 6 Pasado.

MINA MIND

Hacía ya varios días desde que las miembros sabían de mi relación con Chae, todo estaba genial no podría pedir nada más, pero había algo que me seguía preguntando, ¿Quién era esa persona que le decía que no era su padre?, eso me tenía muy preocupada, tenía que saber que pasaba.

Estaba en la sala haciéndome esas preguntas mientras veía televisión con otras chicas, vi como Chaeyoung se acercaba a mí.

-Hola Minari, ¿Qué tal dormiste?- Me dijo con la voz aun algo áspera ya que acababa de despertar.

Se sentó a mi lado y yo la abrace y le bese la frente.

-Dormí bien bella, ¿y tú qué tal?- le dije mientras la abrazaba mas fuerte.

Ella me miro y sonrió de tal forma que su hoyuelo me hizo sonrojar.

-Dormí bien amor- Bostezo y estiro sus brazos hacia arriba para después volver a recostarse en mi hombro.

-Me alegra, ¿oye quieres comer algo? Podemos cocinar algo juntas o salir-

-Si, vamos a salir a comer a el restaurant de la mama de una amiga-

-Si vamos- dije mientras me levantaba.

Salimos a la calle y empezamos a caminar, ella camino mas adelante y estiro su brazo.

-Amor, me encanta salir contigo-

Estire igual mi brazo para tomar su mano mientras caminamos.

Llegamos a un restaurant muy lindo, era muy familiar y hogareño, Chae se adelanto para abrirme la puerta del lugar.

-Pasa amor- Me dijo mientras abría la puerta.

-Gracias linda- Pase y vi unas cuantas mesas ocupadas, el olor a comida casera coreana inundaba el lugar y de pronto reconocí una voz que venia desde la cocina.

-Chaeyoung, ¿Qué hacen aquí?-

Antes de que pudiera dar la vuelta para ver a la chica dueña de la voz, Chae contesto.

-Somi!! ¿Qué tal todo?-

Somi... era la chica que estuvo con nosotros en Sixteen, la verdad es que cuando estaba ahí era muy cercana a ella y eso de cierto modo me incomodaba.

-Bienvenidas chicas, siéntense ¿qué van a pedir?-

-Bueno creo que yo quiero panqueques de kimchi- dijo Chae mientras me miraba.

-Yo igual, pero quiero uno de kimchi y uno de papa-

-Esta bien, ya se los traigo- Ella salió a la cocina.

-Oye, Minari ¿todo bien?-

-Si, claro- dije mientras sacaba mi celular.

-Mina, mírame-

-¿Para qué, que quieres?-

Me quito el celular de las manos y después me las tomo.

-Déjame, suéltame ya-

-Mina, dime que pasa, ¿son celos?-

-No-

-Mina, sabes que te amo ¿cierto?-

-¿Lo haces?-

-Mina, que dices-

-Nada, olvídalo, también te amo-

Sentí como se acercaba para besarme, yo continúe el beso. Nos separamos y ella me sonrió.

-Mi pinguina celosa-